Fin de Año para ricos y para no tan ricos: dónde y qué ceno en Barcelona durante la noche de las campanadas

Opciones e ideas para todos los bolsillos en la noche del desenfreno y el cotillón

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La cena de Fin de Año del W Barcelona.

BarcelonaEl Fin de Año es una fecha señalada en la que algunas personas cuando llegan las campanadas ya están en la cama y otras no dejan la farra hasta que suena la Marcha Radetzky. Como cada uno baja las escaleras de su casa como quiere, le ofrecemos un puñado de ideas gastronómicas de cosas que se pueden hacer, desde opciones low cost hasta propuestas para quien se les quiere gastar porque sólo se vive una vez. Empecemos por las opciones que requieren más presupuesto y vamos bajando a las más económicas:

Vamos de hotel

Quizás quiera recibir el 2024 como si fuera Carlos Cuevas y Clara Lago en el capítulo de Citas Barcelona en la que pasan la Nochevieja juntos en el Hotel W Barcelona. Esto es perfectamente posible para que el hotel prepara esta noche como un gran evento. La propuesta es completa porque todo gira en torno a un concepto, el de este año será el mar Mediterráneo y el fondo marino. Con este hilo, han creado un menú y un espectáculo en directo que terminará con las 12 campanadas y con fuegos artificiales sobre el mar. Hace semanas que el personal de cocina del hotel trabaja en los platos que se servirán, como el abanico de marisco, gambot, vieira y langosta con emulsión de coral y manzana osmotizada con vermut y hielo de marialluïsa o el lomo de rodaballo con mosaico de calçot y algas, salsa de champán y caviar. El menú, que también puede ser vegetariano, empezará con un cóctel de pie y acabará con barquillos, turrones y, claro, uva. Después, la fiesta continuará en barra libre hasta las 2 de la mañana. A partir de ahí, seguramente el mejor plan es coger el pack con habitación y poder levantarse por la mañana viendo el mar desde la cama mientras se pone nuevos horizontes para el año que comienza. El menú tiene un coste de 500 euros y el precio con habitación y desayuno incluido desde 1.250 euros por habitación.

Abanico de marisco, gambón, vieira, langosta, emulsión de coral, manzana osmotizada con vermut y hielo de marialluïsa del W Barcelona.

El icónico W Barcelona no es el único hotel que ofrece farra para Nochevieja. Otro ejemplo es la propuesta del The Barcelona Edition. Hacen tres cenas. El tradicional en el restaurante Veraz, que se conforma de cinco platos, como el solomillo de ternera repuesto acompañado de milhojas de patata y trufa con salsa de vino tinto. Mientras, sonará música en directo. La experiencia vale 220 euros por persona. Si se quiere otro tipo de cena, hay otro menú en el espacio del Cabaret, el club nocturno escondido del hotel. Más informal, pero por el mismo precio de 220 euros. Habrá platos como el tataki de atún del Mediterráneo y caviar con aguacate y wasabi. La tercera cena estará en la azotea de arriba, un menú con 8 aperitivos de inspiración asiática por 160 euros. En los tres casos se acaba la farra en el Cabaret, donde habrá mucha fiesta y mucha purpurina.

Que cocine otro, vamos de restaurante

Hay restaurantes que también ponen los fogones a disposición de la clientela que no quiera cocinar en Nochevieja. Uno de ellos es el Casa Xica, ubicado en el Poble-sec. Cada año este pequeño-gran restaurante ofrece buena comida y buena bebida en un menú cerrado que consta de cinco platos, como la laksa de marisco y dumpling de cigala o la ensaimada de garrinet crujiente estilo Hong Kong. Evidentemente que hay postre, cava, uva y musiquita. Vale 90 euros por persona. Después se puede ir al Poble Espanyol, donde la tradicional fiesta continuará hasta las 6 de la mañana. Eso sí, es recomendable tener la entrada previamente comprada.

Otra opción es ir al Pepa Tomate (de San Antonio o de Gracia). Allí ofrecen un menú degustación que incluye delicias como el bollo asiático de tocino ibérico a baja temperatura con mayonesa de miso y encurtidos o bien las gyozes de verduritas glaseadas con salsa sweet chili. No faltarán los turrones, la copa de cava y el cotillón para dar la bienvenida al año. El menú vale 65 euros por persona.

Las gyozes de Pepa Tomate.

Una tercera opción es en un restaurante que antes era una ferretería, una de las más importantes de Barcelona fundada en 1911. Se trata de Casa Ràfols, en la ronda San Pedro. La cena incluye también la fiesta y baile posteriores a su speakeasy, ubicado en el sótano y que fue refugio de personas perseguidas durante la Guerra Civil. En el menú, que tiene un precio de 130 euros por persona, hay platos como las navajas gratinadas con kimchi y kale crujiente o el meloso de vaca, parmentier de boniato y trufa negra en nido de kataifi.

El espacio de Casa Ràfols.

Como en casa, en ninguna parte

Si no apetece salir (o no se pueden asumir los precios de esta noche), siempre se puede hacer fiesta en casa. Incluso comprar algunos manjares que visten, como es el caso del kit gourmet que ha preparado Arrom, especialistas en atún de alta calidad y otras delicias del mar. Estos lotes se compran online y se los entregarán en casa. Por poner un ejemplo, tienen uno que incluye una pieza de lomo de atún bluefin ya limpia, que puedes comer crudo o hecho a la plancha oa la parrilla; una botella de cava Ebisu, perfecta para maridar con pescados como el atún o el salmón, y una caja de 12 ostras Poget. Tiene un precio de 77,30 euros, pero hay otros más económicos.

Otra solución que hace fiesta es comprar canapés salados y pequeños bocadillos en una pastelería de confianza. Un clásico de Barcelona es la pastelería Mauri, ubicada en la rambla de Catalunya. Aquellas bandejas con un papel con cenefa y los canapés envueltos uno a uno ya te ponen en mood de celebración.

Los quesos también te transportan a un ambiente festivo. Se puede hacer una fondue o una raclette, que te permite hartarte de patata hervida mientras te sientes un marqués. Para la raclette se pueden comprar varios tipos de queso, como el de mostaza, el ahumado o el de pimienta. Los puede encontrar en la Quesería Can Luc, en el barrio de Gràcia. Y si no tiene los aparatos y no quiere comprarlos, se los alquilan.

En cuanto a la bebida, si visita tiendas de vinos especializados, encontrará personal muy preparado que le puede hacer un maridaje buenísimo ya un precio mucho más razonable de lo que puede imaginar. Hay vinos y cavas a precios muy económicos y que son de calidad; es cuestión que se deje asesorar en este tipo de tiendas y no caiga en la tentación de cogerlos en el lineal del supermercado. Un ejemplo de tienda que asesora cómo los ángeles y que tiene vinos diferentes es Viconvino, en el Eixample de Barcelona.

Por último, lo que hace mucho choque son los dulces, así que puede poner toda la carga festiva en el postre. Por ejemplo, con una buena caja de bombones, que siempre te hacen sentir un privilegiado y parecen una caja de joyas. Bombonerías buenas hay varias; una muy recomendable es la Bombonería Pons, que ya son la tercera generación endulzando la vida desde el barrio de Sants o la tienda de Les Corts.

La caja de bombones de la Bombonería Pons.
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