Pedro Sánchez descarta elecciones pese al asedio del PP
La fiscalía europea reclama al juez Peinado la parte central de la investigación en Begoña Gómez
MadridAl día siguiente de las elecciones europeas, el PP ha proclamado un "fin de ciclo" que el PSOE niega. La victoria de los populares por cuatro puntos de diferencia sirve a Alberto Núñez Feijóo para salvar los muebles y desplegar el relato de que Pedro Sánchez "ha perdido el plebiscito" del 9-J. "Los españoles han dicho que no quieren ni amnistía ni corrupción", ha argumentado el portavoz del PP, Borja Sémper, en rueda de prensa después de que se haya reunido al comité de dirección de los populares para analizar los resultados. Ahora bien, aunque Sémper haya pedido al líder socialista que "anuncie unas nuevas elecciones generales" y dé un paso al lado al frente del PSOE, lo ha hecho con la boca pequeña y ha descartado impulsar una moción de censura –"se le ha hecho en las urnas", sostiene–, consciente de que el PP sigue sin ser capaz de construir una alternativa que derribe a Sánchez.
"Si alguien esperaba un adelanto electoral, que abandone toda esperanza", ha advertido la portavoz socialista, Esther Peña, también en una rueda de prensa de valoración de los resultados, que el PSOE lee de forma radicalmente opuesta. Mientras los socialistas consideran que han resistido, el PP argumenta que Sánchez "no tiene una mayoría para seguir adelante". "El tiempo del PSOE ha terminado y el de Pedro Sánchez también. Está en tiempo de descuento" porque la victoria "inapelable" de los populares demuestra que hay un "ansia de cambio", ha insistido Sémper. El PP se aferra a que ha superado al PSOE por más puntos que en las elecciones municipales del 28-M y en las generales del 23-J. "No ha perdido por poco. Son cuatro puntos. Quien debe hacer una reflexión es quien ha perdido", ha continuado el portavoz popular, que ha animado a Sánchez a dimitir como hizo Alfredo Pérez Rubalcaba en el 2014 como secretario general socialista después de perder las elecciones europeas por tres puntos. Sémper ha obviado que Rubalcaba no gobernaba en el Estado.
El PSOE replica que es el PP quien debe hacer una reflexión porque la alternativa a un ejecutivo socialista es "la ultraderecha". "¿De verdad cree Feijóo que ha merecido la pena esta campaña ultraderechista y populista?", ha dicho Peña, que ha acusado al líder popular de haber "bendecido a la ultraderecha de tres cabezas que hay en el país". El PSOE avisa a Feijóo de que, "si no es capaz de poner freno a esta espiral, la acabará fagocitando" y pasará lo mismo que ha ocurrido en Francia. El PP, por el contrario, cree que quien da alas a la extrema derecha es Sánchez por haber estado mencionando la candidatura ultra Se acabó la Fiesta (SALF), de Alvise Pérez, durante la campaña. "Para frenar las posiciones extremistas, hace falta más PP, no más PSOE", ha defendido Sémper.
El PP evita situarse en el mismo bloque que SALF y fuentes del partido aseguran estar en contra de hacer esta división de España en dos mitades. Sin embargo, Sémper ha reivindicado que el bloque del gobierno pierde apoyos, por lo que ve "agotada" la legislatura. "Si sumamos todo el bloque de la investidura pierde 3,4 puntos desde las últimas generales", argumentó sin realizar el mismo ejercicio sumando las formaciones que no forman parte. Pese a esgrimir estos datos, al PP solo le queda esperar, y el propio partido lo asume aunque reclame un adelanto electoral. "La salida de Pedro Sánchez se está cocinando a fuego lento y aunque resista, caerá", vaticina.
El caso Begoña Gómez
Begoña Gómez, la mujer de Sánchez, cogió protagonismo en la recta final de la campaña por la citación del juez Juan Carlos Peinado. Lo recordó Sémper, quien remarcó que "ni siquiera utilizándola" los socialistas han podido remontar. Este lunes se ha conocido que la fiscalía europea reclama al titular del juzgado 41 de Madrid quedarse con la parte central de su investigación. Se trata de todo lo que afecta a los contratos públicos adjudicados al empresario Juan Carlos Barrabés, al que Gómez recomendó, y que se habrían pagado con fondos europeos. Esta petición de la fiscalía europea puede poner en peligro justamente la polémica cita que convirtió a la mujer de Sánchez en emblema de la campaña socialista.