Puigdemont rechaza tutelas de Madrid: "Se acabó ser gorros. ¡Haremos lo que nos dé la gana!"

ArgelerosEmpieza la recta final de la campaña electoral y comienza la carrera de Junts para intentar desbancar a Salvador Illa de la primera posición que le dan todas las encuestas. Por eso la estrategia de la maquinaria juntera en esta última semana pasa básicamente por dos vías: la primera, presentar el 12-M como un plebiscito entre Isla o Puigdemont, y la segunda, llamar a la movilización independentista para evitar que la Generalitat, dicen, quede "subordinada" a los "intereses de la Moncloa" si tiene la presidencia del PSC. En opinión del candidato de Junts, Carles Puigdemont, si el voto soberanista sale a votar –a diferencia de lo ocurrido en las últimas contiendas electorales– se podrá mantener la mayoría absoluta en el Parlament, ahora en peligro. "El país se la juega. Nos jugamos el futuro", ha exclamado el candidato de JxCat, Carles Puigdemont, en el mitin central en Argelers, donde Junts ha exhibido músculo reuniendo hasta 3.000 personas -según la organización-, que es se han repartido entre dentro y la pantalla instalada fuera del pabellón.

El expresidente, acompañado de la plana mayor de Junts, se ha presentado como el único candidato que puede "levantar Catalunya" y "liderar" la Generalitat, aunque eso implique, ha dicho, tomar "decisiones incómodas" , citando la sanidad, la educación, la inmigración o el aeropuerto de El Prat. "No es gestionar, es mandar", ha remarcado, situándose también como el cabeza de lista que puede decir "no" a Madrid si es necesario. Y ha puesto un ejemplo: ha insistido en que Junts no apoyará los presupuestos españoles si no se arregla el déficit fiscal de Catalunya. "Nosotros no tenemos las manos atadas [...], tampoco tenemos tutelas": "Haremos lo que nos dé la gana. Como hemos hecho estos seis años y medio en el exilio ante los intentos de extradirnos y enfangarnos nos", se ha reafirmado, en alusión a la agenda internacional que ha desarrollado. "Se acabó ser gorros", sentenció.

Todos los discursos del mitin central han ido, pues, en la misma línea –o Carles Puigdemont o Salvador Illa–, pinchando sobre todo con el papel que tuvieron los socialistas durante el Proceso. De hecho, Puigdemont ha acusado al PSC de "presunta moderación" y ha recordado que pactaron con el PP y los comunes en Barcelona para evitar que Xavier Trias fuera alcalde, o que tras el referéndum de 2017 "manifestaron junto a la extrema derecha de Vox" o bendijeron, aseveró, las "porras" contra los votantes del 1-O. Ha dicho, incluso, que si gobierna Isla está en riesgo "la nación y la lengua catalana". El candidato de Girona, Salvador Vergés, lo ha rematado: "Tienes que estar muy españolizado hasta el tuétano de la columna vertebral por decir Lérida o Bajo Llobregat. Nunca nadie de mi candidatura diría Gerona o Bajo Empordán", ha exclamado. "O dependencia o independencia", "o subordinación o nación", han repetido también las candidatas Mònica Sales, de Tarragona, y Jeanine Abella, de Lleida. ~BK_SALTO_LINEA ~ Antes del líder juntero han tomado la palabra tanto la presidenta del partido, Laura Borràs, como el secretario general de Junts, Jordi Turull, que han respondido a los insultos que ayer el presidente de UGT en Catalunya, Matías Carnero, brindó a Puigdemont , asegurando que se marchó al exilio en una "maletero llorado y no sé si meado o cagado". Puigdemont en prisión. El problema no es el señor Carnero, el problema es el señor Salvador Illa", clamó Turull, llamando a la movilización para "salir a ganar" ante unos socialistas, dijo, que son una "auténtica máquina de destrucción del adversario". Y Borràs ha añadido: "Nosotros no insultaremos a nadie. A mí no me aplaudiría ni me abrazaría a nadie si lo hiciera. Porque nosotros somos diferentes y queremos gobernar Catalunya con esta dignidad". Las palabras del sindicalista, de hecho, han generado malestar también en algunas sectores de UGT, ya que Junts es necesario en el Congreso para que salga adelante, por ejemplo, la reducción de la jornada laboral.

Llamamiento a pasar el rastrillo

Quien han evitado mencionar ha sido a Esquerra, porque pese a ser uno de sus competidores electorales la estrategia pasa por ignorar a los republicanos. Las críticas son implícitas en sus discursos, como la que ha hecho Sales al presidente, Pere Aragonès: "Queremos un presidente que genere complicidades con las demás formaciones en el Parlament. El liderazgo se demuestra cada día". La opción de Junts contrasta con la de ERC, que este sábado ha vuelto a cargar contra los de Puigdemont y los pidieron que dejen de "hacer el mariposa".

El candidato de Junts ha comenzado el mitin central del partido fuera del pabellón de Argelès para poder saludar a la gente que no ha podido entrar por falta de aforo -algunos venían desde el Ebro-. "Ganaremos las elecciones", proclamó, llamando a la movilización independentista pese a las "dudas", admitió, que muchos puedan tener. De este modo, pidió pasar el rastrillo –a través de "redes sociales, amigos, vecinos e hijos"– para convencer a aquellos que no saben todavía ni si irán a votar porque, aseguró, es necesario activar el "arma secreta" de los soberanistas: "Hagamos estallar las urnas".