Una nueva tragedia en la ruta canaria: 52 personas fallecidas y una única superviviente
2021 se cobra la vida de como mínimo 428 migrantes en el Atlántico, un 30% más que el año anterior
BarcelonaLa ruta migratoria del Atlántico, que une las costas de África Occidental con las islas Canarias, continúa cobrándose víctimas y se confirma como la más letal del mundo. La última tragedia conocida tiene una única superviviente, que, a bordo de una precaria barca neumática (estilo Zodiac), vio como sus 52 compañeros de quiniela iban muriendo. Después de siete días a la deriva, a la mujer la pudieron rescatar cuando ya no le quedaban muchas fuerzas y tuvo que ser trasladada a un hospital de Gran Canaria, donde está ingresada grave pero ya en planta por una importante deshidratación de tantos días a pleno sol y sin agua potable.
Salvamento Marítimo localizó ayer jueves la barca a 250 kilómetros de las costas de Gran Canaria y ya solo encontró a la superviviente, natural de la Costa de Marfil, y dos cadáveres: el de un joven de 17 años y una chica de 20 que podría estar embarazada, de acuerdo con la primera impresión médica, a pesar de que este detalle lo tendrá que ratificar la autopsia. Del resto de viajeros, no hay ni rastro y solo ha podido dar fe el testimonio de la mujer. La desaparición de los cadáveres mientras hacen esta ruta es habitual, perdidos entre las corrientes marítimas, y se calcula que solo se consiguen rescatar alrededor del 5%, lo que todavía aumenta más el trauma y el dolor de los familiares.
Muy débil y todavía en choque por la experiencia vivida, la mujer ha podido relatar como el 13 de agosto salió de la costa marroquí la barca con 53 personas a bordo con la intención de llegar a las Canarias. Con uno de sus patines pinchados, la barca quedó a la deriva y, sin agua ni comida, murieron todos menos ella. Entre las víctimas hay un niño de dos años que viajaba con su madre embarazada de seis meses, según los datos de la asociación Caminando Fronteras. Se calcula que por cada 19 personas que tocan tierra canaria, hay una que ha fallecido en la quiniela, es decir, que la vía tiene una ruta de mortalidad del 5%.
El flujo continúa
A pesar de las restricciones de movilidad y el cierre de fronteras, 2021 se erige como uno de los años más mortíferos en esta ruta, recuperada a raíz del bloqueo de los accesos a Europa por el Mediterráneo hacia las islas de Grecia e Italia por las políticas antimigratorias de la Unión Europea. Las consecuencias del cambio climático, que dejan a los campesinos sin campos para cultivar, o la bajada de la pesca en Senegal a consecuencia de los acuerdos que favorecen a las empresas europeas son algunos de los factores que explican que el flujo de personas que salen de casa para buscarse una nueva vida no solo no disminuya sino que aumenta año tras año.
Según la Organización Internacional de las Migraciones, han muerto hasta ahora 428 personas en el Atlántico, contando las 52 víctimas de este último naufragio conocido, y se superan de largo las 326 comprobadas en el mismo periodo de 2020, pero la entidad de las Naciones Unidas ya advierte que sus datos son siempre una estimación mínima. La ONG Caminando Fronteras está actualmente intentando verificar sus propios datos, que multiplican los que dan las instituciones oficiales gracias al hecho que monitorizan los pasajeros de las pateras que salen y las que llegan y a menudo los mismos náufragos les avisan de que están a la deriva o son las mismas familias que les alertan por la falta de noticias.
Esta semana se conocía otra tragedia: la muerte de 47 migrantes en una barca ante las cosas de Mauritania, en un naufragio en que solo sobrevivieron tres. La semana anterior un barco mercante rescató a 33 personas de una muerte segura, también en su ruta hacia las Canarias. Catorce de sus compañeros murieron en alta mar, como por ejemplo el patrón de la patera, a quien se le desató la cuerda que lo unía a la embarcación mientras se bañaba para tratar de limpiarse y combatir las altas temperaturas de tantos días en medio del océano, según ha podido reconstruir un periodista de la agencia Efe.