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Atletismo

"Perdí una pierna, pero gané una vida"

La atleta ripolense Fiona Pinar utiliza el miedo como motivación

Fiona Pinar en una imagen de archivo
06/04/2025
2 min
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BarcelonaFiona Pinar estaba esquiando en La Molina con dos amigas cuando sufrió una caída. Las tres eran esquiadoras experimentadas, pero ese día una de las pistas estaba helada. La ripolleza perdió el equilibrio. "Vi nieve y noté mucho frío en la cara… y después, nada", recuerda. El batacazo fue muy grande. Cuando se levantó, no tenía la bota de esquí puesta. "Noté que el pie miraba hacia un lado y la rodilla, hacia el otro. Creo que choqué contra algo, pero yo no recuerdo nada", explicó durante una entrevista en La Revuelta. Su testimonio de cómo le amputaron un pie se hizo viral.

"Tenía un hueso partido por tres sitios", explicó. Los servicios de urgencia la transportaron en helicóptero hasta Girona, donde los médicos intentaron salvar su pierna con tres operaciones. Una de las tentativas consistió en extraerle venas y arterias de la otra pierna para intentar recuperar la irrigación sanguínea. "Cuando hablé con mi madre, le dije que deberían amputarme el pie. Aún no me lo había dicho nadie, pero veía que el pie estaba muy blanco y lo veía venir. Ella pensó que exageraba".

Pinar estuvo 41 días ingresada y se sometió a siete operaciones. "Mi pierna quedó hecha una mierda y me tuvieron que recolocar el muñón, mover músculos y poner piel de una pierna a otra. Pensaban que también era probable que perdiera la rodilla, pero al final le salvé. Una enfermera me recomendó que me despediera de mi rodilla".

"Cuando todavía estaba en la UCI, le dije a mi madre que quería participar en los Juegos Paralímpicos. Lo visualicé. Los médicos me dijeron que podría hacer natación, pero empecé por el crossfit y después me pasé al atletismo". Su rápida adaptación sorprendió a todo el mundo. "Desde que me pusieron la primera prótesis hasta que fui a los Juegos Paralímpicos sólo pasaron ocho meses", aseguró Pinar, que compite en las modalidades de 100 y 200 metros. La catalana tiene una beca del Comité Paralímpico y, además, estudia, colaboraciones que consigue gracias a las redes sociales.

"Utilizo el miedo como motivación. Nunca estuve mal por la pierna. Lloré diez minutos con mis padres. Supe darle la vuelta a la situación", explicó durante su conversación con David Broncano. La amputación cambió su vida. "Con el accidente nació otra Fiona. Antes del accidente era una persona y ahora soy otra. Salí del hospital con la mayor autoestima posible. Perdí una pierna, pero gané una vida", sentenció.

Una vida adaptada

Pinar tiene un 33% de discapacidad pero no tiene movilidad reducida. "No puedo aparcar en plazas especiales", aclaró. Cuando aún no tenía prótesis, se movía por casa a la pata coja. "Durante un tiempo tuve un cuádriceps mucho más desarrollado que el otro, pero ahora ya trabajo los dos de forma más equilibrada. El objetivo es tener más o menos la misma musculatura", avanzó.

"Fui a los Juegos Paralímpicos con una lesión en la espalda. La vida de una deportista amputada es muy complicada y me rompí una vértebra. Ahora corro con una faja porque no quiero estar lesionada", analizó. Su siguiente objetivo es clasificarse para disputar el Mundial de la India. "Me gustaría llegar a Los Ángeles 2028", confesó el atleta, que vive en el CAR de Sant Cugat.

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