El 20% de los catalanes que más ganan multiplican por cinco los ingresos de los más pobres
La desigualdad y la pobreza se mantienen con cifras altas, a pesar de los buenos datos económicos y las ayudas sociales


BarcelonaLos ingresos del 20% de los catalanes que más ganan multiplican casi por cinco (por 4,6, exactamente) los del 20% de la población que menos ganan. Esta diferencia muestra la desigualdad social en Catalunya, una brecha que desde hace una década se mantiene en porcentajes similares. Si bien es cierto que existe una ligera mejora a partir de la pandemia, la tasa de pobreza está clavada en el 25% de la población. Todavía es más alta entre los menores de 18 años, que alcanza el 34%, y mucho más entre la población inmigrada, en la que sube hasta el 45%.
Elenquistamiento de la pobreza evidencia, según las entidades sociales, que el escudo social, las medidas y prestaciones para los más vulnerables van por el buen camino porque, una vez realizadas las transferencias económicas, la tasa de carencias se recorta. Sin embargo, tampoco la bonanza económica en Catalunya y España –con paro controlado y un PIB creciente– evita que exista una pobreza estructural imposible de eliminar y que afecta a uno de cada cuatro catalanes, valora Mariona Puigdellívol, directora general de ECAS, la federación de las entidades catalanas de acción social.
La entidad ha presentado este martes su Radiografía Insocat 2024, en el que analiza esta "disonancia" entre los datos macroeconómicos positivos y el malestar social de un porcentaje de la población que debe vivir al margen. Sobre estos porcentajes de exclusión, Puigdellívol asegura que en realidad son todavía mucho más altos, pero las administraciones utilizan indicadores demasiado centrados en ingresos y rentas que son incapaces de ofrecer "la fotografía completa" de la exclusión, porque no se fijan en las personas sin hogar o las que están en situación irregular. "Los datos que tenemos son duros, pero con otros indicadores afloraría más pobreza", afirma la responsable, quien considera que son necesarias "políticas sociales valientes y sobre todo una inversión estructurada a largo plazo para deshacer desigualdades estructurales".
Uno de los grandes factores que alimenta la pobreza y la desigualdad es la dificultad para acceder a una vivienda accesible. Según Puigdellívol, el 90% de las 770.000 personas atendidas en las 132 entidades de ECAS tienen problemas en este campo. "La gente deja de cubrir otros gastos porque prioriza pagar el alquiler de la habitación", dice. Los datos lo corroboran, porque recogen que cada vez más se reduce el consumo de productos frescos o de proteína y se tiene nula capacidad para hacer frente a imprevistos porque no pueden ahorrar ni un céntimo.