Opa del BBVA en el Sabadell: Un culebrón de tensión con tres posibles desenlaces
Este viernes la CNMV desvelará en un clima de tensa espera el resultado de la operación de compra del único de los grandes bancos con sede social en Catalunya
BarcelonaLa opa del BBVA en el Banc Sabadell empieza a recordar al escritor Michael Ende y su libro La historia interminable. De entre las posibilidades de que este proceso que hace 17 meses que empezó llegue a su final o no, la segunda opción es la que parece tener más posibilidades. Este viernes, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dará a conocer el resultado del período de aceptación de la oferta por parte de los accionistas del Sabadell, lo que puede suponer un punto final o bien abrir un nuevo episodio en este culebrón que podría alargarse hasta el próximo año. En juego está el futuro del único de los grandes bancos con sede social en Cataluña.
Una segunda parte
Los mercados, es decir, los inversores, analistas, gestores y otros, no ven todavía el fin de ese serial. Más bien apuestan por un nuevo episodio, por una segunda parte. Y eso será porque el BBVA llegará a lo sumo a conseguir entre el 30% y el 50% del capital del Sabadell. Y muy justo. "El pasado viernes preveíamos entre el 28% y el 33% del capital", afirman algunos analistas consultados. Y en ese supuesto, si decide renunciar a la condición de obtener más del 50% de los derechos de voto (ahora lo ha fijado en el 49,73% porque descuenta la autocartera) que se impuso para que la operación sea un éxito, puede optar a una segunda opa. Ésta, legalmente, debe ser en efectivo y a un precio que establecerá también este viernes la CNMV y que, en teoría, podría ser similar a los 3,39 euros a los que el BBVA valoró su última o más ofertas. En este caso, todo ello se alargará para que sean necesarias las autorizaciones pertinentes. Hay muchos indicios de que esto puede ocurrir.
Después de que el Sabadell diera a conocer que sólo el 2,8% de sus accionistas que también son clientes y tienen depositadas sus acciones en el banco han dicho que sí en la opa –son el 1'1% del total del capital–, se supo también que Bestinver vendió su participación en el mercado y, por tanto, renunció a acudir a la opa. Los responsables de la mayor gestora de fondos independiente de España, del grupo Acciona, además de reforzar su posición en el BBVA, afirmaron que el escenario más plausible es que el banco de origen vasco se quede por debajo del 50% y por encima del 30%. Por tanto, creen que optará a una segunda opa a un precio quizás algo más alto y para la que no prevén demasiado éxito. Otro indicio es que las acciones del Sabadell durante esta semana de espera suben o bajan menos que las del BBVA, lo que interpretan a los analistas como que el mercado empuja a una segunda vuelta. en cualquier caso, incluso con el 30%, el BBVA podría decidir retirarse si lo está de acuerdo con el precio fijado por la CNMV.
Tener más del 30%, pero menos del 50% ya otorgaría al BBVA el rol de primer accionista. Difícilmente nadie más hará una opa cuando hay una entidad que tiene un paquete del capital tan grande. Y, en este supuesto, el futuro del Sabadell se limitará a vivir un compás de espera con posibles fricciones en lo que se refiere a las cúpulas directivas los tres años que impuso el gobierno español antes de realizar una fusión. Y durante este tiempo, el BBVA irá comprando títulos en el mercado para superar el 50%, lo que encarece sus previsiones. Esto, salvo que el Tribunal Supremo dé antes la razón al BBVA, que recorrió la prohibición establecida por el ejecutivo español.
El final de la historia
La segunda de las alternativas es que el BBVA no logre llegar ni al 30% del Banc Sabadell, una posibilidad que no se ha descartado en ningún momento. Si esto ocurre, el banco de origen vasco abandonará el proyecto. Se habrá terminado el serial. Sería la segunda vez que fracasa, como ocurrió en el 2020. En algunas ocasiones, el presidente de la entidad, Carlos Torres, afirmó que si la opa no tiene éxito, "no ocurre nada" y asegura que BBVA continuará con su hoja de ruta hasta el 2028. Este plan estratégico incluye el compromiso de distribuir 36.000 millones de euros a sus accionistas. El Sabadell, por su parte, ha decidido concentrarse en el mercado español después de pactar la venta de la filial británica TSB en el Santander. También se ha comprometido a mantener un alud de beneficios para los accionistas. De hecho, acaba de incrementar los 6.300 millones previstos hasta el 2027, y ahora son 6.450 millones.
Si se llega a esta situación, en el BBVA están convencidos de que subirá su cotización, mientras que caerá la del Sabadell, que registra una valoración que consideran ligada a la opa. En el Sabadell, en cambio, opinan que pueden subir ambos valores y, en especial, los títulos del banco catalán, que vería eliminado "el tapón", en palabras de su presidente, Josep Oliu, que para el potencial de la entidad ha supuesto la opa. Además de los pequeños accionistas, el segundo gran accionista del banco catalán, la aseguradora Zurich, que mantiene una alianza estratégica con el Sabadell, con el 4,947% del capital, anunció también que no iría a la opa. Y es probable que, de ir cada uno por su camino, más adelante haya movimientos en los que podría participar el Sabadell con la banca media, con Unicaja, Abanca u otros.
Un nuevo serial
La alternativa a la que se dan menos posibilidades, aunque el BBVA se ha mostrado públicamente seguro de llegar a ella, es conseguir más del 50% del capital. El banco de origen vasco ha aprovechado la decisión del inversor mexicano David Martínez Guzmán, con el 3,495% del capital, que también es consejero del Sabadell, de acudir a la opa como reclamo para el resto de accionistas. El BBVA esperaba que ese paso de Martínez influyera en el resto, tanto los pequeños accionistas como los inversores institucionales. No está claro el efecto que este movimiento haya podido tener.
En caso de tomar el control de más del 50%, el BBVA tendrá las manos libres para trabajar de cara a llegar a la fusión, aunque tenga que esperar un mínimo de tres años, salvo que el Tribunal Supremo diga lo contrario. En todo caso, la entidad presidida por Torres dispondrá de un período de tiempo para preparar la integración, si bien ambos bancos tendrán que operar de forma autónoma. Y los ahorros previstos por la fusión se retrasarán. BBVA afirma que sólo un año, mientras que el Sabadell lo duda. En cualquier caso, se habrá perdido el único de los grandes bancos con sede social en Catalunya, aunque el BBVA afirma que mantendrá en Sant Cugat un centro operativo importante. Alguna patronal, que se opone como el resto de agentes económicos catalanes a esta unión, como mal menor presionará para que desde Catalunya el nuevo banco gestione todo el negocio de banca de empresas del grupo.