La autopsia desvincula la muerte por ictus de una mujer en Marbella de la vacuna de AstraZeneca

BarcelonaLa autopsia a la profesora marbellí muerta después de sufrir un ictus al cabo de dos semanas de recibir la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus descarta en principio la relación entre la inyección y el accidente cerebrovascular, según ha avanzado el diario local Sur, que cita fuentes médicas.

La mujer, de 43 años, tendría predisposición genética, y en el análisis del cadáver no se han detectado coágulos. En cambio, indica que la hemorragia que le causó la muerte se habría producido por un aneurisma, la rotura de una vena cerebral que le habría provocado la pérdida masiva de sangre.

La familia de la víctima había solicitado la autopsia para determinar si su muerte estaba relacionada con la vacuna de AstraZeneca. La mujer había acudido en tres ocasiones al médico por fuertes dolores de cabeza y siempre fue dada de alta al vincular el cuadro sintomático con la vacuna, y a pesar de que continuaba teniendo dolor se reincorporó en su centro escolar. El pasado domingo, sin embargo, volvió al hospital y ya presentaba una hemorragia cerebral. Al día siguiente la operaron para intentar drenarle la sangre, pero murió el martes en la UCI de un hospital de la ciudad malagueña.

El caso de la profesora marbellí, junto con otros similares que se han detectado en una decena de países de la Unión Europea, llevó a varios gobiernos a parar la dispensación de la vacuna hasta tener los resultados de la evaluación de la Agencia Europea de Medicamentos, que ayer dio luz verde a la reanudación de la campaña asegurando que se trata de un suero "seguro y eficaz". A pesar de este mensaje de tranquilidad, España ha decidido esperar hasta el miércoles de la semana próxima a la espera de que se decida si se amplía el tope de administración hasta los 65 años, en lugar de los 55 actuales, para acelerar la velocidad de inmunización con plenas garantías, como pide, por ejemplo, la conselleria de Salud.