Nervios en las filas republicanas por la irrupción de Kamala Harris

Trump había centrado gran parte de su estrategia de campaña en la cuestión de la edad de su rival

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Kamala Harris durante el primer acto de campaña en Wisconsin.

WashingtonSi la alegría de los demócratas con el relevo de Kamala Harris puede medirse con las donaciones récord que ha recibido su campaña, el malestar de los republicanos puede medirse con la oposición al cambio de nombre en el ticket electoral. Uno de los primeros en reaccionar ante la sustitución de Biden por Harris, fue el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que amenazó con emprender acciones legales para obligar a que apareciera el nombre de Biden en lugar del de Harris en los boletos de algunos estados.

El martes por la noche, el consejero general de la campaña de Trump presentaba una queja ante la Comisión Electoral Federal argumentando que el dinero recaudado para la candidatura de reelección de Biden no se puede transferir a la campaña presidencial de la vicepresidenta demócrata. "Kamala Harris está intentando perpetrar un robo de 91,5 millones de dólares del dinero sobrante de la campaña de Joe Biden, una apropiación descarada de dinero que constituiría la mayor contribución excesiva y la mayor violación de la historia de la Ley de campaña electoral federal de 1971", decía la queja.

Cuando faltan poco más de 100 días para las elecciones, el cambio precipitado de rival supone un quebradero de cabeza para la campaña de Donald Trump y ya se está haciendo notar. "El Partido Demócrata expulsó al candidato demócrata del boleto electoral, poco más de 100 días antes de las elecciones. Tras invalidar los votos de más de 14 millones de americanos que eligieron a Joe Biden como candidato demócrata a la presidencia , el autoproclamado «partido de la democracia» ha demostrado exactamente lo contrario», decía Johnson en las redes. La Heritage Foundation, uno think tank conservador de la cuerda de Donald Trump, también anunció que estaba buscando vías legales para impedir, o al menos entorpecer, el cambio de nombre.

Lo más probable, sin embargo, es que todos estos intentos no tengan mucho recorrido. El cambio de candidato se ha hecho antes de que se oficializara la nominación de la candidatura demócrata y, por tanto, hay poco margen de maniobra. Los demócratas, sabiendo que los republicanos tendrán ganas de buscarles pegas, tienen aún más razones para intentar resolver la nominación antes del 7 de agosto. En un principio, ésta era la fecha límite en Ohio para inscribir a los candidatos en los boletos, pero decidieron ampliarla hasta septiembre. Aún así, los demócratas no quieren correr el riesgo de ninguna sorpresa posterior, por lo que han salido adelante con el plan de la nominación telemática durante la primera semana de agosto.

Buena parte de la campaña de Trump contra su antiguo rival se había basado en la edad. El expresidente, que es solo tres años más joven que Biden, jugaba a mostrarse como el "joven" y vigoroso. La forma en que Trump supo mostrarse cómo el candidato firme y lúcido al debate de la CNN, mientras Biden se derrumbaba bajo los tartamudeos y la agonía, es un ejemplo de manual de cómo el republicano tenía como prioridad número uno centrar la campaña en la cuestión de la edad. Trump ni se molestaba en atacar a Biden por el contenido de su campaña, le bastaba con su apariencia. El silencio posterior al debate, en el que dejaba que los medios y el propio partido se ensañaran en torno al estado de salud de Biden, habla por sí solo. Mientras se hablaba de la imagen de fragilidad de Biden nadie hablaba de la suya condena por el caso Stormy Daniels.

JD Vance, una elección basada en el ego

La entrada de Harris, de 59 años, dentro de la campaña ha cambiado la ecuación y ahora resulta que Trump es el anciano. El profesor de la Universidad de Delaware, David Redlawsk, explicaba en una entrevista en el ARA que "la retirada de Biden obliga a Trump a cambiar la estrategia por completo". Incluso cuando justo se cumple una semana de el anuncio de JD Vance como el vicepresidenciable de Trump; parece que ahora los aliados del republicano están maldiciendo la decisión. El periodista Tim Alberta, que lleva tiempo siguiendo el entorno del magnate, escribe en elAtlántico como la selección de Vance era más un "lujo" y una fanfarronada que Trump se permitió ante la ventaja que le daban las encuestas contra Biden.

Las horas previas al momento en que el expresidente anunció quién sería su compañero en la carrera presidencial, Trump había manifestado su interés por elegir un compañero de carrera que le ayudara a ampliar la base de votantes y le hiciera de contrapeso. Pero al final el expresidente eligió a Vance, un trumpista converso. Tras conocerse la renuncia de Biden, Alberta asegura que el círculo interno de Trump empezó a cuestionar la elección de Vance.

Si los tribunales no ofrecen una solución, internet lo hará. O al menos lo intenta. Los MAGA (Make America Great Again) han acelerado la maquinaria de los mems para atacar y denigrar a Harris. Las imágenes y frases que circulan por internet basan sus ataques en su condición de mujer afroamericana y no en la de política demócrata. Una de las imágenes más ofensivas que han hecho circular es la de un supuesto logo de campaña en el que la "H" de Harris es una mujer de rodillas haciendo una felación a un hombre.

La caverna de los trumpistas es rápida de reflejos, pero no va sobrada de imaginación: la mayoría de "chistes" para hundir a Harris son los mismos que ya se utilizaron durante la campaña del 2020. Lo único que han hecho es rescatarlos del fondo del escritorio y actualizarlos. La rapidez a la hora de recuperarlos es otro síntoma de la preocupación por el cambio.

En la encuesta publicada por Reuters e Ipsos realizada entre el lunes y el martes después de que Biden renunciara, Harris (con un 44%) supera a Trump (42%) a escala nacional por dos puntos porcentuales. Asimismo, el 56 por ciento de los votantes registrados piensan que Harris es "mentalmente aguda y capaz de afrontar retos", mientras que sólo el 49 por ciento piensa lo mismo de Trump.

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