Trump ya tiene un plan y un mediador para terminar la guerra en Ucrania

Forzar a Kiiv a negociar y abrirse a ceder territorio a Rusia sería la apuesta del coronel retirado Keith Kellogg

El ex teniente coronel retirado Keith Kellogg, nombrado por Donald Trump como su enviado especial para Ucrania.
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BarcelonaEl hombre escogido por Donald Trump poner fin a la guerra de Ucrania tiene un plan: utilizar la ayuda militar y económica de Estados Unidos para forzar un alto el fuego y el inicio de negociaciones entre Moscú y Kiiv, sin descartar una cesión de territorio a Rusia para conseguir la paz. Se trata del teniente coronel retirado Keith Kellogg, que ha sido nombrado por Donald Trump como su futuro enviado especial para la guerra de Ucrania, un cargo que no existía en la administración de Joe Biden. Kellogg, que ya fue asesor de Trump en su primer mandato, será el encargado de cumplir la promesa electoral del ya presidente electo, que ha repetido incansablemente que él pondrá fin a la guerra de Ucrania (y también en la de Gaza) el primer día de su segundo mandato. Es muy improbable que lo consiga tan rápido, pero de momento lo que ha hecho ha sido poner al frente de la misión a un hombre que justo antes del verano le presentó su plan para hacerlo.

Se trata de un documento que se titula Estados Unidos primero, Rusia y Ucrania después, escrito por Kellogg y otro exmiembro del primer gobierno de Trump, Fred Fleitz, y publicado el pasado abril por think tank trumpista America First Policy Institute. La propuesta pasa básicamente por amenazar Ucrania con detener la ayuda militar de Estados Unidos si no acepta sentarse a negociar y amenazar a Moscú con dar más ayuda militar a Kiiv si no se sienta a negociar. El plan también plantea congelar sine die el debate sobre una futura adhesión de Ucrania a la OTAN, porque eso también llevaría a Vladimir Putin a la mesa de negociación.

Esta negociación arrancaría con un alto el fuego que dejaría el frente de batalla congelado, y el gobierno ucraniano teme que se le quiera forzar a ceder a Rusia una parte o todo el territorio que mantiene ocupado. Actualmente las tropas rusas ocupan una quinta parte del territorio de Ucrania, una superficie equivalente a toda Grecia, y tienen el control de prácticamente todo el Donbass, en el este, de la península de Crimea y de buena parte del sur, con toda la salida ucraniana en el mar de Azov en manos rusas. Ceder todo este territorio a cambio del fin de la guerra es una condición que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, rechazaba de forma contundente hasta este viernes por la noche, cuando accedió a ceder temporalmente.

Hasta ahora, tanto la OTAN como la administración Biden han expresado siempre su apoyo "a la soberanía y la integridad territorial" de Ucrania. El documento elaborado por Kellogg, que servirá de base para la nueva política de la administración Trump respecto a Ucrania, critica duramente la posición que ha mantenido el gobierno de Biden y destaca varias voces de expertos, incluso dentro de los aliados de Biden, que en los últimos meses abogan ya por "concesiones territoriales de ambos bandos" o por convencer a Ucrania "de que proteja y salve el 80% del territorio que controla ahora y busque un alto el fuego con Rusia".

Cesión de territorio a la vista

"Muchos afirman que otros estados, como Irán y China, se verán animados por un resultado de la guerra que permita a Rusia quedarse con territorio ucraniano y que no exija una rendición de cuentas a Putin. El problema de estos argumentos es que es demasiado tarde para evitar las posibles consecuencias de la invasión rusa de Ucrania. estancado e interminable por ese motivo es una exhibición de virtud muy cara y no una política constructiva para promover la paz y la estabilidad global", dice el documento de Kellogg, lo que señala claramente la intención de hacer concesiones a Putin para acabar con el conflicto.

Muchos republicanos se oponen desde hace meses a seguir enviando ayuda económica y militar a Ucrania. El documento asegura que, aunque algunas de estas posturas pueden responder a una política aislacionista, la mayoría sólo responde al cansancio con una guerra que está requiriendo muchos recursos estadounidenses. Y también critica lo que considera "errores" de Biden que, dicen, evitaron que se pudiera prevenir la guerra: "Era en el interés de Estados Unidos mantener la paz con Putin y no provocarle y enajenarle con campañas globalistas agresivas de derechos humanos y prodemocracia, o con un esfuerzo por promover la entrada de Ucrania en la OTAN", dice el documento, por ejemplo.

Kellogg trabajó en el primer gobierno de Trump

Kellog, de 80 años, fue jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump, entre 2017 y 2021, y también sirvió como asesor de seguridad nacional para el vicepresidente Mike Pence. Desde 2022, el militar retirado ha sido uno de los tertulianos a sueldo de la cadena Fox News, donde ya ha dicho en alguna ocasión que la guerra de Ucrania será "lo mayor" que debe solucionar Trump cuando llegue al poder.

En su nombramiento, publicado en la red Truth Social, Trump destacó su "distinguida carrera militar y empresarial" y también su lealtad. "¡Estuvo conmigo desde el principio! Juntos conseguiremos la paz a través de la fuerza y ​​haremos que Estados Unidos y el mundo vuelvan a estar seguros", dijo Trump sobre Kellogg. El otro autor del plan para Ucrania, Fred Fleitz, fue también asesor de Seguridad Nacional de Trump en su primer mandato.

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