'Cualquiera menos tú' derrocha la pura energía sexual de Sydney Sweeney y Glen Powell
La actriz de la serie 'Euphoria' muestra sus dotes para la comedia en una insípida comedia romántica
- Dirección: Will Gluck. Guión: Ilana Wolpert y Will Gluck
- 103 minutos
- Estados Unidos (2023)
- Con Sydney Sweeney, Glen Powell y Alexandra Shipp
Will Gluck debió de pensar que, si convertir el clásico de Nathaniel Hawthorne La letra escarlata en una comedia de instituto le había dado tan buenos resultados a la fabulosa Rumores y mentiras, que catapultó a Emma Stone al estrellato, ¿por qué no hacer algo similar con Shakespeare, la comedia romántica y Sydney Sweeney, otra estrella juvenil emergente a raíz de su participación en Euphoria? No era mala idea sobre el papel. Pero desde la primera escena, un primer encuentro en una cafetería que navega entre el ridículo, la vergüenza ajena y la angustia –¿no es un poco escalofriante que un tipo que no conoces de nada insista en quedarse con tu abrigo mientras vas al baño?–, Cualquiera menos tú exhibe su evidente incapacidad para resucitar un género, el de la rom-com en clave popular, que parece estar, hoy en día, en cuidados paliativos.
Es una lástima, porque Sweeney y Glen Powell (actor fetiche de el último Linklater) no solo son absurdamente guapos –esencial para el carácter aspiracional vinculado a la imaginación romántica de todas las grandes ficciones del género, desde Sucedió una noche hasta 10 razones para odiarte–, sino que encarnan con solvencia esta química electrizante que convierte el típico tira y afloja dialéctico de los protagonistas en pura energía sexual. Ni todo el esfuerzo de los principales actores ni el carisma innegable de muchos de los secundarios pueden compensar un guión lánguido, sin inspiración, y una puesta en escena con la profundidad estética de un anuncio para una cadena de gimnasios.