La COP26 entra en la recta final con un borrador de acuerdo bajo mínimos

El texto pide "mejorar y fortalecer" los planes nacionales de reducción de emisiones a finales de 2022

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Un asistente a la cumbre del clima GOLPE26.

Glasgow (Enviado especial)Decepcionante y presagio de un texto final muy corto en ambición y objetivos. El primer borrador de la declaración final de la COP26, hecho público a primera hora de este miércoles, recuerda a los países de todo el mundo que "pueden volver a presentar nuevos planes climáticos (NDC) para el 2030 en cualquier momento" y los insta a revisarlos y fortalecerlos a finales de 2022 -cuando se tendría que celebrar la COP27 en Egipto-, para lograr el objetivo de no superar los 1,5 grados. Al mismo tiempo, pide la aceleración de la eliminación gradual de los subsidios al carbón y a los combustibles fósiles si realmente se quiere evitar la catástrofe climática a final del siglo XXI: de acuerdo con el análisis de la prestigiosa coalición científica Climate Action Tracker, la humanidad se encamina hacia los 2,4 grados de calentamiento medio.

No se sugiere, sin embargo, ninguna fecha para poner fin a los combustibles fósiles, extremo que muestra las limitaciones de las negociaciones.

Una vez más, la declaración también afirma que la actual es una "década crítica" para pasar de las palabras y las promesas a los hechos, si se quiere "conseguir el objetivo final de la convención y el objetivo global a largo plazo".

De la lectura del texto, pues, se desprende que la situación de los negociadores y de la presidencia de las Naciones Unidas es extremadamente delicada, puesto que parece que, a estas alturas, ya no hay ningún margen para la retórica en la declaración final.

Algunos especialistas presentes en Glasgow, como el profesor John Asthon, ex enviado especial del gobierno británico para el cambio climático entre el 2006 y el 2010, han señalado, a partir de la apresurada lectura del borrador, que probablemente el texto final tendrá que ser "solemne y no triunfalista", y reconocen que "dada la emergencia climática, y a pesar del progreso que se ha hecho hasta ahora, todavía se está muy lejos de donde se tendría que estar; por lo tanto, nos volveremos a encontrar para poner encima de la mesa nuevos planes y nuevos compromisos".

Si bien muchos considerarán insuficiente este borrador, la alternativa, de acuerdo con la interpretación que hace Ashton, es mucho peor: "Si en el texto final dicen que se volverán a encontrar y seguirán hablando, es exactamente lo que pasará. Si no, tendrían que admitir que se ha intentado recortar la distancia entre lo que se hace, los compromisos que se adquieren y lo que se necesita hacer, y que no se ha conseguido. Esto sería catastrófico. Hay que seguir intentándolo, no hay más".

Capítulo financiero

El borrador de acuerdo, de siete páginas, dedica también especial atención al capítulo financiero. Y "observa con gran preocupación que la actual prestación de financiación climática para la adaptación [de aquellos países que más sufren las consecuencias del calentamiento mundial] es insuficiente para responder al empeoramiento de los impactos". Los países en vías de desarrollo acusan a los países ricos de no aportar suficientes fondos. Y el texto "insta a los países desarrollados a aumentar urgentemente su oferta de fondos para la adaptación climática para responder a las necesidades de los países en desarrollo".

Sobre el fondo de financiación para la transición energética de los países en desarrollo, que a partir de 2023 tendría que ser de 100.000 millones de dólares anuales, se apunta igualmente la voluntad de que la cifra aumente a partir de 2025. Con todo, en una nueva muestra de las limitaciones y dificultades para conseguirlos, el borrador de la declaración lamenta que "el objetivo de los países desarrollados de movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales desde el 2020 todavía no se ha cumplido".

De hecho, en cuanto al capítulo financiero, las delegaciones de los países en desarrollo han llegado con una gran desconfianza a la cumbre de Glasgow, porque "mientras que cuando se quiere, el mundo desarrollado moviliza todo tipo de recursos, como hemos visto para hacer frente al impacto de la pandemia, para combatir el cambio climático se percibe que no hay el mismo sentido de urgencia", han comentado al ARA fuentes diplomáticas presentes en las negociaciones.

En las próximas horas el texto seguirá siendo debatido por las diferentes delegaciones. Fuentes de la presidencia confían en llegar a una declaración final el viernes por la tarde, cuando se tendría que cerrar oficialmente. Pero las experiencias anteriores demuestran que el tira y afloja se puede alargar 24 o 48 horas más.

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