79 Asamblea General de Naciones Unidas

Un Biden tibio defiende en la ONU que todavía es posible "una solución diplomática" en Oriente Próximo

El secretario general de Naciones Unidas avisa de que Líbano puede convertirse en "una nueva Gaza"

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Biden

Nueva YorkEl discurso del presidente Joe Biden ante la Asamblea General de la ONU en la inauguración del 79 período de sesiones ha sido el último gran parlamento en la escena internacional de la larga trayectoria del mandatario. Probablemente, Biden habría preferido pronunciar uno muy distinto en el que pudiera sacar pecho de su política al frente de Estados Unidos. Pero el dirigente ha tenido que conformarse con insistir una vez más en que la "solución diplomática" es posible. Lo hacía con poca convicción, ya que mientras Biden hablaba el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguraba a X: "Vamos a seguir atacando a Hezbolá".

El presidente estadounidense ha defendido el liderazgo de Estados Unidos en el panorama internacional con un tono bajo, mientras Israel llevaba a cabo la segunda jornada de bombardeos sobre Líbano y ponía en entredicho la influencia de Washington, que ha pedido a Tel-Aviv en reiteradas ocasiones evitar una escalada, aunque no ha dejado de rellenar los arsenales israelíes. "Una guerra total no interesa a nadie", ha dicho Biden ante la Asamblea en Nueva York. La falta de energía del mandatario y la tibieza con la que llamaba a la esperanza decían más que sus palabras.

Para encontrar ejemplos esperanzadores para la situación de Palestina e Israel, Biden ha tenido que recurrir a escenarios del siglo pasado. “Hoy Estados Unidos y Vietnam son socios y amigos; esto es una muestra de que incluso entre los horrores de la guerra hay una manera de salir adelante”, ha asegurado.

Bajo tono

"No actuaré con desesperación, como dirigentes no tenemos el lujo de hacerlo", ha asegurado Biden. Una afirmación similar a la que hizo después de que el pasado viernes Tel-Aviv bombardeara por primera vez a Beirut y aún se oscureciera más la posibilidad de llegar a un acuerdo para el alto el fuego en Gaza. "Si alguna vez dijera que no es realista, entonces más valdría que me retirara. Muchas cosas no parecen realistas hasta que las conseguimos. Tenemos que seguir intentándolo", dijo entonces Biden.

Al igual que Netanyahu obvia las peticiones de su principal socio militar y económico, Biden también ha obviado las acciones llevadas a cabo por el ejército israelí en las últimas 48 horas y que ya han dejado más de medio millar de muertos en Líbano. El presidente estadounidense ha puesto el foco en Hezbollah y Hamás como los responsables de la situación actual de Oriente Próximo. "Hezbollah, sin provocación, arrojó cohetes contra Israel, y ahora hay muchas personas desplazadas al Líbano". Por otro lado, Biden ha exigido uno cuanto más el alto el fuego en Gaza y la solución de ambos estados: "Ahora es el momento para que las partes finalicen sus términos, vuelvan a los rehenes a casa y aseguren la seguridad de Israel y una Gaza libre del control de Hamás, alivien el sufrimiento a Gaza y acaben esta guerra".

Entre los representantes de los países miembros en el debate de la Asamblea General, por primera vez estaba sentada la delegación Palestina, que tiene un asiento sin derecho a voto desde mayo. Palestina sigue sin gozar del reconocimiento como estado miembro de pleno derecho, porque eso requiere el acuerdo del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos mantiene el veto a petición de su socio, Israel.

En su discurso también ha mencionado a Irán y el papel que juega en el escenario de Oriente Próximo como apoyo de Hezbollah. "Debemos disuadir a sus representantes [Irán] que han pedido nuevos 7 de octubre, y debemos evitar que Irán llegue a tener un arma nuclear", ha advertido el estadounidense. "Creo que estamos en un momento de inflexión de la historia mundial. Debemos defender los principios de Naciones Unidas. Tenemos que mantenernos firmes. Tenemos que poner fin a la agresión", ha insistido el presidente estadounidense.

Con la escalada de tensión en la región, el gran temor de Washington es que Teherán entre también en el conflicto, lo que arrastraría a la vez a los estadounidenses. El lunes el Pentágono anunciaba que se enviaban tropas adicionales a la zona por el riesgo de una guerra regional. Según datos de Defensa, actualmente Estados Unidos tiene unos 40.000 militares en la región.

"La guerra de Putin ha fracasado"

A la hora de hablar del ataque ruso contra Ucrania, Biden sí recordó: "Todos los países aquí presentes hemos hecho un compromiso a Naciones Unidas de defender y luchar contra la agresión". El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, estaba sentado en la Asamblea y escuchaba atentamente las palabras del estadounidense, con quien se reunirá el jueves en la Casa Blanca para presentarle su "plan de la victoria" por ganar la guerra. Los detalles de este plan todavía no se conocen.

En el encuentro con Biden muy probablemente Zelenski también ponga sobre la mesa la petición de levantar la restricción sobre los misiles de largo alcance occidentales. Hasta ahora Washington ha puesto como condición a Kiiv que no les lance en territorio ruso más allá de la barrera de los 100 kilómetros. A mediados de septiembre, el primer ministro británico, Keir Starmer, se reunió con Biden para ultimar su decisión. Rusia ya amenazado a la OTAN que escalará la guerra si esto ocurre.

"La guerra de Putin ha fracasado. Quería destruir a Ucrania, pero sigue siendo libre. Quería debilitar a la OTAN, pero sigue siendo más fuerte que nunca con la incorporación de dos nuevos miembros, Finlandia y Suecia. Debemos tomar una decisión : o mantenemos nuestro apoyo para que Ucrania gane la guerra y conserve su libertad, o acabaremos en un sitio muy diferente a la historia", ha asegurado Biden.

El apoyo al ejército ucraniano es más urgente a medida que se acerca el frío y mientras Rusia sigue golpeando la red energética del país. "No podemos mirar hacia otro lado, no podemos permitir que disminuya nuestro apoyo a Ucrania", ha dicho el presidente, y toda la Asamblea ha aplaudido.

"Una nueva Gaza"

A diferencia de Biden, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido de los peligros de la escalada en Oriente Próximo con un tono enérgico que ponía el acento en la gravedad de la situación. "El estado de nuestro mundo es insostenible, no podemos continuar así", ha advertido, y ha avisado de que Líbano está al "cariz del precipicio". "La gente del Líbano, la gente de Israel y el mundo no se pueden permitir que Líbano se convierta en otra Gaza", ha afirmado.

"La rapidez y escala de los asesinatos y la destrucción en Gaza no se parecen a nada de lo que he visto durante mis años como secretario general", ha denunciado Guterres, que ha denunciado que la ofensiva de Israel es "un castigo colectivo en el pueblo palestino".

Pese a que buena parte de las críticas de Guterres estaban dirigidas a Israel, también se ha referido a Rusia: “El nivel de impunidad de este mundo es políticamente indefensable y moralmente intolerable”. Aún así, también ha abierto una puerta a la esperanza asegurando que "los retos a los que nos enfrentamos se pueden solucionar". "Pero esto requiere que nos aseguremos que los mecanismos internacionales para solucionar problemas realmente solucionen los problemas", ha dicho el secretario general en uno de los momentos más bajos para la credibilidad de la ONU y del derecho internacional humanitario. Desde que comenzó la guerra de Gaza hace casi un año, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado dos resoluciones en las que pide el alto el fuego en la Franja. Ambas han quedado en papel mojado.

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