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Trump anuncia aranceles del 20% para la Unión Europea: "Es nuestra declaración de independencia económica"

El presidente estadounidense declara la guerra comercial en el mundo y establece un 10% de impuestos de base para todas las importaciones

Trump desata la guerra comercial
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Washington"Compatriotas estadounidenses, hoy es el día de la liberación que tanto esperábamos. El 2 de abril de 2025 siempre será recordado como el día en que la industria americana renació, el día en que el destino de América fue reclamado y el día que se empezó a hacer que América volviera a ser rica", ha arrancado el presidente aranceles "recíprocos" para una larga lista de países de todo el mundo. Poco después, el presidente ha empezado a anunciar los porcentajes para cada país como si estuviera leyendo los resultados de la lotería: un 20% en la Unión Europea, un 10% en Reino Unido, un 34% en China, un 46% en Japón. Y así ha ido haciendo con una serie de países que enumeraba entre bromas, comentarios sobre los gobernantes extranjeros y elogios a sus propios colaboradores.

Para los países que no aparecen en la lista negra, Trump ha anunciado un impuesto del 10% base a todas las importaciones. "Es nuestra declaración de independencia económica por todos los años que la clase trabajadora americana ha sido forzada a quedarse en los márgenes mientras las demás naciones se empoderaban y se enriquecían a nuestra costa", ha dicho Trump, aunque los primeros perjudicados del efecto inflacionista que, según la mayoría de economistas, se derivará de las tari.

Tras el anuncio, la Casa Blanca ha enviado una nota para esclarecer la aplicación de los aranceles. La base general del 10% se aplicará a partir de la medianoche del sábado 5 de abril y "el arancel recíproco más alto y personalizado" entrará en vigor a partir de la medianoche del 9 de abril.

El presidente ha levantado una mesa gigante de cartón en la que aparecían todos los aranceles que supuestamente los demás países están cobrando en Estados Unidos y los que el país aplicará a partir de ahora a sus importaciones. Así, junto al 20% que se grabará en los bienes de la Unión Europea ha escrito un 39%. Según la misma tabla, que no se sabe con qué criterio se ha elaborado, China cobra un 64% de aranceles en EE.UU. "Esto no es completamente recíproco, es más o menos recíproco", ha insistido Trump, quien ha repetido su nuevo eslogan comercial: "Si no quieres pagar aranceles, entonces produce en Estados Unidos". Mientras levantaba la mesa, el presidente también ha anunciado la entrada en vigor de los aranceles del 25% para todos los vehículos importados.

Al frente del presidente el plan es sencillo: levantar un muro arancelario frente al mundo para incentivar la reindustrialización del país, pese al encarecimiento del coste de la vida que provocará la medida para las familias estadounidenses. Antes de empezar a recitar el rosario de aranceles, Trump también había advertido que, a las naciones que "han tratado mal" a EEUU, se les calcularán los aranceles "en total, incluyendo barreras no monetarias". El presidente estadounidense se ha cansado de decir que la UE ha tratado injustamente a EEUU y que se ha aprovechado; por tanto, faltará ver si en base al 20% se añadirá el IVA o no o alguna otra medida adicional.

"No podemos pagar el déficit de los demás países, como Canadá y México –ha dicho el presidente–. Debemos cuidarnos de nosotros mismos y debemos cuidar a nuestra gente primero". El magnate ha puesto algunos ejemplos de las "injusticias" que han sufrido Estados Unidos en las políticas comerciales y prácticamente ha enumerado uno por uno a todos los que, durante décadas, han sido hasta ahora sus socios comerciales más estrechos: la Unión Europea, Canadá, Corea del Sur, Reino Unido, China, Japón e India.

También ha hecho un repaso por la historia y ha asegurado que el Crac del 29 "nunca habría pasado si hubieran mantenido una política arancelaria". En realidad, el inicio de la Gran Depresión de EEUU no tuvo nada que ver con los aranceles, sino con la burbuja bursátil que se creó durante la década de 1920.

Trump ha hecho subir al escenario a un trabajador de las fábricas automovilísticas de Detroit como una muestra de cómo, supuestamente. El hombre en cuestión, vestido con el chaleco reflectante del trabajo, ha recordado que ha visto "cerrar fabrica tras fábrica" ​​en su estado de Michigan.

Los '15 sucios'

El "día de la liberación" había comenzado con el mundo aguantando el aliento mientras dirigía la mirada, de nuevo, hacia Washington. La Casa Blanca no había avanzado más detalles sobre lo que cabía esperar de los aranceles antes del anuncio de este miércoles por la tarde. Una vez más desde que Trump vuelve a sentarse en el Despacho Oval, lo único asegurado era la imprevisibilidad. Antes de entrar en vigor, las tarifas llevaban ya tiempo tomando las calles de la capital. En el centro de la ciudad, en las marquesinas de los autobuses hay anuncios pagados por el gobierno canadiense que dicen: "Los aranceles son impuestos sobre la clase trabajadora estadounidense".

La nueva fase de la guerra comercial de Trump contra el mundo parte de la premisa trumpista de que es necesario castigar a las naciones que supuestamente se han aprovechado de Estados Unidos con unas tarifas comerciales superiores a las que ha aplicado el país. La administración republicana incluso ha creado una especie de lista negra que ha bautizado como los 15 brutos (15 dirty, en inglés) en referencia al 15% de los países que más contribuyen al déficit comercial de Estados Unidos y que, por tanto, se verán más afectados. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, lo contaba la semana pasada en el canal Fox Business, pero no decía cuáles eran las naciones en cuestión.Según calcula el Wall Street Journal, los 15 brutos serían: China, la Unión Europea, México, Vietnam, Taiwán, Japón, Corea del Sur, Canadá, India, Tailandia, Suiza, Malasia, Indonesia, Camboya y Sudáfrica.

Este miércoles también expiraba la tregua de un mes que Washington había concedido a los aranceles del 25% sobre los productos importados dentro del T-MEC. La Casa Blanca informaba en una nota esclarecedora de que la orden ejecutiva que imponía estos aranceles como consecuencia de la inmigración y el fentanilo sigue vigente, además de exponer que "los bienes que cumplan con el T-MEC continuarán con un arancel del 0%", por lo que el producto agrícola comprado a estos países seguirá sin verlo.

La política errática que ha seguido la administración Trump, con excepciones y treguas en otros aranceles existentes, plantea ahora la pregunta de si el magnate volverá a aplazar o recular los nuevos gravámenes a sus socios comerciales. México y Canadá ya han visto cómo el presidente ha retrasado hasta en dos ocasiones la aplicación de las tarifas: la primera vez lo hizo a última hora, justo antes de que entraran en vigor las tarifas del 25%; la segunda concedió otro mes de gracia tan sólo dos días después de aplicar los impuestos.

Sólo los aranceles a las importaciones canadienses y mexicanas ya prevén un aumento del coste de los precios para los consumidores. Pese a que incluso él mismo haya reconocido que provocarán una "disrupción" en la economía estadounidense, Trump sigue defendiendo que su política comercial traerá riqueza al país. El plan de Trump, en apariencia, es sencillo: poner impuestos altos a las importaciones para incentivar la reindustrialización del país, que devolverá a Estados Unidos a la "época dorada". De momento el único efecto que se ha visto de la política arancelaria del presidente es Wall Street abriendo todos los días con caídas, mientras los viejos socios comerciales se preparan para responder a ellos. La amenaza de Trump ha logrado que en Asia, Japón, Corea del Sur y China superen las diferencias históricas y se hayan aliado para contrarrestar el golpe, según explican medios chinos.

El otro daño colateral de la guerra comercial de Trump es que parece que se está agotando la paciencia de algunos de los congresistas republicanos, que hasta ahora parecían dispuestos a plegarse a la voluntad del presidente. El martes, senadores republicanos consideraban la posibilidad de unirse a los demócratas para oponerse a los aranceles del presidente sobre las importaciones canadienses. La resolución, propuesta por el senador demócrata Tim Kaine, de Virginia, pondría fin a la orden de emergencia que Trump utiliza para justificar los aranceles contra Canadá, alegando el flujo de fentanilo que entra por la frontera norte de Estados Unidos.

El nerviosismo de los mercados en la víspera del día D no ha hecho más que acentuarse una vez ha llegado el momento. El miércoles el S&P 500 abrió a la baja, mientras que los precios del oro (un valor refugio en contextos de incertidumbre) volvieron a subir hasta acercarse a los máximos históricos. Las pequeñas empresas estadounidenses también sufrían fuertes caídas en sus acciones ante el miedo a una posible desaceleración de la economía estadounidense.

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