Todos contra Colau en el debate de alcaldables de Barcelona

Manuel Valls agita el discurso unionista para hacer frente a un acuerdo entre republicanos y comunes

Maria Ortega
5 min
Els set candidats a Barcelona just abans del debat.

BarcelonaTodos contra Ada Colau. Fiscalizando su obra de gobierno y acusándola de no haber estado a la altura de las expectativas generadas. Sobre todo en vivienda y lucha contra las desigualdades. Y atacándola, también, por los problemas de seguridad de la ciudad. Y ella saliendo, casi en solitario, a defender la gestión de su equipo y proyectos estrella como obligar a los privados a corresponsabilizarse de la construcción de vivienda asequible, el cierre de pisos turísticos ilegales o la puesta en marcha de servicios como el dentista municipal. “Somos la ciudad del Estado que invierte más en gasto social”, defendió. Y cargó a ambos lados sin entrar en el cuerpo a cuerpo que buscaron con ella tanto Ernest Maragall (ERC) como Elsa Artadi (JxCat). Es el resumen del primer debate televisivo de los candidatos a la alcaldía de Barcelona, el que organizó este domingo Betevé con la colaboración de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, y que tuvo de trasfondo el debate nacional. Sobre todo por medio de Manuel Valls (Barcelona por el Cambio - Ciudadanos), que intentó liderar un frente unionista contra la posible entendida entre Colau y Maragall. Las encuestas dibujan un roce ajustadísimo entre comunes y ERC, y el alcaldable republicano buscó ayer la confrontación directa con la alcaldesa a batir acusándola de no haber cumplido las expectativas y de haber fracasado en su tema estrella: la vivienda. “Había unas expectativas que no se han cumplido”, le reprochó. También se enfrentó a Valls, que lo atacó por el hecho de liderar un proyecto independentista.

Elsa Artadi, la número dos de Junts per Catalunya, que ya avisaba antes de empezar de que iba con la idea de hacer “caer mitos” de los otros candidatos, estuvo especialmente contundente contra la candidata de BComú, a quien pidió que dejara de engañar a la gente” con sus balances. Artadi vaticinó que “la Colau activista estaría pidiendo la dimisión de la Colau alcaldesa”. Según ella, Barcelona ahora está peor que hace cuatro años en materia de vivienda y en materia social. “¿En qué se ha gastado el dinero?”, le preguntó a Colau cuando ella sacó pecho de haber aumentado el gasto social. La candidata de los comunes respondió al ataque denunciando que la falta de inversión de la Generalitat obliga al consistorio a asumir más gasto del que le tocaría. Y aprovechó la ocasión para reiterar la crítica al consejero de Interior, Miquel Buch, por no dar respuesta, dice, a las necesidades de seguridad de la ciudad. Colau aprovechó este punto para atacar a ERC, como partido de izquierda, por querer pactar con JxCat. Una constante de los primeros días de campaña, junto con la crítica al PSC por el hecho de no cerrar la puerta a un pacto con la formación de Manuel Valls. Maragall aprovechó el debate sobre seguridad para reivindicarse, asegurando que él se entendería con Buch para encontrar soluciones para la ciudad, que iría más allá de la queja. Y la CUP pidió la dimisión del consejero de Interior.

También Josep Bou (PP) y el mismo Valls atacaron a los comunes en materias como la seguridad, el top manta —Valls se comprometió a solucionar el problema en tres meses. Pero el ex primer ministro francés lo hizo buscando la confrontación con Maragall, intentando seducir al voto unionista y avisando de que el procés ha “perjudicado” a Barcelona. Valls, de hecho, aprovechó el debate social para alertar del “choque” que supondría que Barcelona tuviera un alcalde independentista. El socialista Jaume Collboni, en un tono que ya es el suyo desde la ruptura del pacto de gobierno con Colau, acusó a BComú de haber hecho menos de lo que había prometido y menos de lo que habían hecho los gobiernos socialistas. Sentenció que Colau “ha fracasado” en medidas estrella como el plan de barrios y en seguridad. Y se sumó a Valls para decir que el procés es “incompatible” con el avance social. Valls lo instó, en este punto, a especificar con quién pactaría. “Usted está a la derecha”, le soltó Collboni —un momento que Bou aprovechó para preguntar dónde está él si Valls está a la derecha. El alcaldable socialista aseguró que si él es el más votado hablará con todo el mundo menos con los extremos. Pero no concretó si abrazaría un pacto con la formación de Valls o no, aunque cuando Colau lo acusó de haberse abierto, dijo que él esto no lo había dicho nunca.

Desigualdad y turismo

El debate lo abrió un bloque sobre vivienda, que fue el pilar de la campaña que catapultó a los comunes a la alcaldía y que ha sido, junto con la seguridad, el frente por el que la oposición ha atacado con más dureza a Colau. Y abordó, también, problemáticas como las desigualdades y el modelo turístico, y aquí la CUP se desmarcó del resto apostando por el decrecimiento. Los cupaires, que sí que consideraron que el gobierno de Colau se había quedado corto, abrieron el foco de la crítica a los gobiernos municipales de CiU y del PSC. “La pobreza y la desigualdad son consecuencia de un modelo de ciudad construido de espalda a los vecinos y las vecinas”, defendió Anna Saliente (CUP), que protagonizó momentos tensos con Bou, cuando puso en duda si venía al Ayuntamiento a hacer política o negocios.

La seguridad fue el tema estrella para el candidato del PP, que se pasó al castellano para defender que el gobierno municipal apueste por la Guardia Urbana.

1X1

Ada Colau

Defensiva

Respondió a los ataques de todos con dos estrategias: presumir de aquello que podía —especialmente de políticas sociales— y escudarse en la falta de competencias y las políticas de otras administraciones para los problemas que se veía forzada a reconocer. Fue hábil esquivando los intentos de Maragall de rivalizar con ella.

Ernest Maragall

Ignorado

De más a menos, y apagado en algunos momentos del debate, intentó —con poco éxito— buscar el cuerpo a cuerpo con Colau. “Había unas expectativas que no se han cumplido”, le dijo. Más cómodo en el ataque que en la defensa, sufrió por no mojarse cuando Anna Saliente (CUP) le preguntó si apuesta por municipalizar el agua en Barcelona.

Jaume Collboni

Hiperactivo

Haciendo bandera de las políticas sociales de Pedro Sánchez y reivindicando el legado socialista en Barcelona, buscó el protagonismo con intervenciones constantes, ataques a Colau y al independentismo e interrupciones para cuestionar el discurso del resto de candidatos. Fue el único que exhibió carteles con datos.

Elsa Artadi

Desdibujada

Buscó el reproche constante con la mayoría de candidatos, especialmente contra Colau y Valls, y limitó los ataques a Maragall a un posible pacto con la alcaldesa. Señalada por el resto como representante de la Generalitat, en ocasiones se vio forzada a actuar más como consejera de Presidencia que como candidata a la alcaldía.

Manuel Valls

Monotemático

Valls evidenció que tiene dos temas de campaña: la seguridad y el procés. En el primero, blandió su propuesta de mano dura. Y el segundo lo colocó con calzador fuera cuál fuera el tema del cual se estuviera hablando, con la excusa de que el procés “está poniendo en riesgo a Barcelona”. Protagonizó varias disputas con Collboni.

Josep Bou

‘Outsiders’

Bou presume de no ser político profesional, y lo demostró. Sin un argumentario estructurado, actuaba a base de prontos: se indignó con la CUP, bromeó con Maragall por una confusión e intervino en un choque Collboni-Valls por reinvindicarse de derechas. Autoproclamado como el único candidato que levanta la persiana.

Anna Saliente

Sola

La candidata de la CUP fue la que menos buscó el cuerpo a cuerpo con el resto. Solo en contadas excepciones atacó a los rivales, y se centró en mostrar un argumentario focalizado en denunciar la precarización de la vivienda y los puestos de trabajo y la necesidad de alternativas a la mano dura contra la inseguridad y que haya límites para el turismo.

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