Ozempic también puede quitar las ganas de beber alcohol
Un estudio plantea que el consumo de esta sustancia se reduce un 30% al mes de recibir las inyecciones

BarcelonaTomar fármacos de semaglutida –un principio activo que imita a una hormona que regula los niveles de glucosa en la sangre y que se utiliza para la diabetes y, más recientemente, contra la obesidad– reduce el consumo de alcohol, según una investigación de la Universidad del Sur de California (USC) publicada este miércoles en JAMA Psychiatry. Se trata de un efecto secundario reportado por médicos y pacientes de todo el mundo en los últimos años, debido a la popularización de medicamentos como Ozempic y Wegovy, pero que hasta ahora no se había confirmado. Según esta investigación, las personas que utilizan estos fármacos tienen un menor deseo de beber, por lo que no sólo consumen menos cantidades de alcohol, sino que lo hacen menos veces.
Los investigadores estadounidenses reclutaron a 48 adultos con un consumo problemático de alcohol –más de siete bebidas a la semana en mujeres y más de catorce en hombres– que hasta ahora no habían buscado activamente un tratamiento. La mitad recibió a Ozempic en dosis bajas y la otra mitad, un placebo. Una semana antes de la primera inyección y una después de la última toma, los investigadores invitaron a los participantes a beber sus bebidas alcohólicas preferidas durante un período de dos horas en un entorno de laboratorio adaptado para analizar su comportamiento.
Durante nueve semanas se midieron los patrones de consumo semanal de los participantes y los científicos constataron que, sólo con treinta días de tratamiento, los participantes bebieron de media un 30% menos que antes. En cambio, quienes recibieron placebo sólo redujeron su consumo un 2%. Además, casi el 40% de las personas del grupo que recibía semaglutida declararon que ningún día habían realizado un consumo excesivo de alcohol, frente al 20% del grupo placebo. Esto sugiere que Ozempic no sólo puede hacer menos atractiva la comida, sino también el alcohol. Colateralmente, en un pequeño subgrupo de participantes que también fumaban, los que habían recibido Ozempic redujeron también el número de cigarrillos diarios respecto al grupo placebo.
Según los autores de este ensayo aleatorizado, ésta es la evidencia más sólida hasta ahora que esto es más que una anécdota o un efecto placebo y el hallazgo abriría la puerta a ayudar a tratar un problema de salud pública de alcance mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año mueren 2,6 millones de personas por causas atribuibles al consumo de alcohol, puesto que las bebidas espirituosas están relacionadas con enfermedades hepáticas, cardiovasculares y oncológicas, así como con accidentes de tráfico.
Indicios clínicos
Aunque existen algunos fármacos diseñados para tratar el trastorno por consumo de alcohol –que se basa en una incapacidad de detener o controlar el consumo de esta bebida a pesar de las consecuencias negativas que comporta–, éstos no se utilizan ampliamente. Así, este hallazgo tiene mucho potencial, según los investigadores estadounidenses. Hasta ahora, esa relación entre la semaglutida y la reducción del deseo de beber alcohol se había observado en el ámbito sanitario: muchos pacientes informaban a sus médicos que, inmediatamente después de inyectarse el fármaco para perder peso o para controlar su diabetes, les desaparecían las ganas de consumir alcohol.
"Nuestros resultados justifican estudios más ampliosde agonistas del receptor GLP-1para el trastorno por consumo de alcohol”, añade el primer autor del estudio y director de investigación clínica del Instituto de Ciencia de las Adicciones de la USC, Christian Hendershot. con trastornos por consumo de alcohol", admite Klara Klein, de la Facultad de Medicina y coautora del estudio.