La Generalitat anuncia auditorías al azar a los sociosanitarios a partir de este año
El Govern no aclara si renovará a una empresa privada la concesión de un centro de Lleida con una falta alarmante de personal
LleidaLa Generalitat realizará este año auditorías al azar en algunos de los 96 centros sociosanitarios de Catalunya –ahora rebautizados con el nombre de centros de atención intermedia– para comprobar si la historia clínica de los pacientes coincide con la registrada por los profesionales que los atienden. De esta forma, Salut pretende asegurarse de que los datos de que dispone son fiables y que estos centros ofrecen un servicio de calidad. Los sociosanitarios atienden a pacientes que necesitan una larga convalecencia o rehabilitación después de una fractura, un ictus, un infarto… o que tienen una enfermedad crónica. La mayoría de los usuarios son mayores.
El anuncio lo ha realizado el director operativo para la Transformación de la Atención Intermedia del departamento de Salud, el doctor Marco Inzitari, en una jornada en Lleida destinada a dar a conocer el rol primordial de estos servicios sociosanitarios en la sanidad pública que fue atípica en todos los sentidos.
A pesar de la función divulgativa de la jornada, no se convocó la prensa, y algunos de los organizadores se quejaron de la presencia del ARA, después de que este diario denunciara el pasado 26 de mayo la situación de dos sociosanitarios en Lleida y cuestionara el sistema de control de la Generalitat sobre estos centros. Tampoco se permitió hacer ni una sola pregunta al público, formado por profesionales sanitarios, lo que extrañó a algunos. "Es la primera vez que ocurre algo así", decían. El ambiente estaba demasiado caldeado para dar la palabra a los asistentes.
Los trabajadores del Hospital Jaume Nadal Meroles, uno de los centros de atención intermedia de Lleida, llevan meses quejándose de la falta de personal, hasta el punto de que aseguran que “no pueden garantizar la seguridad del paciente”. De hecho, hace poco más de dos semanas Salut anunció que no renovará su concesión a DomusVi, la compañía que gestiona este centro, y que la dará a una empresa pública con el objetivo de “mejorar su eficiencia”. En cambio, no se ha pronunciado sobre qué ocurrirá con el Terraferma, otro sociosanitario situado a pocos kilómetros de Lleida que también gestiona DomusVi y cuya concesión termina en la misma fecha: el 1 de octubre.
Como en la jornada no se podían hacer preguntas, era necesario leer entre líneas o fijarse en la reacción del numeroso público asistente. Aparte de las “auditorías al azar”, el doctor Inzitari explicó que Salut ya ha instalado en algunos centros un sistema de registro de datos sobre el paciente mucho más simplificado y ágil que permite a los profesionales sanitarios perder menos tiempo. Ahora el objetivo es extenderlo a todos los centros de atención intermedia. "De esta forma esperamos que el registro sea más fiable, de algún modo", afirmó.
El registro de datos es una de las herramientas de las que se sirve la Generalitat para controlar la calidad de la atención al paciente. Si se registra el número de llagas que tiene o mejora la funcionalidad, entre otros. El problema es que, si el personal de los sociosanitarios no da alcance por la gran carga de trabajo y, además, el sistema de registro es pesado, muchos datos no se documentan o no son veraces. Por ejemplo, se indica que un paciente no tiene llagas cuando en realidad sí que tiene.
Algunas mejoras
Inzitari también dijo que quieren que la atención esté "más centrada en la persona" y sea de "más calidad" y "más eficiente y equitativa". Actualmente, existe una gran diversidad y diferencias entre centros. Algunos son de gestión pública, pero otros son de gestión privada o están en manos de entidades sin ánimo de lucro. El último año y medio Salut ya ha promovido algunos cambios, como impulsar la atención a domicilio y que los pacientes puedan acceder a un sociosanitario desde la atención primaria, sin tener que pasar antes por las urgencias de un hospital, ahorrándoles trasiegos innecesarios.
En la jornada intervinieron los responsables de cada uno de los cuatro centros de atención intermedia de la región sanitaria de Lleida. "Tenemos un fisioterapeuta por cada 15 pacientes", expuso Marcos Serrano, jefe del servicio de geriatría del Hospital de Santa Maria, el único de gestión pública de la región. El comentario generó susurros entre el público. En el sociosanitario Terraferma existe una única fisioterapeuta para 137 pacientes. También existe una única terapeuta ocupacional y hasta la semana pasada había una única doctora.
Este martes está previsto que se incorpore otra, pero el ratio seguirá siendo alarmante: tocarán a 68 pacientes por cabeza. Sin embargo, la directora del centro, Mireia Porta, hizo gala del sociosanitario en la jornada como si todo fuera una balsa de aceite. Lo mismo hizo el director del Hospital Jaume Nadal Meroles, Jordi Ballesté, quien lógicamente obvió en su intervención las quejas de la plantilla. La normativa de la Generalidad sobre sociosanitarios no establece ratios de personal para estos centros.
"No sabemos qué haremos", fue la respuesta del delegado de Salud en Lleida, Raül Llevot, parque en palabras, cuando el ARA le preguntó durante la pausa del café si renovarán la concesión a DomusVi del centro Terraferma. El director del Hospital Jaume Nadal Meroles tampoco aclaró nada cuando se le planteó otra pregunta incómoda: los fines de semana y festivos tienen un único médico de guardia para los 126 pacientes de este centro y para los 137 del Terrafirma. ¿Qué ocurre cuando hay una urgencia a la vez en ambos centros?
Toni Barceló, uno de los médicos de la Navidad Meroles, sí contestó la pregunta: “Cuando hay una urgencia en ambos centros lo llevamos mal. Es difícil que ocurra, pero cuando pasa atendemos al paciente que consideramos que está más grave e intentamos gestionar al otro por teléfono con una enfermera. Otra opción es llamar al 061 para que una ambulancia se lo lleve a un hospital”. Barceló también fue la nota disonante en la jornada. Durante su intervención dijo "Las empresas deben ponerse las pilas a la hora de buscar gente, porque nos falta personal". El aplauso del público fue rotundo. No pudo hacer preguntas, pero dijo todo con su ovación.