La temida plaga que arrasó Europa en el siglo XIX, llega ahora a las Islas Canarias

Los males que causa la filoxera, un temido insecto parásito de la viña, parecían una historia de tiempos pasados. A finales del siglo XIX su avance derrumbó el sector vitivinícola europeo, pero aún hoy en día la fórmula que se encontró para mantenerlo a raya es plenamente vigente: en vez de plantar las cepas de Vitis vinifera –viña europea apta para hacer vino– directamente en el suelo –en pie franco–, se injertan sobre pie americano –raíces de viñedo americano no productivo– con el que se evita que el ataque del insecto resulte mortal.

En Canarias se había logrado permanecer al margen de la filoxera sin tener que recurrir al pie americano, lo que ha permitido mantener viñedos incluso bicentenarios y variedades prefiloxéricas únicas, pero ya no son una excepción. El 30 de julio se notificó el primer positivo por filoxera en una cepa en Valle de Guerra, en el municipio de La Laguna del norte de Tenerife. Desde entonces, se han sacado adelante 5.289 prospecciones en la misma isla y se han encontrado 84 cepas infectadas, la mayoría en territorio de la Denominación de Origen (DO) Tacoronte-Acentejo. También se han detectado en la DO Valle de La Orotava y, según se ha confirmado este jueves, también en la DO Valle de Güimar en el sur de la isla.

El viceconsejero del Sector Primario de Canarias, Eduardo García, relata al ARA que la filoxera se ha detectado básicamente en parcelas en estado de abandono o semiabandono, no destinadas al cultivo profesional, y que intentan poner fin a la plaga: "Debemos erradicarla por todos los medios para que no se se. En las cepas afectadas se aplica una mezcla de insecticida y herbicida, se arrancan y se coloca una malla para que no rebroten. Además, se han ordenado fuertes restricciones al movimiento de uva y de material vegetal, se ofrece información actualizada -como, con las webs https://filoxera.es/ y https://visorfiloxera.sitcan.es/–, se ha creado un comité científico-técnico y se trabaja en un plan estratégico para garantizar el futuro de la viticultura canaria.

En las raíces es devastadora

Aún es incierto el impacto que tendrá la filoxera en Canarias, pero podría llegar a ser mayúsculo: las cepas canarias de hoy en día están plantadas como las del siglo XIX que no resistieron la plaga, sin injertar con pie americano, porque se le consideraba un territorio libre de filoxera. La esperanza ahora es que el insecto no pase de las hojas –la forma galícola de la filoxera, que es la única que se ha detectado por ahora en Tenerife, según García– en las raíces –la forma radicícola, que resulta devastadora–, pero los expertos dan por hecho que esto sucederá.

Se acostumbraba a decir que Canarias no tenía filoxera porque es un lugar aislado y por los suelos volcánicos, pero ni son ajenas al resto del mundo ni su tierra volcánica es toda arenosa, que es lo que dificulta la vida a la filoxera. Para José Ramón Lissarrague, consultor y profesor de viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), el insecto ha llegado "muy probablemente con un material vegetal que se ha introducido de manera inoportuna", lo que suscribe la profesora titular del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Universidad Rovira i Virgili experta en variedades canarias–, Maria Francesca Fort Marsal, quien cree que debió entrar "en forma de huevo de invierno".

La filoxera tiene "una biología muy compleja", coinciden Lissarrague y Fort. Se puede reproducir por la vía sexual o la asexual (partenogénesis), por lo que una sola hembra ya puede haber abierto camino con una primera puesta de cientos de huevos y el viento, facilitar su extensión. En las hojas, la actividad de este insecto no resulta mortal para el viñedo, pero en las raíces, sí: el viñedo europeo sin injertar con pie americano es incapaz de cicatrizar con rapidez las heridas que le causa el insecto para chuparle la savia y las raíces de la cepa se acaban podriendo. Fort ha predicho la evolución de la filoxera en Tenerife, partiendo de la hipótesis que debió entrar a principios de 2025 en época de reposo invernal, y no duda de que ya afecta a las raíces: "La fase radicícola debe haberse implantado seguro".

¿Hasta dónde llegará la crisis?

En la DO de Tacoronte-Acentejo, la primera denominación creada en Canarias en 1992, las variedades más plantadas son la listán tinta, la blanca y la negruzca. Aquí han visto cómo la filoxera se añade a la crisis mayúscula vinculada al cambio climático que ya sufre este territorio tinerfeño. Según la gerente de la DO, María de la Paz Gil, la llegada de la filoxera ha sido "una sorpresa mayúscula a todos los niveles", justo ahora que la enorme sequía y la falta de inviernos –las temperaturas raramente bajan de los 20 grados– han dejado un panorama que estremece a 20 años. 680, de 30 a 22 bodegas y de vendimias de 1,2 millones de kilos en un año tendiendo a justito a los 400.000 kilos de este año.

El futuro de la viticultura canaria depende ahora de la capacidad de evitar que se reproduzca la devastación que la filoxera provocó en el siglo XIX y de adaptarse al cambio climático. Gil reclama "una política agraria agresiva" que aborde aspectos como la falta de agua y la contención de la filoxera para evitar que se expanda por viñedos productivos de bodegas que ya lo están pasando magro. Replantar el viñedo con el pie americano ya está encima de la mesa. Gil es una opción que sólo contempla de forma experimental, si bien admite que tampoco se puede descartar, mientras que los expertos consultados creen que será irremediable recurrir a ella.

"En todas las partes del mundo donde apareció la filoxera se acabó extendiendo y la única vía que garantiza la subsistencia del viñedo en todos los sentidos es injertar con el pie americano", afirma Lissarrague, y Fort se pronuncia en la misma línea: "En Tenerife tengo bastante claro que tendrán que reconvertir la viña" generación que ayudarán a mitigar los efectos del cambio climático y así no se van a perder las variedades locales de uva. Con el reconocimiento mundial que han alcanzado los vinos canarios en los últimos 20 años, el viceconsejero García espera que ahora no se pierda su materia prima: "Hemos logrado mantener un germoplasma –variedades locales– que debemos defender".

Quedan muchas incógnitas por resolver. Si también se pueden ver afectados los aguacates por la filoxera o si se evitará que llegue a otras islas. "Hay viñedo muy antiguo como para que de repente te digan que se tiene que arrancar todo", considera la enóloga Elisa Ludeña, de la bodega El Grifo de Lanzarote, que cultiva viñas incluso bicentenarias, y cree que debería estudiarse muy bien si hay que recurrir al pie americano: " ¿la viña es resistente a la plaga?". Por ahora la historia ha mostrado que la viña europea no lo es por sí sola.