La irrupción de DeepSeek, el ChatGPT chino, ha hecho temblar a las borsas estadounidenses por la amenaza que supone para sus homólogos de EEUU. Sin ir más lejos, el gigante de los microprocesadores Nvidia, se desplomaba en la apertura de los mercados más de un 12%, y arrastra pérdidas durante el día de unos 400.000 millones de dólares en su capitalización, el equivalente a unos 380.000 millones de euros. Es la pérdida de mayor valor en bolsa por parte de una compañía en un solo día.
Todo indica que podría ser el inicio de un cambio de tendencia del fenómeno de la Inteligencia Artificial (IA). Nvidia, que se dedica principalmente a la fabricación de GPUs –procesadores gráficos que sirven para generar gráficos y visualizaciones en ordenador, esenciales para aplicaciones que requieren un rendimiento gráfico de alta calidad, como los juegos y los programas de edición de vídeo, y ahora también para la inteligencia artificial-, ha centrado sus esfuerzos en desarrollo de la IA, y llegó a posicionarse como la empresa más valiosa del mundo.
Pero el reinado no le ha durado demasiado. China ha desarrollado su propia versión de ChatGPT. Y no sólo eso: lo ha hecho en tiempo récord, apenas dos meses, ya un coste muy inferior, de menos de seis millones, una cantidad irrisoria en un universo, el de la IA, en el que se invirtieron más de 200.000 millones en el 2024. De hecho, las principales empresas de IA del mundo entrenan a sus chatbots con superordenadores que utilizan hasta 16.000 chips o más. Pero DeepSeek ha logrado lo imposible: sus ingenieros aseguraron que sólo necesitaban unos 2.000 chips de ordenador especializados de Nvidia.
Con sólo unos días en el mercado, DeepSeek ya se ha convertido en la aplicación gratuita más descargada en las tiendas de aplicaciones móvil, superando a ChatGPT. Su principal virtud es que es de código abierto, por lo que cualquier usuario puede ver cómo funciona internamente y es totalmente transparente.
Lunes negro en Wall Street
La sorpresa no se ha llevado por delante sólo a Nvidia, que era hasta la fecha la empresa más valiosa del mundo en los mercados y que ha caído hasta el tercer puesto por detrás de Apple y Microsoft, sino que ha trascendido al resto de valores tecnológicos. El Nasdaq, el índice bursátil que agrupa a las principales empresas tecnológicas, se ha despertado este lunes con una caída de cerca de un 3%, arrastrado, además de Nvidia, por las caídas de Broadcom (15%), Cisco (5%), Microsoft (3,6%) y Alphabet (2,5%), entre otras muchas.
Una inteligencia artificial hecha con código abierto
La alternativa china a ChatGPT, Deepseek, basa parte de su atractivo en el uso del código abierto, una opción que hace que cualquier persona pueda ver cómo funciona internamente. El hecho de que esté hecho usando código abierto permite que desarrolladores de todo el mundo puedan descargarlo a través de GitHub y modificarlo para diferentes escenarios. Más allá de eso, otro de sus puntos a favor es que su chat nativo, disponible en su página web, es gratuito y no requiere ninguna suscripción aunque se quiera utilizar su versión más avanzada, informa Alejandra Palés.
Deepseek tiene dos modelos disponibles. DeepSeek V3 salió el pasado 10 de enero y, según sus responsables, solo se necesitaron 2,788 millones de horas de entrenamiento. Todo el proceso tuvo un coste de 5,5 millones de dólares. Por el contrario, para el ChatGPT-4, OpenAI invirtió alrededor de 80 millones de dólares. Así pues, el sistema chino sería mucho más barato que el americano, tal y como señalaba Albert Cuesta en un artículo reciente en el ARA. En su repaso de las tendencias tecnológicas de 2025, avisaba de que el DeepSeek3 era una demostración de que la IA puede entrenarse con muchos menos recursos que los que destinan los americanos. El otro modelo chino disponible es DeepSeek1, especializado en razonamiento y supera el rendimiento de los modelos más avanzados de OpenAI. Con sus dos modelos, DeepSeek rompe el monopolio de la inteligencia artificial, que hasta ahora estaba en manos de Silicon Valley.