Alamany entierra la posibilidad de que ERC entre en el gobierno de Jaume Collboni

BarcelonaPunto final a uno de los seriales del mandato en el Ayuntamiento de Barcelona. La secretaria general de ERC y líder de los republicanos en el consistorio, Elisenda Alamany, este viernes, por sorpresa, ha cerrado la puerta a entrar en el gobierno de Jaume Collboni. En declaraciones a la agencia Efe, Alamany descartó consultar próximamente las bases sobre esta cuestión porque, dijo, este debate ya no está sobre la mesa. "No estamos donde estábamos hace un año", ha defendido.

De esta manera, Alamany confirma lo que ya apuntaba este lunes el portavoz de los republicanos, Isaac Albert, cuando dijo que el preacuerdo alcanzado con los socialistas hace un año en la capital catalana no reunía las condiciones para volver a ser votado. "Es de sentido común, no estamos donde estábamos. Estamos en el ecuador del mandato. Por tanto, no hay nada sobre la mesa pendiente de resolver", ha argumentado la líder de los republicanos en el Ayuntamiento de Barcelona.

La posibilidad de que los republicanos entraran a formar parte del gobierno municipal ha planeado sobre el Ayuntamiento casi desde el mismo día que Ernest Maragall plegó como líder de los republicanos en el consistorio. Pese a la división que este punto generaba dentro del partido, la sintonía que fueron tejiendo Alamany y Collboni desembocó en un preacuerdo que el pasado junio las bases de los republicanos en Barcelona debían ratificar en un congreso que se aplazó después de que la movilización de los contrarios al pacto dejara pequeño al local donde debía celebrarse.

La última estocada

Desde entonces, tanto el PSC como ERC habían dejado en standby el debate a la espera de que los republicanos resolvieran los distintos congresos a nivel nacional y de la federación de Barcelona. Sin embargo, el paso del tiempo había incrementado las dudas sobre la conveniencia de entrar en el gobierno de Collboni también entre los partidarios del pacto, que veían cómo con sólo dos años de mandato por delante la posibilidad de marcar perfil y condicionar la acción del gobierno municipal se diluía.

La última estocada a cualquier posibilidad de llegar a un acuerdo con Collboni fue la victoria de los críticos el sábado en las primarias de ERC en Barcelona. Una de las banderas de los críticos era precisamente reabrir ese debate fallido de hace un año. Con sus palabras, y dando por caducado ese pacto con el PSC, Alamany intenta frenar cualquier intento de reabrir esa discusión con un doble objetivo: evitar la división interna, pero también un resultado contrario a entrar en el gobierno que pueda condicionar la estrategia de los republicanos en Barcelona en el próximo mandato.

Con este escenario, pues, Collboni se encamina a completar todo el mandato en solitario a pesar de contar con el gobierno con menos concejales de la historia de Barcelona, ​​con sólo 10. Una minoría que, por ahora, no le ha permitido aprobar ningún presupuesto por la vía ordinaria y con la que deberá afrontar debates como la de de convivencia.