Egipto confirma el descubrimiento de la tumba del faraón Tutmosis II
La sepultura está muy deteriorada y la momia hace décadas que puede verse en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia de El Cairo

BarcelonaEgipto ha confirmado que la tumba que se localizó en 2022 en el oeste de la necrópolis de Tebas (Luxor) es la de Tutmosis II, el cuarto faraón de la dinastía XVIII, que reinó desde 1490 aC hasta 1475 aC, y que se casó con su hermana. Es el primer descubrimiento de una tumba real egipcia desde que Howard Carter mostró en el mundo, en 1922, el sepulcro de Tutankamón. Se cree que Tutmosis II tenía una constitución bastante débil y murió cuando tenía alrededor de treinta años. Luego, Hachepsut reinó temporalmente en lugar de su hijastro, Tutmosis III, y se convirtió en la primera faraona de la historia.
Cuando se descubrió la tumba de Tutmosis II, en el 2022, los investigadores pensaron que se trataba del entierro de una reina de la época Tutmosida, porque estaba cerca de la sepultura de las esposas de Tutmosis III y de la tumba de la reina Hachepsut. La última campaña de excavaciones con investigadores de New Kingdom Research Foundation (NKRF) y el ministerio de Antigüedades Egipcio aportó nuevas pruebas que indican que la tumba era en realidad de Tutmosis II.
Una tumba muy deteriorada
En el interior de la tumba, los arqueólogos documentaron fragmentos con vestigios de policromía y vasijas de alabastro donde se lee "el rey difunto", así como referencias a su esposa principal, Hachepsut, quien probablemente supervisó el entierro. Según el ministerio de Antigüedades Egipcio, los objetos funerarios localizados constituyen los primeros vestigios del ajuar funerario de Tutmosis II y esperan encontrar más. Sin embargo, no existe ni siquiera la momia, que se puede ver desde hace años en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia de El Cairo. Los sumos sacerdotes de Amon, responsables religiosos y políticos del valle de los Reyes, lo trasladaron a Deir el-Bahari para protegerlo de los saqueos durante las dinastías XX y XXI (1190 aC-945 aC). En Deir el-Bahari, se escondían una cincuentena de momias. Haciendo compañía en Tutmosis II, estaban Amenofis I, Hachepsut, Tutmosis I y Tutmosis III, Seti I y Ramsés II. El escondite se descubrió a finales del siglo XIX.
La tumba estaba muy deteriorada porque, poco después del entierro del monarca, las inundaciones la cubrieron de agua y sedimentos. El director de la misión arqueológica británica, Piers Litherland, ha destacado que la tumba "presentaba un diseño muy sencillo, pero es importante porque sirvió de modelo a los reyes que posteriormente gobernaron durante la dinastía XVIII".