Cultura ibera

Revelado el misterio de los bebés íberos enterrados en las casas

Una investigación de la UAB ha podido analizar con precisión los dientes de leche y saber cuándo murieron los niños

Entierro de un niño en la Fossa dels Vilars
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BarcelonaLa cultura ibera desapareció sin dejar rastro escrito que podamos interpretar. Aún hay muchos interrogantes que hacen que la investigación arqueológica y genética sea clave para aclarar cómo era esta antigua civilización, que ocupó la vertiente mediterránea entre Andalucía y el Languedoc entre los siglos VI y I aC. Uno de los enigmas es por qué se enterraba a los niños en el pavimento de los hogares. Había cierta controversia, porque se había planteado si eran infanticidios, sacrificios, como puede interpretarse en algunos textos griegos y romanos, o simplemente se consideraba que debía existir una edad mínima para tener derecho a ser incinerado en la necrópolis.

Las nuevas tecnologías han permitido tener información muy precisa no únicamente sobre el sexo de los niños, sino de su edad biológica y cronológica. "Solo con los esqueletos era imposible saber la edad exacta y el sexo y lo único que podíamos ver es si sufren lesiones violentas", explica Xavier Jordana, profesor de biología animal, vegetal y de ecología de la UAB, que ha hecho el estudio sobre estos niños con la colaboración de la UVic-UCC y el Sincrotrón Alba. El estudio, publicado en la revista Journal of Archaeological Science, analiza los dientes de leche de 45 niños enterrados en los yacimientos de Camp de les Lloses (Osona), Olèrdola (Alt Penedès), Puig de Sant Andreu y la Illa de Reixac (Baix Empordà) y la Fortalesa dels Vilars d' Arbeca (Les Garrigues). Por primera vez, se ha utilizado microscopía óptica y microfluoerescencia con luz de sincrotrón, que ha permitido identificar con precisión tanto el momento del nacimiento como de la muerte de estos bebés.

Casi la mitad de los bebés murieron durante el período perinatal, concretamente entre la semana 27 de gestación y la primera semana de vida. La gran mayoría de las muertes perinatales no sobrevivieron en el momento del nacimiento, y el resto de bebés murieron pocos días después de nacer. "Los datos del estudio refuerzan la hipótesis de que la mayoría de muertes perinatales fueron causadas por factores naturales, como complicaciones en el parto o problemas de salud asociados a la prematuridad, y no por prácticas culturales como infanticidios o sacrificios", señala Jordana .

El mayor tenía 67 días

Ninguno de los bebés enterrados en las casas o, en algunos casos, en sitios de producción tenía más de dos meses. "Hemos podido calcular la edad exacta y los que sobrevivieron al parto murieron después de pocos días. El que vivió más tiempo vivió sesenta y siete días. Es un patrón de mortalidad infantil que encontramos en las sociedades preindustriales, no hubo ninguna selección", afirma Jordana. "Creemos que los niños menores de dos meses no tendrían el derecho a ser enterrados en la necrópolis", añade. Los íberos practicaban el ritual de incineración y, por eso, los niños son prácticamente los únicos restos que se pueden analizar de esta cultura.

Es un estudio innovador, porque se han podido analizar con precisión los dientes de leche, que empiezan a formarse durante la vida intrauterina. "En la corona de esmalte a diario se forman líneas de crecimiento y en momentos de estrés estas líneas son más gruesas", detalla Jordana. Por ejemplo, se ha podido comprobar cómo a los niños de hoy en día se les forman líneas más gruesas cuando se les pone una vacuna o tienen fiebre alta. En el momento del nacimiento, la madre tiene un pico de zinc que transmite al niño y después del nacimiento hay un bajón. "La luz de sincrotrón nos permite aplicar un haz de rayos X de sólo diez micras para analizar con precisión la concentración de zinc", detalla Jordana. Así, pudieron corroborar los resultados. Para terminar de confirmarlo, los investigadores han realizado algunas comprobaciones con dientes de niños actuales, de los que se conocía el momento exacto del nacimiento. El estudio es parte del proyecto de investigación Reevaluación del infanticidio y selección de sexo en época ibérica, financiado por el ministerio de Ciencia e Innovación y dirigido por investigadoras del Grupo de Investigación en Antropología Biológica (GREAB) de la UAB.

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