Despensa

La nostalgia de la fruta y la verdura del verano tiene una fórmula única e irrefutable: hacer conservas

La cocinera Carme Picas explica cómo prepararlas en casa con los productos abundantes de verano para degustarlas en cualquier otra época del año

La cocinera Carme Picas, con una de las conservas que más recomienda hacer en casa, la de berenjena
16/08/2025
5 min

Cornellá de TerriSi sois de los que soñan con comer calabacines en el mes de enero o los que querría comer ensaladas de buenos tomates en diciembre, debe hacer conservas ahora en verano, que permiten encapsular el tiempo para disfrutarlo en cualquier otro momento del año. Y si la palabra, conserva, puede connotar una técnica complicada, la realidad no es así; es sencilla, fácil de practicar en casa siguiendo algunos pasos, que suelen ser los mismos para todos los alimentos. Lo primero, lo imprescindible, tener tiempo. Si la tiene, está preparado para retener la vida del verano y destaparla en los meses crudos del invierno.

La cocinera Carme Picas sostiene que el verano es ideal para preparar conservas en casa.

En Cornellà del Terri, la cocinera Carme Picas, copropietaria del catering El Ginjoler, prepara en la cocina de su casa los ingredientes que más le gustan para conservar. Son los tomates, las berenjenas, los calabacines y los pimientos. A partir de aquí realiza preparaciones diferentes, desde salsas y sanfainas hasta confituras, siempre con estos cuatro ingredientes, que son de verano, abundantes y de gran calidad porque están en su mejor época. Ella misma nos relata los trucos, el primero de los cuales pasa por tener preparados botes de vidrio vacíos, que antes de utilizarlos los habremos esterilizado, es decir los habremos hervido, vacíos, claro, en una olla con agua caliente. Y otros dos consejos: el primero, etiquetar los botes una vez terminados, con la fecha que los elaboró. Y el segundo: consumirlos al cabo de un año o dos como máximo.

Tomates en conserva

Debemos tener preparados cinco o seis kilos de tomates. Entonces hacemos unas incisiones, en forma de cruz, en el trasero del tomate, y luego los escaldamos ocho segundos en una olla grande con agua hirviendo y los sacamos pasado este tiempo. Escaldarlos significa sumergirlos cuando el agua hierve y sacarlos enseguida. Cuando los saquemos, debemos tener preparada otra olla con agua muy fría, a ser posible con cubitos de hielo, porque así los enfriaremos con rapidez.

Cuando están fríos, entonces los pelamos y los troceamos, en trozos que no sean muy pequeños, y los empezamos a colocar dentro de los botes vacíos de cristal que tengamos preparados. A medida que vayamos colocando los trozos, lo vamos prensando para que no quede espacio. Cuando lleguemos a la parte final del bote de cristal, entonces echamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, y cerramos el bote. Ahora queda la parte final de la preparación, que consiste en sumergir el bote dentro de una cazuela con agua, que deberá recubrir sus paredes, pero la parte de la tapa debe quedar fuera, sin agua. Encendemos el fuego, y contamos treinta minutos. Pasado este tiempo, sacamos los botes del agua, los giramos al revés para ayudar a hacer el vacío y para comprobar que está bien cerrado, y cuando el frasco de cristal sea frío, entonces ya podremos girarlo de nuevo y guardarlo en la despensa para el invierno.

Con el tomate crudo en conserva podremos hacer ensaladas, salsas, sofritos y todo lo que imaginamos que necesite. El sueño de un día de verano podrá tenerlo en medio del invierno.

Calabacines en conserva

Lávalos, pero no los pele. Con la piel incluida, cortar cuatro kilos de calabacines en trozos pequeños, en la morena, reservarlos y pelar ahora cinco cebolletas o secas, también cortadas en trozos pequeños, que colocará en una sartén al fuego con aceite abundante. Los ingredientes deben nadar en el aceite, que lo utilizará para la preparación final; no lo malgastará en ningún momento.

Cuando la cebolla sea transparente, echar los trozos de calabacín; cocínelo todo junto hasta que hayan perdido el agua y estén cocidos.

Entonces ya podrá colocar los dos ingredientes en los botes de vidrio que tendrá preparados. Deben quedar bien apretados, sin espacios, y cuando llegue a la parte de arriba del bote, utilice el aceite restante en la sartén. Ya podrá cerrar el bote, y dar los pasos finales, los mismos que en la conserva de tomates.

Con los calabacines y la cebolla cocida, encapsulada, podrá hacer durante el invierno tortillas, chanfainas, bases de un pollo asado, los ingredientes para una masa de pizza o acompañamiento para cualquier plato que desee comer en invierno.

Las frutas y verduras de verano con las que se pueden realizar conservas.

Confitura de berenjena

Empezamos pelando las berenjenas, y después cortando su carne en dados pequeños. Las proporciones correctas para una buena confitura son: para un kilo de carne de berenjena, cuatrocientos gramos de azúcar moreno, la ralladura y el zumo de un limón y un limón, medio cañón de canela, cuatro cardamomos y zumo de jengibre, que se consigue las manos. Con todos estos ingredientes preparados, junto con un vaso de agua, comienza la cocción, a fuego lento, y se alarga hasta comprobar que la preparación ha absorbido el agua. Entonces la berenjena estará confitada y brillante, y ya lo tendremos preparado para empezar a colocarlo dentro de un bote de cristal, que como siempre ya lo tendremos previamente esterilizado. Los siguientes pasos, los mismos que los indicados en la conserva de tomate. Y hacia la despensa una conserva más; en este caso, una dulce.

Samfaina

Cogemos los ingredientes que nos gusten para preparar una chanfaina: cebolla, pimiento verde y rojo, berenjena, tomate, calabacín. Los que te gusten. Una vez elegidos, pelarlos, cortarlos y ponerlos en la sartén con una cantidad de aceite de oliva virgen extra abundante según el orden necesario para que se cuezan bien. Es decir, con las verduras que hemos dicho, el orden sería: cebolla, pimiento, berenjena, tomate, que podemos poner rallado, y calabacín.

Una vez bien cocidas, las ponemos dentro de los botes que tengamos preparados, que no quede espacio, como siempre, y en la parte final, el aceite restante de la sartén, que lo podrá poner todo en la parte final del bote. Los pasos finales, los mismos que los indicados en la conserva de tomate.

Con la chanfaina en conserva podrá tener el acompañamiento de cualquier plato, pescados, carnes y lo que desee.

Melocotón con lavanda

Para esta conserva, es necesario medir bien los ingredientes. Para un kilo de melocotones maduros, se necesitan trescientos gramos de azúcar y ralladura y zumo de un limón y de un limón. Empezamos a hervir todo durante un buen rato. Cuando estén bien cocidos, retiramos la olla del fuego. Entonces cogemos el bote de cristal que tendremos preparado, y ponemos en las paredes, para que se vea bien cuando tengamos el bote cerrado, ramas de lavanda. A continuación vertemos los ingredientes que hemos hervido, que queden bien apretados; respetamos la colocación de las ramitas de lavanda, que queden rectas y bien colocadas en las paredes del bote de vidrio. Con el calor de los ingredientes hervidos, la lavanda se infusionará, aportando su sabor a la preparación. Los pasos finales, los de siempre: baño maría, después puede girar hasta que se enfríe, y cuando sea frío, lo puede hacia la despensa.

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