Las inundaciones dejan a Libia sin suficientes bolsas para recoger los cadáveres
La cifra de muertos asciende a 11.000, mientras crece el riesgo de epidemies y la situación humanitaria en Derna es "catastrófica"
LondresLas imágenes que llegan de Derna, el núcleo portuario del este de Libia devastado el domingo por la noche, siguen siendo escalofriantes. Las llamadas de socorro, pidiendo, por ejemplo, bolsas para poner los cadáveres que se acumulan por doquier, sugieren igualmente la magnitud del desastre. Y hay prisa. Porque es necesario que se evite la propagación de epidemias –el cólera, entre otras– por la contaminación del agua que pueden provocar los cuerpos en descomposición. En estos momentos es el mayor riesgo, añadido al que ya se ha sufrido. Una devastación que, según los últimos comunicados de la Media Luna Roja de última hora de este jueves, ha causado ya 11.000 muertos.
Hamad al Shalwi, miembro del comité de crisis, ha calificado la situación humanitaria de "catastrófica", en declaraciones a la Agencia de Noticias de Libia. Y ha asegurado que todavía hay muchas personas –cientos o miles, probablemente– atrapadas bajo los escombros y el barro. El olor de los muertos ha empezado a extenderse y el Mediterráneo devuelve los cadáveres que la riada, de proporciones gigantescas, provocó. De hecho, el portavoz de la Media Luna Roja en Derna, Salem al Naas, también ha declarado esta tarde a la BBC que "hay alrededor de 2.000 cuerpos en el mar", que están por recuperar. Y los fuertes vientos los han llevado a zonas cercanas de Shahat, Martuba y Marzam.
Las partes de la ciudad a orillas del torrente del río Wadi Derna fueron literalmente borradas del mapa en la noche del domingo. Aparte de los 11.000 fallecidos, hay al menos 12.000 desaparecidos, ha afirmado Al Shalwi en el diario digital The Libya Observer.
Por su parte, el alcalde, Abdulmenam al Gaithi, calcula, a partir de la destrucción observada en los barrios afectados, que los fallecidos ascenderán entre 18.000 y 20.000, según ha declarado a Al Arabiya TV. Antes de la catástrofe, en Derna vivían unas cien mil personas. Así pues, una quinta parte puede haber perdido la vida. Es la cuarta urbe más grande de un país dividido en dos desde 2014, tres años después de que el coronel Gadafi, en el poder durante más de cuatro décadas, fuera depuesto a raíz de la Primavera Árabe y con el apoyo de los poderes occidentales, Francia y Reino Unido, principalmente. Libia tiene dos gobiernos, dos capitales –Trípoli, en el oeste, y Bengasi en el este– y si bien la guerra civil se detuvo sobre el papel en el 2020, la rivalidad, y en el mejor de los casos la tensión, continúan.
La rotura de las dos presas del Wadi Derna liberó más de un millón de toneladas de agua y todo tipo de sedimentos. La riada, que en algunas zonas alcanzó los tres metros de altura, ha arrasado también cuatro puentes. Veinte centímetros de torrente de agua son suficientes para tumbar a una persona, y con 60 es suficiente para hacer que un vehículo flote.
Normalmente, el Wadi Derna baja seco. Pero en las 24 horas previas al desastre, la tormenta Daniel provocó unas precipitaciones 260 veces superiores a las habituales en esa época del año. En total, 400 litros por metro cuadrado, cuando los registros usuales para todo el mes de septiembre en la costa norteafricana son de 1,5 litros. La perturbación ha ido evolucionando hasta adquirir categoría de huracán del Mediterráneo, que con anterioridad había afectado a Grecia, Bulgaria y Turquía. Aún se desconocen las causas exactas del derrumbe de las dos presas. Pero falta de mantenimiento, deficiencias en la construcción, además de la presión del agua acumulada, pueden ser el origen de la tragedia.
La situación de inestabilidad política en la que vive Libia desde hace más de diez años no es ajena a la situación, tampoc. Al contrario: agrava el desastre y complica aún más el envío de ayuda humanitaria y la futura y muy problemática recuperación y reconstrucción. Stephanie T. Willians, exasesora especial para Libia de Naciones Unidas, asegura: "El país ha sufrido un conflicto tras otro. Por tanto, la tragedia se ha gestado durante años. Tener dos gobiernos competidores crea muchos problemas, y el mantenimiento de las infraestructuras no ha sido prioritario".
"Recuperación casi imposible"
La académica libanesa Carmen Geha, del Grupo de Investigación Interdisciplinaria sobre Migraciones de la Universidad Pompeu Fabra, especialista en Oriente Medio y el norte de África, conoce muy de cerca la situación en Libia, objeto de su tesis doctoral, junto con el Líbano. En conversación con el ARA desde Barcelona, donde reside hace año y medio, afirma que "el dictamen de los expertos es que los desastres naturales se ven agravados por la corrupción y el mal gobierno". Y ambas situaciones se han dado en este caso. "Por desgracia, lo que estamos viendo en Libia es muy parecido a lo que vimos en Siria, y también a lo que vivimos con la explosión del puerto de Beirut [2020]. La naturaleza de los desastres es diferente –matiza–, pero cuando existe corrupción, un gobierno débil, ausencia de políticas, ausencia de instituciones fiables para responder a ellas, no solamente el desastre se agrava, sino que la recuperación es casi imposible”.
Sin querer demonizar la intervención occidental del 2011, que acabó con el régimen de Gadafi, la profesora destaca la degradación de la situación antes de la tragedia del pasado fin de semana: "El puerto de Derna se ha derrumbado completamente y no hay comida. Pero las condiciones en el país eran ya horrible, especialmente para las mujeres. Ahora, aún lo serán más". El efecto inmediato, augura, es que "podemos esperar que la emigración aumente, es normal". Y remacha: "La mala gobernanza no únicamente aumentará la emigración y los desplazamientos, sino que creará el efecto dominó que la crisis no se puede contener".
Los llamamientos para una investigación urgente sobre la catastrófica inundación se han sucedido a lo largo de este jueves, desde diferentes grupos políticos. La Organización Meteorológica Mundial, dependiendo de las Naciones Unidas, asegura que la inmensa mayoría de muertes se habrían podido evitar, si se hubiera evacuado a la población de las orillas del Wadi Derna. Pero a pesar de la previsión de lluvias torrenciales, se les indicó que se quedaran en casa._BK_COD_
Naciones Unidas ha lanzado un llamamiento urgente para Libia, que tiene como objetivo recaudar 71,4 millones de dólares en ayuda. El llamamiento pone de manifiesto un "aumento de la preocupación" de que la gente enferme gravemente o muera si no se envía ayuda de forma "inmediata y adecuada" a las zonas devastadas. Pero el esfuerzo de recaudación tiene como objetivo satisfacer tan solo las necesidades inmediatas de algo más de una cuarta parte de las 884.000 personas afectadas por la devastación. Los análisis de la ONU indican que 2.200 edificios ha quedado destruidos total o parcialmente.