Tres meses para saber si se amnistía a Junqueras y Puigdemont
El presidente del TC explica que el veredicto llegará antes del verano

MadridEl Tribunal Constitucional busca legitimarse a tres meses de que dicte sentencia sobre la amnistía. Y el presidente del órgano, Cándido Conde-Pumpido, se ha reivindicado este lunes en un formato no muy habitual: invitado por el Ateneo de Madrid, ha pronunciado un discurso y se ha sometido a preguntas de algunos periodistas para decir que "cuestionar al Tribunal Constitucional es cuestionar la Constitución y el sistema democrático". La idea de Conde-Pumpido es que la sentencia al recurso del PP llegue antes del verano, un plazo "razonable", dijo, dado que la norma entró en vigor en julio de 2024. Así pues, el TC se pronunciaría un año después.
"Es un buen recurso, bien argumentado, y queremos responder con una sentencia bien argumentada y fundamentada. Estimar lo que sea procedente y desestimar lo que sea procedente", ha subrayado Conde-Pumpido, que ha abierto así la puerta a una sentencia que no vuelva al 100% la queja del PP. Sin embargo, se da por sentado que la mayoría progresista del órgano se impondrá para avalar en su gran mayoría una ley de amnistía que el Tribunal Supremo se resiste a aplicar. De hecho, todavía está pendiente de que la sala penal resuelva el recurso de apelación de Carles Puigdemont, lo que le priva de acudir en amparo ante el TC.
El presidente del Constitucional se ha abstenido de vaticinar qué hará el Supremo una vez haya sentencia. La principal hipótesis es que los magistrados Manuel Marchena y Pablo Llarena sigan negándose a amnistiar a los líderes del Proceso y acudan al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). "No puedo responder a preguntas hipotéticas", se ha excusado Conde-Pumpido. Ahora bien, se da por sentado que el Supremo hará lo mismo que la Audiencia de Sevilla con el caso de los ERE de Andalucía, un "asunto controvertido", en palabras del propio presidente del TC. Más bien es un conflicto inédito en el ámbito judicial, porque por primera vez un tribunal penal que discrepa de una sentencia del máximo intérprete de la Constitución dilata su aplicación acudiendo a Luxemburgo.
En los últimos días ha habido un debate interno en el TC sobre si el órgano puede y debe anular la eventual cuestión prejudicial que la Audiencia de Sevilla eleve al TJUE, pero Conde-Pumpido ha dejado claro que no lo hará. "La ley orgánica del TC establece que tenemos la obligación de defender nuestra propia jurisdicción y velar por la ejecución efectiva de las resoluciones, [...] pero no afecta al planteamiento de la prejudicial. Esto es una relación entre la Audiencia de Sevilla y el TJUE", ha destacado. Esta semana está previsto que el pleno del tribunal de garantías debata esta cuestión y, según avanzó el presidente del TC, todo apunta a que no se pondrán obstáculos a la maniobra del tribunal andaluz. Habrá que ver, pues, con qué fórmula el TC pretende que sus sentencias sean "efectivas". Sea como fuere, Conde-Pumpido ha lamentado que en los últimos días se hayan hecho "juicios paralelos" sobre la deliberación que se ha abierto en el organismo.
"Fuerzas y corrientes de opinión muy poderosas"
El sector progresista de la política y la judicatura entiende que se ha creado un clima de desprestigio del TC y de su presidente en particular para desacreditar el eventual aval a la amnistía. Y el Supremo sería un actor relevante. Conde-Pumpido no lo ha negado y ha aseverado que le "preocupa mucho" esta situación porque "cuestionar la legitimidad para dictar sentencias que sometan a los poderes públicos es cuestionar el sistema democrático". "Debemos enfrentarnos a fuerzas y corrientes de opinión muy poderosas, porque representan un poder político, económico o mediático que tienen interés en preservar una norma que hemos declarado inconstitucional o viceversa. Este enfrentamiento sólo puede superarse con el respeto institucional y lo echamos de menos demasiadas veces", ha continuado Conde-Pumpido. En este sentido, defendió el sistema de elección de los miembros del TC y la imparcialidad de todos sus integrantes, y negó que el órgano esté politizado. "En todos los tribunales constitucionales hay gente que tiene experiencia política, y eso no le politiza, lo mejora", ha asegurado.