Victoria Camps: "No hay que prohibir los insultos, pero quizá debemos moderarnos"
La catedrática emérita de Ética de la UAB abre el ciclo de Diálogos de Pedralbes '¿Qué es una vida buena?'


BarcelonaLa buena vida y la vida no son lo mismo. Esta última es una expresión filosófica que se remonta a Aristóteles y se refiere a "qué es el bien en el comportamiento de las personas, qué significa que una persona se comporta bien, es excelente y, por tanto, cuál es la vida que merece el calificativo de buena". Así lo ha explicado la catedrática emérita de filosofía moral y política de la UAB Victoria Camps en la primera sesión de ¿Qué es una vida buena?, el ciclo de Diálogos de ética y filosofía moral celebrado en el monasterio de Pedralbes con la colaboración del diario ARA, bajo la dirección intelectual del profesor de filosofía de la UAB Daniel Gamper y moderado por el periodista Antoni Bassas.
"La vida buena es la vida que busca la felicidad, pero la felicidad no la mujer ni la riqueza, ni el honor, ni el éxito, sino vivir una vida virtuosa", recordó Camps. Esta vida virtuosa debía ser individual y colectiva, y el carácter debía forjarse desde el nacimiento. "Para formar el carácter se necesita algo muy importante que es el autodominio –señala Camps–. Es decir, debemos ser capaces de saber elegir el promedio entre el exceso y el defecto. Sobre todo en este mundo tan polarizado, lo que evita una vida virtuosa es la polarización".
Avanzando en la historia del pensamiento, Camps ha apuntado cómo en la modernidad, con Kant, el concepto fundamental ya no es la virtud, sino el deber, y qué hacer para ser una buena persona. "La filosofía puede ayudar, pero sólo si queremos pensar", dice Camps, que en 1990 publicó el libro Virtudes públicas. "A partir de la modernidad se deja de hablar de virtudes como concepto central, porque el gran valor es la libertad y la igualdad. A partir de entonces lo que debe gestionar la ética es el ejercicio de la libertad", ha dicho Camps. Según la profesora de filosofía, el hecho de ser libres no da "carta blanca para hacer todo lo que queremos hacer" en la legalidad. "Hay cosas que no están prohibidas legalmente y que tampoco deben hacerse", ha subrayado, aunque encuentra que el liberalismo "adelgaza" el Código Penal. Y entrando dentro del tema de la libertad de expresión, Camps subraya que "no deben prohibirse los insultos, las ofensas ni las blasfemias, pero quizás debemos moderarnos por ética, porque internamente pensamos que es la forma mejor de actuar".
Si Virtudes públicas se reeditara hoy, probablemente abordaría "la regulación de la mentira y de las fake news", como ha apuntado Bassas. Y Camps ha advertido de que hace falta más "verificación": "Si no podemos fiarnos de la información, no podemos fiarnos de nada. La base de la comunicación es la confianza, y esa confianza desaparece", ha remachado Camps.
Ética en tiempos de capitalismo salvaje
En el turno de preguntas, Camps ha respondido al interrogante de cómo lograr una vida buena en tiempos de un capitalismo salvaje. "La ética se fundamenta en una insatisfacción ante un mundo que no está funcionando como debería funcionar, por el capitalismo y por otras razones, porque hoy tenemos problemas que son problemas de todos, entre ellos el cambio climático, los movimientos migratorios y las grandes desigualdades –ha advertido–. cambiar. Yo creo que la ética no debe ser utópica, no debemos pensar en un mundo perfecto, porque un mundo perfecto no existe, sino que parte de la conciencia de la imperfección y que algunas imperfecciones dependen de nosotros”.
Los próximos diálogos del ciclo se celebrarán el 25 de marzo, el 1 de abril y el 8 de abril, con la escritora Remedios Zafra, el filósofo Josep Maria Esquirol y el profesor de teoría social y política en la UB David Casassas, respectivamente. La entrada es gratuita (con el aforo limitado) y los diálogos pueden seguirse también a través de la página web del monasterio y del canal de YouTube del centro.