Cultura popular

La glosa causa furor entre los jóvenes: "Es muy lúdica y no queremos dejar morir la tradición oral"

La canción popular improvisada tiene encuentros de cantadores como los de Montagut y Espolla e influye grupos como La Ludwig Band y Fetus

La edición de 2023 del Combate de Corrandes de Montagut (la Garrotxa)
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GeronaLa glosa es una forma de canción oral antiquísima que consiste en improvisar estrofas ingeniosas en torno a una misma tonada, respetando una estructura fija de rima y métrica. Hoy en día, en Cataluña, esa vieja tradición, lejos de perderse con el paso de los años, está de moda y despierta cada vez más afición. Sobre todo entre las nuevas generaciones, que viven el glosado no como una costumbre caduca y obsoleta sólo propia de los abuelos, sino como una actividad lúdica, atractiva y alegre, que divierte y crea comunidad. En todo el país, por ejemplo, numerosos grupos de jóvenes se encuentran regularmente para improvisar rimas en bares, centros cívicos o ateneos, mientras que en muchas comarcas se organizan anualmente encuentros, muestras o combates de cantadores que llegan a convocar audiencias multitudinarias. Todo ello ha contribuido a reavivar la música y los versos de géneros populares catalanes como las corrandas de la Garrotxa, los garrotines de Lleida, las ñacres del Empordà, las jotas de Terres de l'Ebre, o las perdiuillas de los Pirineos, que habían quedado silenciadas durante el franquismo.

Una de las competiciones de glosa que ha ganado más fama y repercusión es el Combate de Corrandes de Montagut, en la Garrotxa, que este año llega a la decimotercera edición y se celebra este sábado 13 de abril. Es una gran fiesta de cultura y folclore, organizada por diferentes entidades juveniles garrochinas que, además del concurso de glosadores, en los que se pueden oír rimas de nivel, agudas, satíricas e incluso picantes, también se preparan conciertos y pasacalles que reúnen miles de espectadores.

"Es una plaza con un público muy joven y participativo, todo el mundo canta los estribillos entre cada intervención de los glosadores y se aporta mucha energía al escenario", explica Marta Rius, ponicana del combate. Y añade: "La gente se hace más experta, a la hora del almuerzo e incluso se hacen porras sobre quien lo hará mejor, el público ve a los cantadores como si fueran estrellas". Como ponicana, Rius se encarga de marcar el ritmo y el guión del espectáculo, proponiendo retos, temáticas y parámetros en los glosadores. Entonces el jurado pone nota a cada improvisación: "La mayoría de los géneros son de cuatro estrofas de versos heptasílabos, las rimas imprescindibles son el segundo y el cuarto, pero también se valora que la rima esté llena, además del ingenio , la afinación o la presencia escénica", comenta.

La edición de 2023 del Combate de Corrandes de Montagut (la Garrotxa).

El encuentro de Espolla y La Ludwig Band

En las comarcas gerundenses, recientemente ha nacido el combate de la Cellera de Ter y, en los últimos años, también se ha hecho muy popular el Encuentro de Cantadores de Espolla, en el Alt Empordà, que cada julio corona "El rey o la reina de las ñacres". Desde que tiene uso de razón, no ha fallado en ninguna cita el cantautor Quim Carandell, de La Ludwig Band. "He ido toda la vida como público y en 2016 y 2018 me animé a participar, pero constaté que es muy difícil, hay mucha presión, es durísimo estar en el escenario y tener que ser gracioso y inteligente, así que decidí que glosaría sólo por ocio", recuerda. La participación activa de Carandell en el encuentro despojado de glosado ha dejado un poso evidente en su música que, aunque de forma indirecta, también ha contribuido a la afición creciente de la juventud por este género.

"La glosa es canción tradicional con todas las de la ley, lo único que la letra se improvisa, y en La Ludwig hacemos folk, así que a menudo cojo la misma armonía y estructura de las estrofas, también con versos heptasileno. labs", reconoce el músico. El tema Las calderas de Pere Botero, por ejemplo, es una buena muestra de ello. "La glosa también me influye en la puesta en escena, porque es un gran instrumento para romper la cuarta pared, ya que interpela directamente al público del concierto", termina Carandell.

En la misma línea, el grupo gerundense Fetus, al estilo de los irlandeses The Pogues, también ha incorporado la glosa como una tradición viva que inspira su punk de garaje y ameniza las actuaciones en vivo: "Lo utilizamos para presentar la banda , calentar antes del concierto, sacar rimas o melodías, a menudo hacemos subir gente al público a cantar y, aunque a veces te echan el concierto arriba, crea un ambiente que muela mucho", dice Adrià Cortadellas, vocalista del grupo.

"Los jóvenes tenemos muchas cosas que decir"

Más allá de concursos y conciertos, la afición por la glosa se mantiene activa y crece día a día gracias a la constancia de los grupos de amigos que se encuentran regularmente para practicar en un ambiente distendido. En Girona, hace dos años, unos pocos aficionados formaron el colectivo Glosa Girona, que reúne a una veintena de jóvenes que se encuentran cada martes en algún bar de la ciudad para cantar. "Cuando empecé a dar vueltas sobre el hecho de montar un grupo de personas con ganas de glosar, me decían que estaba como una luz; primero nos esperábamos ser cuatro gatos mal contados, ¡pero un día llegamos a ser cuarenta!", explica David Ibáñez, miembro de Glosa Girona. "Hay mucha gente que nunca había glosado, pero empezaron a venir ya perder la vergüenza, ya que hemos creado un ambiente cómodo para que cuando alguien todavía no tenga traza ni agilidad, se atreva sin complejos", comenta. Y concluye: "Los jóvenes vivimos en un mundo de precariedad, tenemos muchas cosas que decir, a veces estamos angustiados, cansados ​​o hemos tenido un mal día, y empezar a glosar sobre lo que nos ocurre es una válvula de escape; es muy lúdica y al mismo tiempo no queremos dejar morir la tradición oral".

Buena prueba del músculo verbal que da la glosa es que la Cataluña freestyle, la competición de rap improvisado en catalán que se hizo en la Fabra i Coats de Barcelona, la ganó precisamente un glosador, el menorquín Vicenç Marí Catchot, Spica.

La cantera de las escuelas

Para consolidar el creciente interés por las corrandas, las chapuzas o los garrotines es igualmente clave acercar la tradición a los más pequeños. En este sentido, es fundamental el trabajo de muchas agrupaciones de niños y escuchas que cantan estas tonadas cada fin de semana. También cabe destacar la dedicación de la asociación sin ánimo de lucro Cor de Carxofa, que se dedica al fomento del glosado organizando cursos y charlas en las escuelas e institutos. Además, cada año prepara una escuela de verano para profesores, dentro de la oferta de formación permanente del departamento de Educación: "La glosa es una herramienta pedagógica y didáctica supercompetencial, porque estimula la creatividad, la lengua, permite trabajar aspectos lingüísticos y musicales, también la pérdida de vergüenza, la autoestima, la diversidad de opiniones o tratar cualquier materia a través de las rimas", argumenta Núria Casals, presidenta de Cor de Carxofa.

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