Dos intentos de asesinato y la retirada del presidente: la campaña en EE.UU. en 10 momentos
La campaña de las elecciones presidenciales de 2024 pasará a la historia como una de las más convulsas de Estados Unidos
BarcelonaLa campaña de las elecciones presidenciales de 2024 pasará a la historia como una de las más convulsas de Estados Unidos. La intervención de los tribunales, las esperpénticas obscenidades proferidas, la renuncia de uno de los candidatos e, incluso, dos intentos de asesinato fallidos han marcado en los últimos meses en el país más rico del mundo, donde este martes se decide el futuro de los estadounidenses y el rumbo de la política mundial. A continuación hacemos un resumen de las diez estampas más destacadas.
Trump, el expresidente convicto
Donald Trump será recordado como el primer presidente de Estados Unidos condenado en una causa penal. A finales de mayo, un juzgado de Nueva York le declaró culpable de 34 cargos por urdir tapar la relación extramatrimonial con la actriz Stormy Daniels. Algo que, según el juzgado, influyó en las elecciones del 2016, ya que le podría haber estropeado la victoria ante Hillary Clinton. Pero el caso no puso fin a la carrera política de Trump, puesto que la condena no era incompatible con su elegibilidad. Por el contrario, el candidato, conocido por oponerse al establishment de Washington, aprovechó la ocasión para acusar a los demócratas de controlar el poder judicial y para reavivar la narrativa que habían manipulado las elecciones.
El primer debate derriba a Biden
El miedo a que el discurso sobre el posible deterioro cognitivo de Biden acabara cristalizando en una victoria republicana llevaba tiempo incubándose. Contribuyeron a elloel vídeo que se hizo viral durante el G-7 en la que aparecía un Biden despistado y la enésima confusión (entre México y Egipto) cuando se defendía precisamente de las acusaciones de falta de memoria. Pero los malos augurios se cumplieron el día del primer cara a cara electoral, que quedó completamente eclipsado por la edad del candidato demócrata. Biden fue incapaz de defender su buena gestión, y le sepultaron sus constantes balbuceos y desconexiones. Cuando el presidente se bloqueó mientras hablaba de inmigración, el republicano le espetó: "No sé lo que ha dicho al término de la frase. Y creo que él tampoco sabe lo que ha dicho".
El atentado contra Trump
El atentado contra Trump en un mitin en Pensilvania causó un muerto y dos heridos, pero sobre todo insufló optimismo entre las bases republicanas, convencidas el pasado 13 de julio de que habían ganado las elecciones. Su gesto desafiante con la cara ensangrentada y el puño en alto mientras gritaba "Fight" lo presentó al mundo como un líder fuerte que no se deja doblegar. De este modo dejaba atrás la imagen de convicto y mostraba su vigor ante el "senil" Joe Biden. Asimismo, reiteraba que era "víctima de una caza de brujas".
La decisión más difícil de Biden
El atentado dejó a Biden en una posición de vulnerabilidad extrema, porque perdía bastante el argumento de que Trump era una amenaza para la democracia. Una semana después, el 21 de julio, llegaba la decisión más difícil del presidente estadounidense. Aún aislado por cóvido desde Delaware, anunciaba que renunciaba a la reelección y que cedía el puesto a su vicepresidenta, Kamala Harris, para encabezar la candidatura demócrata.
La decisión cambiaba los parámetros de la campaña republicana, que se había centrado en mostrar a Biden como un hombre viejo y débil que era incompetente e incapaz. Asimismo, la nominación de Harris, que acabaría por confirmarse dos semanas después, insuflaba optimismo en las filas demócratas, con las encuestas augurando una remontada.
Elección de los vicepresidentes
A mediados de verano llegaba la elección de los vicepresidentes, escogidos con cautela para paliar las debilidades y subrayar las virtudes de los candidatos de cada fila. Elelección del republicano JD Vance, que creció en el empobrecido cinturón de acero rodeado de violencia y drogas, respondía a los objetivos de rejuvenecer la campaña, capitalizar el voto de clase trabajadora y acentuar la faceta trumpista del partido. La elección demócrata, Tim Walz –escogido por delante del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro–, pretendía contrarrestar el componente de clase del republicano con un perfil de hombre sencillo, de lenguaje directo y hecho a sí mismo.
"Se comen los perros y los gatos"
Si el primer cara a cara de la campaña había dejado una imagen debilitada del presidente Biden, Trump salió más escaldado del segundo, el primero en el que se enfrentó a Kamala Harris. El motivo no fue una intervención brillante de la candidata demócrata –si bien se presentó con un "Hola, soy Kamala Harris" que sugería sus ganas de marcar perfil–, sino la retahíla de mentiras sonadas que soltó el magnate republicano , y que los usuarios de redes corrieron a ridiculizar. La más estrambótica, que los inmigrantes se comen perros y gatos en Ohio.
Segundo intento de asesinato de Trump
Cuando todo parecía más tranquilo, los servicios secretos estadounidenses dispararon contra un hombre armado cerca del club de golf de Trump en Palm Beach, en Florida, en un supuesto segundo intento de asesinato. Horas después, el republicano responsabilizaba "la retórica de Biden y Harris" del ataque. "A consecuencia de esta retórica comunista de izquierdas las balas vuelan, ¡y eso sólo va a empeorar!", pió el expresidente.
La influencia clave de los multimillonarios
Elon Musk es el multimillonario que más ha incidido en la campaña republicana. No sólo ha aparecido en infinidad de mítines a favor del magnate inmobiliario, sino que también ha prometido un millón de dólares diarios a los votantes que firmen su petición de reforma de la Constitución, una promesa que se está investigando por posible captación ilegal de votos. Ahora bien, Kamala Harris también ha recibido dinero de los más ricos del país, como el ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, el fundador de Facebook Dustin Moskovitz, el ex CEO de Google Eric Schmidt, el multimillonario fundador de LinkedIn Reid Hoffman y el fundador de Netflix Reed Hastings.
Puerto Rico, una "isla de basura"
Cuando las encuestas auguraban una tendencia al alza para los republicanos, el racismo que caracteriza a los discursos del partido se les giró en contra. "No sé si lo sabéis, pero hay una isla de basura flotando en medio del océano ahora mismo. Creo que se llama Puerto Rico", dijo el cómic Tony Hinchcliffe en un mitin de Donald Trump. Tras este comentario, personalidades de la comunidad latinoamericana, que representa el 15% del electorado, exigían disculpas y anunciaban que votarían a Kamala Harris.
Las encuestas, codo con codo
La convulsión de la campaña se ha puesto de manifiesto en las encuestas, que han registrado en forma de curva los sustos de republicanos y demócratas. Tras un inicio de campaña de dominio republicano, el giro más marcado se produjo con la retirada de Biden y la irrupción de Kamala Harris, que catapultó al color azul y dibujó la esperanza de una victoria demócrata. Pero todavía faltaban semanas para las elecciones y las últimas prospectivas muestran unos resultados muy ajustados, tanto en porcentaje de voto como en representatividad.