Las albóndigas con capipota de 14 euros que nos harán ir a galantear al Born de Barcelona
Acaba de inaugurarse el restaurante Galante, en la calle Princesa, con una carta de platos para mojar pan, pan del bono
BarcelonaDicen que la cocina catalana está más de moda que nunca, que el hecho de que el 2025 sea Región Mundial de la Gastronomía la hará ensalzar más que nunca, y será cierto porque cada vez hay más hechos que lo corroboran, como las nuevas aperturas de restaurantes que basan gran parte de su carta en nuestro recetario. En el barrio del Born de Barcelona, cuatro amigos con otros restaurantes en el barrio gastronómico (Josep M. Ninou, Joan Manubens, José Varela y también Carlos Allué) han abierto el flamante Galante (c. Princesa, 53). Situado cerca del italiano Murivecchi, el Galante lo reconocerá por sus toldos rojos, y porque tiene unos escaparates grandes en los que cuelgan jamones ibéricos de la marca Maldonado y chorizo y lomo ibérico Joselito. Algún pasavolante puede pensar incluso que se trata de una charcutería, porque detrás de los embutidos ibéricos, se ven en primer plano las máquinas para cortarlos. Pero no, no se trata de una charcutería, o también, sino de un restaurante de quinientos metros cuadrados, con dos plantas y muchos espacios distintos.
En la primera planta, el estilo es informal: la mayoría de las mesas son redondas y altas para sentarse con taburetes, pero también hay reservados con mesas con sofás, en un espacio separado del de las mesas redondas con taburetes . El espacio es muy grande, y la decoración, con carteles que ratifican que son galantes ("Contigo desde siempre"), hace que el ambiente sea acogedor. En la planta inferior, el espacio es más de comedor, con mesas de dos, de cuatro y una mesa para grupos grandes, apartada del resto. Hay estantes junto a las mesas, donde reposan cuadros enmarcados con los nombres de algunos platos, botes de conservas y botellas de vino.
En cuanto entre por la puerta le vienen a atender, y le preguntan (en catalán) por el espacio donde querría comer. Yo preferí el espacio informal, con vistas a la calle de la Princesa, y donde podía ver también cómo cortaban el jamón, que fue el primer plato que pedí para hacer algo de vermú. Jamón, anchoas como las que sirven en el Xampanyet, mejillones en escabeche y aceitunas rellenas de anchoa de verdad. Y éste de verdad no lo digo yo, sino que lo dice la carta (en catalán), y también lo comprobé en el plato [ver foto abajo].
Y después del vermut, empezó el debate Los platos principales son de mojar pan, y de aquellos que hacen salivar sólo leyendo el nombre de Los macarrones de Galante con boloñesa de morcilla del perol; y trompetas de la muerte; los garbanzos salteados con butifarra del perol de Cal Rovira y huevo frito del corral; deshuesada con cremoso de patata; piquillo. Me decanté por las albóndigas con capipota y dados de patatas fritas. Uno dos en un acertado, porque las albóndigas eran melosas, se podían cortar a trozos para mojarlos en la gelatina del capipota, y pinchar los trozos de patatas para que aportaran el punto crujiente. Si el plato es bueno, el precio también: cuesta catorce euros.
Y después de las albóndigas, elegí a los fideos de pluma ibérica (24 euros), un plato para compartir, que supuso un contrapunto a las albóndigas, y todo el mundo sabe que donde haya unos buenos fideos en la cazuela, asegurada está la tabla .Con una carta extensa y de platos de nivel, está claro que en el Galante se debe ir más veces, porque la famosa tortilla fea de bacalao con pan de torta con tomate (en los restaurantes del grupo Varela es un clásico) también hay que probarla, así como las croquetas de fricandó.
Para beber, los nostálgicos del champán, de la bebida, podrá degustar en el Galante, además de cervezas y vinos, claro. Y de postre, crema catalana, flan casero, torrija con crema catalana, pastel de queso o de chocolate, y, ¡atención!, buñuelos rellenos de chocolate que hacen al momento y que llevan calientes a la mesa. El ticket medio, que varía según lo que se pida, ronda los treinta euros. Por todo ello, es una buena opción ir a galantear al barrio del Born de Barcelona.