Las catástrofes vinculadas a la meteorología se multiplican por cinco en 50 años
Los científicos afirman que el cambio climático provoca un aumento de estos fenómenos extremos
BarcelonaEn el último año hemos visto oleadas de calor extremo en Canadá, trombas de agua e inundaciones en Alemania, así como incendios que han arrasado hectáreas de bosques del sur de Europa este verano; también algunos en nuestra casa, como el de la Conca de Barberà y la Anoia, en agosto. Y esto, previsiblemente, pasará más. Según el Atlas de mortalidad y pérdidas económicas por fenómenos extremos meteorológicos de agua, y climáticos, que acaba de publicar la Organización Meteorológica Mundial (WMO), las catástrofes naturales vinculadas al cambio climático se han multiplicado por cinco en el último medio siglo.
Según el estudio de este organismo de la ONU, el más completo que se ha elaborado hasta ahora sobre el tema, durante las últimas cinco décadas se han contabilizado en todo el mundo más de 11.000 desastres (incluyendo también los tecnológicos). Estos episodios han provocado entre 1970 y 2019 más de dos millones de muertos, además de pérdidas económicas de hasta 3.600 millones de dólares. Los desastres naturales -es decir, los relacionados con el tiempo, el agua o el clima- han sido el 50% del total de catástrofes de los últimos 50 años y han provocado el 45% de las muertes y el 74% de las pérdidas económicas.
El estudio revela que, a lo largo de este último medio siglo se ha producido, de media, un desastre cada día. Los científicos afirman que el cambio climático, el aumento de las condiciones meteorológicas extremas y la mejora de la información y el registro de catástrofes están detrás del aumento de estos fenómenos extremos y auguran que los próximos años cada vez habrá más.
"El número de fenómenos meteorológicos, climáticos e hídricos extremos está aumentando y será más frecuente y grave en muchos lugares del mundo a consecuencia del cambio climático", afirma el secretario general de la WMO, el profesor Petteri Taalas. "Esto significa más oleadas de calor, sequías e incendios forestales como los que hemos observado recientemente en Europa y Norteamérica. Tenemos más vapor de agua en la atmósfera, lo cual está exacerbando las precipitaciones extremas y las inundaciones mortales. El calentamiento de los océanos ha afectado a la frecuencia y el área de existencia de las tormentas tropicales más intensas", añade.
Menos muertos gracias a las alertas
A pesar de la tendencia al alza de los desastres climáticos extremos, la mejora de los sistemas de alerta ha ayudado a limitar el número de muertos, que se redujeron hasta tres veces entre 1970 y 2019. Según los datos de la WMO, si en la década de los 70 había más de 50.000 muertos anuales en estos desastres, en la década del 2010 ha habido 18.000. Aún así, el mismo informe alerta de que solo la mitad de los países que forman parte de la organización disponen de sistemas de prevención de catástrofes, y esto se nota en la distribución geográfica de las defunciones: más del 91% tuvieron lugar en países en vías de desarrollo.
De las principales catástrofes registradas, los episodios que han provocado más muertos durante los últimos 50 años han sido las sequías (650.000), las tormentas (577.232), las inundaciones (58.700) y las temperaturas extremas (55.736). En cuanto al impacto económico, las tormentas fueron la causa más frecuente de desperfectos y la que más pérdidas generó. Tres de las diez catástrofes más costosas tuvieron lugar en 2017: los huracanes Harvey (que provocó destrozos por valor de 96.900 millones de dólares), Maria (69.400 millones) e Irma (58.200 millones). Los tres huracanes representaron el 35% de las pérdidas económicas totales de los principales desastres del periodo.