Arqueología

Descubren en Pompeya una panadería-prisión

Burros y esclavos vivían encerrados y explotados en un pequeño recinto donde molían el grano

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Una fotografía aérea de los restos de la panadería-prisión

BarcelonaPompeya no deja de revelar nuevos episodios de cómo vivían los más desfavorecidos en la Antigua Roma. El último descubrimiento del Parque Arqueológico de Pompeya es una panadería-prisión donde esclavos y asnos trabajaban en condiciones infrahumanas. Se trata de una habitación estrecha en la que la luz apenas entraba a través de pequeñas ventanas con rejas de hierro. No existía ninguna puerta ni acceso al exterior, sino que se accedía a través de una puerta que daba a la parte residencial que estaba decorada con frescos. En uno de esos frescos se veía una masa de pan de forma redonda. En la parte residencial también se localizaron inscripciones de propaganda política en las que se animaba a votar a Aulus Rustius Verus.

Los restos de la panadería son una prueba arqueológica de lo brutal que podía ser la esclavitud en aquella época. En las losas del suelo se pueden observar unas muescas hechas seguramente para evitar que los animales de tiro, que iban con los ojos tapados, resbalaran sobre el pavimento y al mismo tiempo trazaran un camino en forma circular. Las fuentes iconográficas y escritas de la Antigua Roma dan información sobre cómo funcionaba una muela de características similares a la localizada en Pompeya. Normalmente, el esclavo debía empujar al animal y controlar el proceso de moler, añadiendo grano y retirando la harina. Luci Apuleu (Madaure, África, c. 125-180) describe en Las Metamorfosis como Lucio, el héroe de esta novela escrita en once libros, se transforma accidentalmente en un asno. Miembro de la aristocracia, con esta forma animal, se convierte en testigo y víctima de las miserias de los esclavos que son tratados como bestias de carga por sus propietarios.

Las fuentes escritas

En el libro, Apuleo describe cómo funcionaban las panaderías: "Había un gran número de bestias de carga, describiendo caminos circulares infinitos, giraban con círculos más o menos anchos. Y no sólo durante el día, sino incluso durante toda la noche, gracias a la rotación sin interrupciones de estos dispositivos”. La descripción de los hombres y mujeres que trabajaban es terrible: "¡Qué subespecie de hombres había! Con la piel toda azulada por las contusiones, y la espalda llena de heridas, algunos tan sólo llevaban un pequeño pedazo de tela alrededor de las partes privadas, en la frente tenían letras marcadas, la cabeza le llevaban afeitado y los pies encadenados.Eran figuras pálidas, con los párpados oscuros y estropeados por la oscuridad y el ambiente de la panadería.Como los boxeadores que luchan salpicados de polvo, sus figuras estaban cubiertas de forma repugnante del blanco del polvo harinoso".

Este espacio, donde se encontraron tres víctimas, permite imaginar cómo eran las condiciones de los esclavos. "Es la parte más impactante de la esclavitud, donde no había margen de libertad ni posibilidad de emancipación, las personas eran víctimas de una violencia brutal", destaca. en un artículo, el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtiregel.

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