Restauración

Los restauradores de Barcelona denuncian otros 100 hornos de pan para actuar como bares

El Gremio también asegura que los quioscos de prensa son un nuevo caso de intrusismo

Un horno de la cadena 365 situado en la calle Joaquim Costa de Barcelona.
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BarcelonaEl Gremio de Restauración de Barcelona ha dado un paso más ante una situación que califica de "injusta, inasumible e ilegal": este miércoles ha presentado una triple denuncia contra 100 hornos de pan con degustación que actúan como bares y que, según el sector, incumplen de forma "masiva y generalizada" las normativas que afectan al resto de establecimientos. Con este centenar de locales, el Gremio ya ha denunciado casi el 30% de las panaderías con degustación que, de acuerdo con los datos del consistorio, existen en Barcelona. "Es un fenómeno devorador en toda la ciudad. Pone en peligro la panadería tradicional y los bares y restaurantes", ha alertado el director del Gremio, Roger Pallarols. "No tendrá fin hasta que logremos que el Ayuntamiento y las administraciones lo detengan", ha añadido.

Según ha detallado, la proliferación de estos locales se debe a dos motivos. Por un lado, y sobre todo, a la ventaja competitiva que presentan en relación con la plantilla. Es decir, el dependiente de una panadería con degustación cobra 400 € mensuales menos que un camarero, a pesar de realizar las mismas funciones. Por otra parte, también se debe a la "evidente impunidad" ya la "nula inspección" que reciben estas panaderías, así como el desinterés de la administración por hacer cumplir la normativa.

Así pues, el Gremio ha decidido pasar a la acción y presentar una triple denuncia ante el Ayuntamiento de Barcelona, ​​la Agencia Tributaria y el departamento de Trabajo de la Generalitat, respectivamente, que se suman a la que ya presentó en 2019 contra 70 panaderías. "El incumplimiento normativo de estos establecimientos es su forma de ser competitivo", ha sentenciado el director del Gremio.

Disparidades

La primera denuncia presentada ante el Ayuntamiento de Barcelona se debe al incumplimiento de la ordenanza municipal. Según el Gremio, las infracciones son múltiples. En primer lugar, estos hornos de pan tienen más de 20 metros cuadrados y, por tanto, más de 14 sillas en la zona degustación, que es el número total permitido. Los restauradores señalan que en un local de la cadena 365 se han llegado a contabilizar 58 sillas. "El exceso de aforo está directamente relacionado con la seguridad de los consumidores", ha subrayado Pallarols. Además, el Gremio critica que estos establecimientos vendan alcohol, aunque lo tienen prohibido, tanto de alta como de baja graduación, así como productos de otras especialidades, como ensaladas, croquetas o bacalao. Asimismo, hacen uso de fórmulas comerciales como almuerzos, cenas o menús, que están expresamente prohibidos en la ordenanza de establecimientos y centros de comercio alimentario. "No son especulaciones, son infracciones acreditadas por la inspección municipal. ¿Cuándo llegará a las panaderías de degustación la firmeza que existe hacia los bares y restaurantes?", ha lamentado Pallarols. Ante estas acusaciones, el Ayuntamiento asegura que "mantiene una actividad inspectora regular", pero lo hace siempre dentro de un "equilibrio" en lo que se refiere a la disposición de recursos municipales y "priorizando" la inspección de todas aquellas actividades que generan quejas relacionadas con la seguridad, la sanidad, la sanidad alimentaria, los ruidos o las molestias a la ciudadanía en general. De hecho –argumentan– en el marco del plan Endreça ya "se han puesto en marcha las multiinspecciones para revisar toda la normativa que se aplica en diferentes tipos de establecimientos, incluidas las panaderías con degustación".

La segunda denuncia se ha presentado ante la Agencia Tributaria y tiene que ver con las irregularidades destacadas en materia de IVA. Es decir, los tickets de compra ponen de manifiesto "una incomprensible disparidad en cuanto al tipo aplicado", según detalló el Gremio. "Hemos denunciado todos estos establecimientos con tiques en la mano", ha afirmado el director. Por último, la tercera denuncia –en este caso, presentada ante la Inspección de Trabajo y el departamento de Empresa y Trabajo– está relacionada con la inaplicación del convenio colectivo de la restauración. Tal y como denuncian los trabajadores de las panaderías con degustación, ha explicado Pallarols, las funciones que desarrollan son las propias de un camarero. Ahora bien, el convenio colectivo que se aplica, el de la panadería, no se corresponde con la actividad efectivamente desarrollada, lo que se traduce en una diferencia salarial notable. "El dependiente de una panadería con degustación cobra 400 euros mensuales menos que un camarero", ha insistido Pallarols.

Un nuevo caso de intrusismo

Las panaderías con degustación no son los únicos negocios en el punto de mira del Gremio: el año pasado ya denunciaron 10 quioscos de prensa que venden café para llevar. Seis meses después, denuncian, los quioscos no han recibido ningún requerimiento previo. "Ante inviabilidad para hacer lo que han hecho históricamente, la solución es vender café o comida, actividades propias de la restauración", ha criticado Pallarols, quien ha asegurado que desde el Gremio se opondrán, entre otros motivos, por cuestiones de higiene, puesto que sus titulares no disponen de agua corriente para lavarse las manos. "La forma de salvar los quioscos no es apostar por el intrusismo en el sector de la restauración", criticó.

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