La incidencia del coronavirus en España todavía es muy inferior a la media europea a pesar del aumento de los contagios

Francia supera los 800 casos por 100.000 habitantes, Bélgica y los Países Bajos los 500 e Italia se acerca

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BruselasDesde el 22 de marzo la incidencia del coronavirus en España no ha parado de aumentar. Si aquel lunes se registraban 128 casos por cada 100.000 habitantes notificados los últimos catorce días, este viernes la cifra ha subido hasta 182. El aumento es del 42% en menos de veinte días y el aspecto más preocupante es que los datos no reflejan todavía la movilidad de la Semana Santa. Aun así, la situación queda todavía muy lejos del pico de incidencia de 894 casos que España marcó el 27 de enero y que se asemeja mucho más a la situación que viven ahora mismo los grandes países de la Unión Europea. De media, según el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), Europa tiene actualmente una incidencia de 506 casos, casi tres veces más que el Estado.

Se puede comprobar en el mapa semanal que la agencia europea publica cada jueves. El color predominante todavía es el rojo, pero tiene diferentes tonalidades y las que tiñen Francia, Italia y Alemania son más oscuras que la que cubre el territorio español. Las cifras hablan por sí solas y explican las prisas por vacunar que tienen la gran mayoría de gobiernos europeos. España está en la cola: solo Finlandia, Dinamarca e Irlanda registran una incidencia más baja. Y la diferencia es abismal entre los países con una situación más alarmante. Hungría y Estonia superan los 1.000 contagios notificados en los últimos catorce días por cada 100.000 habitantes. Francia sobrepasa los 800, Bélgica y los Países Bajos los 500 e Italia se acerca. También Alemania tiene peores cifras que España, con una incidencia de 272.

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Ahora bien, España también es uno de los únicos cuatro países de Europa que en las últimas dos semanas ha notificado un aumento de contagios según la base de datos de Reuters, y también es uno de los países que no endureció las restricciones antes de Semana Santa. A principios de marzo, los casos iban en la alza a casi todo el continente, empujados por la variante B.1.1.7 –la detectada inicialmente en el Reino Unido y ya mayoritaria en Europa–, y autoridades como la ECDC empezaron a pedir más confinamientos. Por eso unos cuantos gobiernos optaron por blindarse antes de Pascua, manteniendo o ampliando las restricciones.

Blindar la Semana Santa

Uno de los casos más paradigmáticos es el de Francia. El presidente, Emmanuel Macron, anunció el día 31 de marzo una ampliación de las restricciones en todo el país a partir del 3 de abril. Fijó un toque de queda a las 19 horas, cerró la hostelería, los comercios no esenciales y las escuelas cuando el país se situaba en una incidencia de 750 casos y ya hacía semanas que avisaba de una situación "preocupante" de ingresos hospitalarios. También prohibió los desplazamientos entre regiones desde el 5 de abril (Lunes de Pascua), a pesar de que se mantenían ciertas excepciones como las segundas residencias.

Macron no fue el único. Bélgica, que vive uno de los confinamientos más estrictos de Europa después de registrar las peores cifras del continente en la segunda oleada, también endureció las medidas. Desde Navidad se habían reabierto los comercios no esenciales, pero a finales de marzo se limitaron solo a clientes con cita previa. Además, las peluquerías y otras profesiones que implican contacto fueron obligadas a volver a bajar la persiana. Restaurantes y bares ya estaban cerrados desde noviembre y solo se puede ver a una persona fuera del grupo burbuja dentro del hogar y cuatro afuera.

También optó por una vía parecida Italia. Desde el primer sábado de abril hasta el día 5 se prohibieron las visitas a familiares y amigos y también la movilidad entre regiones o municipios. Restaurantes y bares solo ofrecen servicio a domicilio y los centros deportivos y culturales están cerrados. También hay toque de queda a las 22 horas. Este viernes, después de observar una caída de contagios, las autoridades han anunciado un relajamiento de las restricciones en buena parte del país a partir del lunes.

La gran mayoría de países centroeuropeos están en situaciones más alarmantes que España en cuanto a incidencia, pero se blindaron por Semana Santa y muchos, incluso, exportaron turistas al Estado, como se vio en Madrid, con un pico de visitantes franceses que huían de las duras restricciones en Francia. Ahora habrá que ver hasta donde llegan las consecuencias en España por haber mantenido una Pascua menos restrictiva.

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