El dolor de cabeza de vender un piso sin inmobiliarias: "Se hacen pasar por supuestos interesados"

Barcelona“Hola, ¿eres de una inmobiliaria?”, dice Joan (nombre ficticio) nada más descolgar el teléfono. Hace pocos días decidió poner un piso a la venta. En una breve conversación telefónica con este diario, reconoce que ha recibido muchas llamadas de inmobiliarias interesadas en su piso, aunque en el anuncio que colgó explicita el ya conocido "abstenerse agencias".

También es el caso de Maria (nombre ficticio), Ivonne y Dani, tres personas que tienen actualmente un piso en venta y, desde que lo colgaron en internet con la misma advertencia, también han recibido un alud de solicitudes. La gran mayoría no eran compradores particulares, el público al que van dirigidos sus anuncios, sino agencias o agentes inmobiliarios interesados ​​en intermediar el proceso de compraventa de su vivienda.

Este tipo de operaciones, de particular a particular, son poco habituales y han ido a menos con los años, según explica al ARA el portavoz y asesor jurídico de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Cataluña (API), Carlos Sala. Requieren una gran inversión de tiempo, especialmente para el vendedor, ya que comporta realizar muchos trámites.

"Si alguien se ha sentido incomodado por alguna agencia o agente de la propiedad, nos ponemos a su disposición. Se pueden dirigir a nosotros para emitir cualquier queja respecto a algún profesional que tengamos asociado", asegura Sala, y dice que no les constan quejas sobre estas conductas comerciales. En Cataluña, a diferencia de otros territorios del Estado, es obligatorio registrarse como agente inmobiliario desde el año 2010. Años más tarde, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares también incorporaron el registro obligatorio y los seguros de caución y responsabilidad civil.

"Se hacen pasar por supuestos interesados"

Dani, un vecino de Cerdanyola del Vallès, y su hermano, recibieron en herencia un piso que era de sus abuelos. Tras una primera etapa centrada en resolver cuestiones burocráticas, decidieron empezar a buscar compradores. Antes, él también había ido a visitar algún piso.

"Tienen una forma de trabajar muy agresiva. Fui a ver un piso por si podía comprarlo y se pasaron un mes llamándome cada dos o tres días para convencerme. Y ahora me ha pasado lo mismo a la hora de vender", explica en declaraciones al ARA.

Desde que colgó el anuncio, hace ya dos semanas, ha recibido más de 20 llamadas de inmobiliarias. "Utilizan teléfonos distintos, se hacen pasar por supuestos interesados ​​y quieren concertar una cita contigo, y cuando al final les preguntas si son particulares, te dicen, por ejemplo, que son de Tecnocasa", añade. Le dicen tener inversores interesados ​​en cerrar la compra rápidamente, y le ofrecen cantidades entre un 15% y un 20% por debajo de tasación. "A raíz de eso, estamos teniendo problemas en casa porque no puedo gestionar esta situación, te acabas sintiendo acosado. Ves un número que no tienes agregado y piensas «ya están aquí»", lamenta.

"He recibido 50 llamadas en una semana"

Ivonne hace tan sólo unos días anunció la venta de un piso en la ciudad de Barcelona. "He recibido 50 llamadas en una semana, todas inmobiliarias", explica en una conversación telefónica en el ARA. El mismo día que lo colgó, una agencia replicó el anuncio en otro portal sin su autorización: "Me preguntaron si quería venderlo rápido y yo dije que sí, pero sin pagar los costes de una inmobiliaria. Le llamé de inmediato para que lo retirara".

Pocos días más tarde, otra persona que al final le reconoció que era un agente inmobiliario le dijo que tenía gente interesada en el piso y que le conseguiría una visita. "Cuando vinieron, me di cuenta de que se parecían y se lo dije. Ya no me dijeron nada más. Yo creo que eran hermanos, y la inmobiliaria les llevaba para simular que conseguían gente interesada en el piso", explica al ARA.

"Les dices que no, pero no paran de llamarte"

Maria (nombre ficticio) también tiene una vivienda a la venta en Cerdanyola del Vallès. Ahora lleva dos años buscando un comprador. "Lo primero que pregunto es si son particulares o de agencia, ya muchas personas a pesar de decirles que no, no paran de llamarte, te envían whatsapps y también correos electrónicos", explica al ARA. Asegura que le llaman y le piden información del piso, pero que cuando se trata de hablar de condiciones y comisiones es una puerta cerrada. "Te piden los metros que tiene el piso sin ni identificarse", añade.

"Además, como ya saben que hay un rechazo por nuestra parte, lo que hacen es decir que no son agencias, lo que dicen es que son autónomos y, sobre todo, dicen que tienen una persona muy interesada, y acaba siendo mentira", detalla a este diario.