FINANZAS

Una tarjeta de débito digital para dar la vuelta al mundo

Revolut es una fintech británica instalada en Barcelona que promete eliminar las comisiones para pagar y sacar dinero del cajero cuando viajas

Paula Solanas
3 min
Una tarjeta de débito digital para dar la vuelta al mundo

¿Cambio dinero en el banco antes de coger el avión o cuando llegue al destino? ¿Pago con tarjeta o saco efectivo en un cajero automático de otro país? Viajar y gastar son conceptos prácticamente inseparables y una fuente de dudas cuando se trata de los preparativos económicos antes de salir al extranjero. Sin embargo, el ecosistema de aplicaciones fintech está empeñado en cambiar las normas del juego cuando se trata del mundo del dinero. La británica Revoluto -que hace unos meses ha aterrizado en el mercado español con una oficina en Barcelona- presume de disponer de una plataforma para abrir una cuenta corriente gratuita en menos de 60 segundos. Los clientes también pueden solicitar una tarjeta de débito virtual o física -esta segunda opción tiene un coste de seis euros por el envío y la fabricación- para pagar en el extranjero y ahorrarse las comisiones que cobra la banca tradicional. En este sentido, la aplicación también incluye la posibilidad de sacar un límite de hasta 200 euros al mes (400 euros en su versión de pago) de cualquier cajero automático sin pagar comisiones, así como intercambiar divisas a tipo interbancario.

Si la mayoría de servicios no tienen ningún coste para el usuario, ¿cuál es el negocio de la compañía? El responsable de Revoluto en España, Pablo Viguera, explica que la aplicación se lleva una comisión por cada transacción que realizan sus clientes en comercios físicos u online. Además, cuenta con una versión de pago para empresas que funciona con un modelo de suscripción, en el que las 16.000 corporaciones adscritas eligen entre tres opciones de hasta 1.000 euros al mes. “En una empresa de tecnología todo se crea con una estructura menor que un banco. Empecemos de cero y no creamos puestos de trabajo ni oficinas redundantes”, justifica este directivo del mundo fintech.

Revolut arrancó en 2015 con un negocio muy centrado en su función de billetero digital, pero recientemente también ha subido al carro de uno de los fenómenos más repetidos del último año: las criptomonedas. La empresa incluyó a finales de 2017 la función de comprar y vender divisas digitales sin necesidad de abrir otra aplicación. “Creemos que es necesario democratizar el acceso a las criptomonedas, es un activo nuevo y lo queremos ofrecer a todo el mundo”, explica Viguera. Sin embargo, reconoce que es un mercado muy volátil y susceptible a las bajadas de precio repentinas por los embates de los reguladores.

Aparte del auge de los bitcoins, Revoluto también ha querido aprovechar el hecho de que viajeros de todo el mundo le hayan convertido en la tarjeta de referencia para sus rutass. Así, la empresa ha incorporado un seguro de viaje a su oferta de servicios, que permite pagar un euro al día durante su estancia a cambio de la cobertura. El truco para ofrecer estos productos a tan bajo precio es que Revolut no es quien los genera, sino únicamente el intermediario. En el caso de los seguros de viajes, la fintech ha llegado a un acuerdo mayorista con la multinacional Thomas Cook para poder rebajar su coste. Es la misma fórmula que utiliza para ofrecer créditos al consumo, que gestiona a través de la plataforma de crowdlending Lending Works.

Actualmente, Revolut tiene más de un millón y medio de usuarios, de los que unos 50.000 están en España. Sin embargo, uno de los frenos que todavía tiene el despliegue de su negocio son las normativas. Su actividad es legal porque dispone de una autorización de una entidad de pagos británica, pero la empresa ha pedido una licencia bancaria en Lituania porque en ese país los reguladores son más proclives a adoptar el sector fintech. Pero esto limita su operativa en el continente europeo y retrasa -de momento- su salto a Estados Unidos y Asia.

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