Eureka

La pequeña mentira de la que nació el queso Président y el principal grupo láctico del mundo

Un cubero de los años 1930, que no tenía ni vacas, acabó creando un imperio que ahora factura más de 30.000 M€ anuales

EUREKA
10/09/2025
3 min

Por uno de los caminos sinuosos que atan las granjas solitarias de la región francesa de Mayenne, ruge el motor de una furgoneta. La conduce André Besnier, un joven cubero de Montsûrs, uno de los pueblecitos que completa el mosaico infinito de campos de la zona. Es 19 de octubre de 1933 y circula cargado con un montón de botas vacías. También acarrea una ambición: conseguir que los granjeros de la zona le vendan leche. Tiene buena nariz para los negocios, ha olfateado la posibilidad de hacer dinero fácil al mundo lácteo y se ha lanzado de cabeza: el taller de botas le funciona bien, pero cree que haciendo quesos le podría ir mejor. "En esa época, los granjeros se hacían la mantequilla ellos mismos y no querían vender la leche a nadie", recuerda uno de los ayudantes de Besnier, que le acompañaba en la furgoneta. "Para hacerles creer que otros ganaderos ya le habían vendido, llenó unas cuantas botas con agua", continúa el testigo en un extenso reportaje publicado en 1990 en El Obséconomie. La engañifa funcionó: por la noche descargaba, satisfecho, 30 litros de leche en su taller en el pueblo medieval de Lavan.

Ese día nació la semilla de Lactalis, el mayor grupo láctico del mundo. Hoy es propietaria de marcas de leche como Puleva, Castillo o Ram, muy populares en España; de quesos como El Ventero, Galbani y Gran Capitán; de yogures y postres, como La Lechera, Nesquik y Nestlé, fruto de una alianza con esta otra compañía; y de la horchata Chufi, entre otros. Solo en España, la filial de Lactalis cerró en el 2024 moviendo 1.676 millones de euros. En todo el mundo la casa superó por primera vez la barrera de los 30.000 millones de euros facturados. Está presente en 50 países, tiene 266 industrias lácteas y queserías repartidas por los cinco continentes y cuenta con una plantilla de 85.500 empleados. Pero, ¿qué ocurrió para que un joven botero de la década de 1930 que ni siquiera tenía vacas acabara creando un imperio de estas dimensiones?

El empuje de la competencia

Con los primeros 30 litros de leche, André Besnier se encerró en la barraca y empezó a hacer quesos camembert de forma artesanal. Los llamaba Petit Lavallois. "Los más desastrosos les daba a las monjas de la Misericordia; los demás, les venía al mercado de Laval", recuerdan personas que le habían conocido, en El Obséconomie. Poco a poco, fue ganándose la confianza de los granjeros con técnicas astutas: aprovechando los cargamentos de leche, por ejemplo, se ofrecía a llevarles paquetes y cartas gratis. Enseguida necesitó más manos en el taller y las fue a buscar a las cooperativas religiosas de la comarca. Ofreció sueldos más altos y se llevó a buenos trabajadores. Con este método captó a un ingeniero químico que le ayudó a montar la primera fábrica con cara y ojos.

En 1956, con el negocio ya recuperado de los estragos de la Segunda Guerra Mundial, André Besnier murió y la empresa pasó a manos de Michel, su hijo predilecto. Fue bajo su reinado que sus quesos se hicieron populares. En la década de 1960 el quesero Jean-Moël Bongrain creó la marca Caprice des Dieux, con una gran capacidad de producción, con un gusto muy constante y una buena presentación. Besnier aprendió la lección y en 1968 creó la marca de camemberts suaves Président. Funcionó muy bien.

A partir de 1970, y ya con Michel Besnier con experiencia en el trono, la compañía creció a golpe de talonario: compró un montón de queserías del oeste de Francia. Con una auténtica fijación por el control de costes y la eficiencia industrial, Besnier firmó la jugada magistral en 1990. Ese año compró Bridel, uno de los gigantes históricos del sector. Esto convirtió a la empresa en el grupo lácteo líder en Francia.

Las ventas en el exterior también habían ido creciendo. De hecho, en 1981 ya compró una primera quesería fuera de Francia: en Wisconsin, Estados Unidos. En 1999, con la vocación clara de atravesar fronteras, rebautizaron a la empresa con el nombre de Lactalis. Un año más tarde, Emmanuel Besnier, el hijo de Michel, le sucedió y remachó la expansión. A partir de 2000, y bajo varias críticas por operar con una elevada opacidad financiera y con un modelo empresarial hipercompetitivo, compró las marcas italianas Galbani, Nuova Castelli y Parmalat, los yogures islandeses Siggi's y los productos lácteos de Kraft Heinz en Estados Unidos, excepto el famoso Philadelphi.

Las fechas clave
  • 1933

    André Besnier recoge 30 litros de leche gracias a una pequeña mentira y comienza a hacer camemberts en Laval con la marca Petit Lavallois.

  • 1956

    Muere André Besnier y la empresa pasa a manos de su hijo, Michel Besnier.

  • 1960

    Jean-Noël Bongrain crea la marca Caprice des Dieux, que inspira la futura estrategia de Michel Besnier.

  • 1968

    Nace Président, el camembert suave con el que Michel Besnier conquista la gran distribución.

  • 1970

    Inicio de la expansión a través de compras de queserías en el oeste de Francia.

  • 1981

    Lactalis compra su primera quesería fuera de Francia, en Wisconsin (EE.UU.).

  • 1990

    Compra Bridel, uno de los gigantes históricos del sector, y se convierte en el grupo lácteo líder en Francia.

  • 1999

    La empresa cambia de nombre y adopta oficialmente la marca Lactalis.

  • 2000

    Emmanuel Besnier sucede a su padre, Michel, e impulsa la expansión internacional del grupo.

  • Años 2000

    Lactalis compra las marcas italianas Galbani, Nuova Castelli y Parmalat.

  • 2010

    Adquiere los yogures islandeses Siggi's y los productos lácteos de Kraft Heinz en EE.UU. (excepto Philadelphia).

  • 2024

    El grupo supera por primera vez los 30.000 millones de euros de facturación y cierra el año con 266 plantas, presencia en 50 países y 85.500 empleados.

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