Descubren en el Pirineo los restos de la tortuga marina más grande de Europa
Se trata de una nueva especie de 3,7 metros de largo que vivió hace unos 83 millones de años
BarcelonaLos restos fósiles que un excursionista encontró en julio de 2016 en Coll de Nargó, en el Alt Urgell, han permitido describir seis años después una especie de tortuga marina desconocida hasta ahora y que vivió en el Pirineo hace unos 83 millones de años. Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, del Museu de la Conca Dellà y de la universidad checa de Masaryk publican este jueves en la revista Scientific Reports el descubrimiento de la Leviathanochelys aenigmatica (tortuga leviatán enigmática). Los restos de este reptil permiten calcular que tenía una longitud de 3,7 metros de largo, cosa que la convierte en la tortuga marina más grande de Europa y la segunda más grande del mundo registrada hasta el momento. Solo la supera el género Archelon de Norteamérica, que medía 4,5 metros de largo.
"La sorpresa fue mayúscula. No son habituales los restos de reptiles marinos en los Pirineos y todavía menos de estas dimensiones", explica en un comunicado Oscar Castillo, uno de los investigadores del Institut Miquel Crusafont y el Museu de la Conca Dellà. Después de una intervención de urgencia el mismo verano de 2016 para preservar los restos que habían quedado expuestos al aire libre, se trasladaron al Museu de la Conca Dellà, donde los han estudiado. Nuevas campañas de excavación en la zona permitieron recuperar la parte posterior del caparazón y una pelvis casi completa de casi 90 centímetros de anchura, que ahora estarán expuestos de forma permanente en el Espai Dinosfera de Coll de Nargó.
El estudio científico sugiere que esta especie es uno de los representantes más antiguos de las Chelonioidea, el grupo que incluye todas las tortugas marinas actuales. Y también de las más grandes: se calcula que las tortugas más grandes del planeta pueden llegar a medir hasta dos metros de longitud. La leviatán enigmática, además, tiene unas protuberancias en la parte anterior de la pelvis nunca vistas en ninguna tortuga, ni terrestre ni marina. Según el equipo de investigación, estas proyecciones óseas, ligadas a la musculatura que controlaba el vientre del animal, habrían podido participar en funciones respiratorias. Las características anatómicas de la especie indican que era capaz de llegar a grandes profundidades.
"En el proceso de investigación tuvimos claro que se trataba de una nueva especie para la ciencia", afirma Castillo. El registro fósil de los Pirineos es conocido mundialmente por los restos de dinosaurios que se han excavado y que, en los últimos años, han permitido describir a otras especies también únicas de estos animales. Ahora bien, ¿cómo es posible que también haya aparecido una tortuga marina? Durante la era del Mesozoico, que duró hasta hace 66 millones de años, el Pirineo todavía no se había erigido, de forma que los ríos, los lagos y las playas abundaban en zonas del Berguedà, el Alt Urgell, el Pallars Jussà y la Noguera. Por esta razón, además de dinosaurios, también se pueden encontrar animales marinos.