Estreno teatral

Una obra sobre el cáncer de mama que hace "petar de risa con un nudo en el cuello"

Sergi Belbel y Cristina Clemente estrenan 'Mujeres de radio', con Àngels Gonyalons, Sara Espígul y Sara Diego, en el Teatro de Salt y en la sala Villarroel de Barcelona

Àngels Gonyalons, en primer término, con Sara Diego y Sara Espígul, en 'Mujeres de radio'
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SaltoEl cáncer de mama afecta a miles de mujeres a las que, de un día para otro, les cambia la vida por completo tras un control rutinario en el que se notan un pequeño bulto en el pecho. Esta enfermedad, a menudo estigmatizada como un cáncer de segunda, poco importante, ocupa el eje central de la obra Mujeres de radio,que este fin de semana, de viernes a domingo, se estrena en el Teatre de Salt. Más adelante, a partir de marzo, hará temporada en la sala Villarroel de Barcelona y después iniciará una gira por toda Cataluña.

La obra, dirigida por Sergi Belbel, está escrita por Cristina Clemente, que durante muchos años se ha formado como alumna y ayudante del propio Belbel, y cuenta con un reparto de auténtico lujo: Àngels Gonyalons, Sara Espígul y Sara Diego interpretan a tres mujeres de clases sociales, edades, procedencias y vidas muy diferentes, que no tienen aparentemente nada en común, hasta que la mala noticia de un cáncer de pecho les une de forma muy íntima. El personaje de Gonyalons lidera un programa de radio de máxima audiencia, Espígul es una enfermera del Hospital del Mar y Diego da voz a una joven que aún no tiene los treinta años. Pero al final, las tres acaban siendo, a su manera, Mujeres de radio. Radioterapia, en este caso.

El texto está elaborado a partir de ocho testimonios reales que han querido compartir con Clemente su historia personal. Sin embargo, no es teatro documental, sino una historia de ficción que, inspirándose en todas estas experiencias individuales, construye una trama inventada sobre el cáncer de mama con mucho respeto, sensibilidad y sentido del humor. Mujeres de radio se mueve a la fina línea entre el drama y la comedia: parte de unos hechos realmente traumáticos pero con un tono emotivo y al mismo tiempo divertido. "Ya le han visto las testigos y personas afectadas por la enfermedad. Algunas lloraban más que reían, y otras lo contrario, hay reacciones de todo. A medida que hacemos más funciones veremos si se puede definir más como drama o más como comedia", explica Cristina Clemente en la rueda de prensa de presentación del montaje. "Te petas de reír con un nudo en el cuello", resumía una de las afectadas tras una de las funciones previas de la obra.

Àngels Gonyalons, Sara Espígul y Sara Diego en 'Mujeres de radio'.

Una telaraña formada por las vidas de las tres mujeres

Las tres mujeres son el palo de pajar de la obra, pero cada actriz también hace idas y venidas muy rápidas, interpretando personajes secundarios de la vida de las otras dos protagonistas. Los cambios son constantes, fáciles de seguir, y todo ello configura un entramado a tres bandas que conecta aún más la vida de las tres mujeres: "Son tres personajes muy marcados, que al principio no se conocen, pero al mismo tiempo hacen y deshacen el suyo personaje en función de los personajes de las otras historias, y esto forma una telaraña entre las tres vidas", comenta Sergi Belbel.

A propósito de esta telaraña, las tres actrices destacan la conexión que han establecido sobre el escenario durante los meses de ensayo: "Ha sido muy estimulante trabajar con dos actricuasas con las que nunca había trabajado. Sin su mirada , su movimiento o su compañerismo no podría sacar adelante un esfuerzo como éste", dice Gonyalons. "Fue increíble, me he sentido muy segura y acompañada, y venir a ensayar a Girona, como si estuviéramos de colonias, ha sido genial", añade Diego, muy agradecida. "Cuando leí el texto por primera vez, no paraba de llorar, pero con ellas hemos conseguido lo mágico de hacer saltar la historia, manteniendo una verdad pura, pero a la vez con sentido del humor", concluye Espígul.

En esta vorágine de situaciones y pequeños cambios de papel, la escenografía se mantiene fija durante la mayor parte del espectáculo, con un decorado simbólico formado por un lienzo blanco al suelo y una gran piedra rugosa y brillante en medio, como el monolito de 2001: Una odisea del espacio. Este objeto central puede ser una representación en 3D del tumor en el pecho, así como una metáfora del diagnóstico que, como un meteorito, cae del cielo e impacta en la vida de las pacientes.

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