Muere Antoni Mata Casanovas, presidente de Recaredo, impulsor de las largas crianzas de los espumosos

Corpinnat ha perdido una figura clave de los espumosos de terruño. Antoni Mata Casanovas, presidente de Recaredo, ha fallecido este mediodía a los 81 años a resultas de un cáncer que sufría desde hacía cinco años. Con él se ha perdido a un personaje significativo en el camino de la experimentación y la libertad de expresividad de los espumosos, algunos de los cuales decidieron escindirse en el 2019 de la DO Cava. La familia ha recordado que, desde pequeño, Antoni Mata Casanovas "revolvía levantes desde lo alto del bocoy en las cavas fundadas por su padre", situadas en la calle Tamarit de Sant Sadurní d'Anoia. Se da la circunstancia de que en 2024 Recaredo celebrará los 100 años de historia, porque es cuando el padre de Antoni Mata Casanovas, Josep Mata Capellades, se inició como maestro degollador. Es el inicio de la pasión de la familia, porque en 1924 fue cuando el abuelo, Josep Mata Capellades, empezó en el mundo de los espumosos, aunque fue años más tarde que la bodega se constituyó.

“Veníamos de una familia de alfareros y ceramistas, y empezamos a elaborar nuestros vinos espumosos con las uvas provenientes de los viñedos de nuestros abuelos maternos”, explicaba Antoni Mata, que añadía: “A medida que observábamos la gran conexión entre el cultivo de viña y los cavas Brut Nature y de larga crianza que a nosotros nos gustaban, más nos animamos al tratar de encontrar las mejores fincas del Penedès”. Empujados por esta inquietud, fueron adquiriendo viñedos para la bodega familiar de nombre Recaredo, marca con la que se etiquetan los espumosos, mientras que los vinos tranquilos llevan el nombre de Credo.

En el segundo festival Corpinnat, en 2022, su hijo, Ton Mata, declaró el convencimiento de la apuesta por la marca Corpinnat: “Las normas tan estrictas matan la creatividad, cuando debería permitirse la libertad siempre que se cumplieran los parámetros marcados en una analítica de calidad , pero nada más”. Si no, "marcar qué es bueno y qué no, es muy subjetivo, y además lleva al inmovilismo, lo que es un peligro en una bodega".

El presidente de Recaredo se había formado en Enología y Viticultura en Logroño, Vilafranca del Penedès, Madrid, Valencia o Valdepeñas, y viajaba por distintos territorios vitivinícolas bajo la inquietud de aprender sobre la elaboración. Entre los últimos proyectos en los que trabajaba actualmente Antoni Mata Casanovas estaba el de los preparativos del centenario del próximo año, una fecha que le hacía mucha ilusión.