Deporte

¿Por qué gusta tanto el aquagym, la clase siempre llena del gimnasio?

La actividad es dinámica y apta para todos los públicos y en los últimos años atrae a cada vez a gente más joven

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Una clase de aquagym en un gimnasio

Barcelona“Llevo treinta y cinco años impartiendo clases de aquagym. Es un deporte que ha evolucionado mucho, tanto con los materiales que utilizamos como con la incorporación de música y coreografías que lo hacen muy dinámico y distraído y, sobre todo, con el tipo de practicante”, explica Núria Serra, nadadora, socorrista e instructora de aquagym.

El aquagym es una actividad física que se practica dentro del agua y consiste en la práctica de ejercicios aeróbicos y de fuerza con un soporte musical y la utilización de diferentes materiales como “steps, pelotas, churros, pesos e incluso bicicletas en el agua”, especifica.

Aunque ya hace unas décadas que las piscinas y gimnasios ofrecen sesiones, en los últimos años ha estallado la práctica y si antes el perfil de usuario era mayoritariamente de mujeres de avanzada edad, actualmente ha dado un giro: “Tengo doce grupos cada semana, de los cuales sólo dos son de personas de avanzada edad. En estos últimos tiempos he notado un gran aumento de usuarios de entre treinta y cinco y sesenta años”, confirma Núria.

Desde sus inicios, el aquagym se ha practicado mucho porque apenas tiene contraindicación alguna en cuanto a edad, sexo o condición física –excepto en casos muy concretos en los que es necesario consultar siempre con los especialistas antes de iniciar -se–. Más allá de todo esto, Gerard Presseguer, técnico en actividad física y fisioterapeuta, se muestra contundente: “Creo que es una actividad altamente recomendable para personas que no estén acostumbradas a una rutina diaria de trabajo físico, o bien para las que no puedan gozar de otro deporte por culpa de una incapacidad permanente o temporal y busquen disfrutar, pasarlo bien y, al mismo tiempo, ejercitar el cuerpo sin peligro de causar lesiones”.

Así pues, podemos afirmar que se trata de una actividad muy inclusiva, si la comparamos con otras prácticas, y puede ser una buena opción para personas con sobrepeso, con baja condición física, con problemas traumatológicos, articulares o musculares, personas en proceso de rehabilitación tanto física como emocional o psicológica y mujeres embarazadas.

Pero su auge ha llegado cuando esta actividad ha empezado a hacerse popular entre la población general que busca una práctica diferente, divertida, asequible y, al mismo tiempo, que note cómo hace trabajar el cuerpo.

“Quizá a quien cuesta más es a los jóvenes, aunque poco a poco va bajando la media de edad porque, en general, cuando la gente lo prueba se da cuenta de que se trabaja mucho más de lo que parece desde fuera”, añade Núria.

Y esta sería una de las asignaturas pendientes, porque a los jóvenes, sobre todo en la adolescencia, les cuesta encontrar una actividad que les guste, les distraiga y les motive y esto contribuye a que haya un alto nivel de abandono de la práctica deportiva a estas edades, algo que no es nada bueno para su salud presente ni futura. Presseguer considera que “el aquagym puede ser un buen aliado para empezar o reanudar la actividad y, así, poco a poco, ir aumentando la forma física de cada uno y quizá animarse a probar otros más exigentes ”. Y añade: "Incluso puede ser una buena opción para los niños si se plantea la sesión en forma de juego".

Diez razones para practicar aquagym:

  1. Mejora la salud general. Es un tipo de práctica que incide directamente en el sistema cardiovascular, en el sistema pulmonar, en el sistema linfático y en el sistema inmunitario y equilibra la hipertensión.
  2. Ayuda a controlar el peso y el índice de masa corporal. Por tanto, favorece la percepción de la propia imagen personal, de tal forma que promueve que nos sintamos mejor con nosotros mismos. “Sobre todo los usuarios más jóvenes practican aquagym con el objetivo de quemar y mejorar el aspecto físico”, explica Núria.
  3. Estimula la mejora el descanso nocturno, porque contribuye a potenciar la calidad del sueño y “de esta forma ayudamos a regenerar mejor cualquier estado inflamatorio que pueda estar sufriendo nuestro cuerpo, porque este proceso de desinflamación tiene lugar mientras dormimos”, explica Gerard.
  4. Va bien para los dolores articulares. Es una actividad ideal para todas aquellas personas que sufren dolores articulares porque se trata de un deporte sin impacto, de modo que se podrán mover libremente y sin dolor. “Si se hace bien, es una práctica que no causa lesiones”, confirma por experiencia Mari Carmen, practicante de aquagym desde hace veinticinco años.
  5. Promueve la flexibilidad, lo que favorece que las personas que lo practican se sientan más ágiles en el día a día. Y esto les lleva a ganar autonomía y comodidad para la vida en general.
  6. Mejora la condición física global “tanto en la vertiente de resistencia aeróbica, de forma más amplia, como anaeróbica, porque en ciertos momentos de la clase también se trabaja a intensidades altas, pero sobre todo existe un trabajo muy interesante de fuerza porque el agua ofrece una alta resistencia” , explica Gerard.
  7. Mejora la coordinación de movimientos que, junto con la flexibilidad, proporcionan mayor confort a la hora de llevar a cabo el resto de actividades rutinarias. Por tanto, hacen el día a día más agradable.
  8. Es una práctica discreta. “Hay personas a las que practicar algún deporte, ponerse una equipación y verse expuestas les incomoda. En cambio, con el aquagym, sí que es cierto que van con bañador, pero pueden preservar la intimidad dentro del albornoz hasta que entran en la piscina y, una vez allí, sólo les sale la cabeza y se pueden mover libremente, saltar, remover el culo, levantar las piernas, etc.”, apunta Núria.
  9. Ofrece una gran sensación de bienestar. El agua ayuda a la relajación general tanto física como mental, aunque la práctica pueda ser exigente. “Se lo veo en la cara cuando salen”, dice Núria.
  10. Distrae y sociabiliza. Se realiza en un medio acuático, con música, siguiendo coreografías muy dinámicas, utilizando materiales muy diferentes. "Por eso, a la gente cuando lo prueba le gusta tanto, porque notan que se trabaja, pero sobre todo que es muy distraído, dinámico y se lo pasan bien", afirma Núria. Y Mari Carmen añade: “Son clases muy dinámicas y hemos creado un grupo de compañeras muy bonito, de tal modo que desconecto del mundo y me entra muy bien”.
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