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El centro de control de una aerolínea, desde dentro: "Una persona muy nerviosa no podría trabajar"

Anna Morata es una de las responsables de la sala desde la que se gestionan los 700 vuelos diarios de Vueling

Anna Morata, jefa del centro de control de operaciones del turno en Vueling
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ViladecansLa sala está, sobre todo, llena de pantallas. En algunas hay mapas de Europa marcados con zonas de colores diferentes o atravesados ​​por infinitos recorridos de aviones. En otros aparecen predicciones meteorológicas que cambian en cada segundo. También los hay que muestran estadísticas, principalmente de la puntualidad de los cerca de 700 vuelos que habrán gestionado las 60 personas que estarán en esta habitación cuando acabe el día. El centro de control de operaciones de Vueling es el corazón del funcionamiento de la aerolínea, cuyo punto se supervisan en tiempo real todas las rutas. Sin embargo, este espacio es un secreto incluso para el resto de la plantilla de la compañía, ya que el acceso está restringido. Ubicado en la nueva sede de Viladecans, está en funcionamiento las 24 horas del día y los 365 días del año.

"Ánimos con la tarde. Hoy dicen que hay regulaciones", avisa un compañero antes de coger el ascensor. Anna Morata es jefa del centro de control de operaciones del turno en Vueling y este jueves será quien tomará las decisiones finales en la sala entre las seis de la tarde y las seis de la mañana del día siguiente. Estas "regulaciones" que deberá tener en cuenta son los avisos que recibirá por parte de Eurocontrol, la "DGT aérea" que gestiona el tráfico en los cielos europeos y que avisa a las aerolíneas cuando deben modificar una ruta porque el espacio aéreo está demasiado congestionado o si se realizan ejercicios militares, por poner dos ejemplos. "Si un vuelo está afectado por una regulación, deberemos cambiar la ruta para intentar reducir cada minuto de retraso que nos imputan", explica.

Morata lleva 12 años trabajando en el centro de control de Vueling. Ahora como jefe de sala en uno de los turnos, pero antes hizo de agente de operaciones de vuelo (en inglés se llama flight dispatcher), otro de los roles clave que se reparten los ocupantes de este habitáculo. "Es el nexo de unión entre el piloto y el aeropuerto. Se encarga de preparar toda la documentación necesaria para el comandante: le dice la ruta exacta, los niveles de vuelo, cuál es el máximo peso que puede llevar, cuánto combustible necesita, las pistas que debe utilizar... Es muchísima información", apunta. La mayoría de los planes son recurrentes, es decir, se utiliza uno estándar para una determinada ruta, que se puede modificar más adelante en caso de que surjan imprevistos. Entonces será el agente de vuelo quien ponga en marcha las alternativas para encontrar una solución.

Otro departamento de la sala se dedica a controlar la legalidad de las tripulaciones –es decir, que se cumplan las estrictas normas de los descansos– y prever quién estará disponible si un piloto se ha puesto enfermo o tiene una emergencia familiar. También hay un equipo encargado de informar a los pasajeros cuando hay problemas con retrasos o cancelaciones. Morata también estaba el verano del 2016, cuando el caos operativo en El Prat trajo muchos quebraderos de cabeza a la aerolínea: "Fue un año para aprender. Lo hemos aplicado y ahora siempre nos estamos avanzando a todo. Este verano ya se estarán haciendo reuniones para ver cómo se prevé el verano siguiente". En este tiempo explica que se han incorporado mejoras tecnológicas en la sala ideadas por la propia Vueling.

El jueves por la tarde en el centro de control de operaciones hay un ambiente bastante relajado, pero Morata asegura que no siempre es así. "Una persona muy nerviosa no podría trabajar aquí. Hay mucho estrés ya veces tienes que saber gestionar esta carga de trabajo de forma repentina. Debe gustar tener que hacer las cosas por ahora mismo, porque a veces no mucho más tiempo para pensar", reflexiona. Se le extraña recordar el contraste con los días de la pandemia de la cóvid, hace cinco años, cuando pasaron de los 700 vuelos diarios a operar apenas 8 para asegurar la conexión con las islas.

Una sala espejo y una para las emergencias

La sala de Viladecans tiene un gemelo –no tan lustroso pero igual de efectivo– en otra población que no comparte la misma red de internet, agua, luz o gas, que Vueling. Si fallara el generador, todo puede seguir controlándose desde allí. Además, la compañía dispone también de otra sala para las emergencias –ahora hablamos de crisis extremas como un accidente aéreo– desde donde se gestionaría la catástrofe, con pantallas para seguir las imágenes del suceso por varios canales de televisión: "Solo se ha utilizado para los simulacros periódicos".

Morata llegó a esta profesión porque siempre le había gustado la aviación: "Como quizás ocurría a todas las niñas de mi época pensé «quiero ser azafata de vuelo», pero más adelante me pregunté por qué no podía ser piloto". Por último, tampoco optó por comandar aviones, pero sí se apuntó a un título propio –entonces "muy desconocido"– de gestión aeronáutica que se impartía en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). "Recuerdo el primer Año Nuevo que estuve aquí. Eran todo hombres. Ahora ha cambiado mucho y creo que ya es 50-50", celebra la responsable del turno.

Las aerolíneas con más mujeres en la cúpula son más eficientes

Una investigación liderada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha analizado la eficiencia de 45 grupos de aerolíneas durante dos años determinados, en 2019 y 2022, es decir, antes y después de la fatídica crisis provocada por la pandemia. El equipo formado por el catedrático de gestión del transporte aéreo de la UOC Pere Suau-Sanchez, la profesora de los estudios de economía y empresa de la UOC Laura Lamolla y el profesor de la University of Edinburgh Business School Augusto Voltes-Dorta– ha investigado en qué medida la presencia de mujeres en sus consejos de administración y más entes en la respuesta. "Estas consiguieron adaptarse mejor a los retos", afirma Suau-Sanchez. Para medir la eficiencia, el estudio incluye indicadores como el número de asientos ocupados y el cumplimiento de objetivos operativos y sostenibles.

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