Adiós al enredo de cables: la UE acuerda implementar el cargador único universal
La medida se ha pactado con la voluntad de reducir residuos electrónicos y entrará en vigor el otoño del 2024
BarcelonaEl Parlamento Europeo ha acordado hoy la implantación de un cargador único universal USB-C para una quincena de dispositivos electrónicos, como por ejemplo teléfonos móviles, mesitas, cámaras digitales, auriculares y consolas a partir del otoño del 2024.
De entrada, quedan fuera de la norma los ordenadores portátiles, para los cuales las instituciones europeas han previsto un periodo adicional de 18 meses desde la entrada en vigor de la normativa para dar tiempo de adaptación al sector. Los dispositivos como relojes inteligentes y otros aparatos para la práctica deportiva, demasiado pequeños para ser compatibles con este modelo de puerto, quedan exentos de la norma.
Los objetivos de la nueva legislación son, por un lado, reducir los residuos electrónicos en la Unión Europea y, por otro, defender al consumidor evitando la adquisición de cargadores y cables nuevos con cada dispositivo. Según datos de la Unión Europea, cada año se generan entre 11.000 y 13.000 toneladas de residuos electrónicos, y con el cargador universal se calcula que los europeos se podrán ahorrar cerca de 250 millones de euros en soluciones de carga innecesarias.
La oposición de Apple
La tecnológica Apple es la principal opositora a la norma y lleva meses denunciando el proyecto. El gigante norteamericano defiende su modelo de carga y su conector Lightning, que es una de las principales fuentes de sus ingresos. Así pues, Apple tiene el reto de empezar a crear iPhones e iPads con puerto por USB tipo C.
También queda por decidir si la norma aceptará que los dispositivos tengan varias alternativas de carga, como es el caso de los Mac de Apple: permiten la carga USB-C así como la del conector propio MagSafe. En caso de que se aceptaran varias alternativas, se dificultaría la voluntad de reducir los residuos electrónicos.
Tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de la UE tendrán que ratificar el acuerdo después de este verano, y a partir de entonces empezará la cuenta atrás de 24 meses para que entre en vigor durante el otoño del 2024.