Europa aumenta la presión contra los no vacunados
Crecen los países que se decantan por el modelo austríaco de recortar libertades a los contrarios a la vacuna
"Estamos viviendo una pandemia de los no vacunados, que es masiva", alertaba ahora hace una semana el ministro alemán de Sanidad en funciones, Jens Spahn. Desde entonces, los gritos de alerta por la aceleración de las infecciones se han intensificado y esparcido por Europa, y rápidamente se le han sumado bastante voces que apuestan por introducir restricciones que afecten solo a las personas que se hayan negado a recibir la vacuna contra el covid.
La pionera fue Austria, con un confinamiento para las personas no inmunizadas (que no tengan la pauta completa de vacunación ni hayan pasado la enfermedad en el último medio año), que desde este lunes solo pueden salir de casa para ir a trabajar, al médico o al supermercado. Es decir, se ha impuesto a los no vacunados (un 35% de la población) las mismas condiciones que en las primeras oleadas de la pandemia se impusieron a toda la población. La decisión del gobierno austriaco ha trazado y allanado el camino para otros países europeos que lo toman de ejemplo para plantear medidas similares. En las últimas horas, la idea ha surgido en Alemania, los Países Bajos y Eslovenia.
En Alemania, los tres partidos de la coalición semáforo (socialdemócratas, Verdes y Liberales, que están en la recta final de las negociaciones para formar gobierno) han llegado a un acuerdo para endurecer las medidas para hacer frente al aumento de casos, que incluye pedir el certificado de vacunación o un test negativo para acceder al transporte público y privar de ciertas libertades a los no vacunados, como ya se ha empezado a hacer a escala regional. En Berlín, Brandeburgo y Sajonia ya está en vigor la denominada "regla 2G" (por geimpft, genesen, que significa vacunado, recuperado), que prohíbe a las personas que no están inmunizadas el acceso a lugares públicos no esenciales, como por ejemplo restaurantes, cines y gimnasios. Este martes, otros estados federados han tomado el mismo camino, entre ellos Baviera, el más grande.
El gobierno alemán saliente recuperó este fin de semana los test rápidos de covid gratuitos, después de haber retirado la medida en octubre, pero las nuevas restricciones 2G excluyen la opción de mostrar un test negativo en caso de no estar inmunizado. Aparte del acuerdo para restringir los movimientos de los no vacunados, los tres futuros socios de gobierno tienen todavía abierto el debate sobre la vacuna obligatoria para algunos colectivos, como por ejemplo los trabajadores sanitarios, una idea impulsada sobre todo por los Verdes, pero sobre la cual de momento no han llegado a ningún acuerdo. Con un 67,5% de la población con la pauta completa y otro 2,5% con una sola dosis, Alemania es uno de los países de Europa Occidental con la tasa de vacunación más baja, y desde mediados de octubre está experimentando un crecimiento continuo de los contagios, un brote que se atribuye al nivel insuficiente de inmunización.
Debate en marcha en los Países Bajos
Los Países Bajos, donde el viernes se anunció un confinamiento parcial para toda la población, plantean ahora aplicarlo solo a los no vacunados a partir de diciembre, cuando expiren las medidas actuales. Ahora mismo, los bares y restaurantes y las tiendas esenciales tienen que cerrar a las ocho de la noche y los establecimientos no esenciales, a las seis; las reuniones en casas no pueden ser de más de cuatro personas; el teletrabajo vuelve a ser más que recomendable; y no se permite público en los acontecimientos deportivos.
El país, donde el 65% de la población tiene la pauta completa, fue el primero de Europa en volver a medidas duras para toda la población después del relajamiento general de este verano, pero no hizo diferencias entre ciudadanos inmunizados y los que no lo están. Ahora intenta cambiar el rumbo y seguir el modelo de Austria. El Parlamento neerlandés debate este martes por la tarde la posibilidad de prohibir a las personas no vacunadas el acceso a los espacios públicos interiores, mientras que ahora todavía lo pueden hacer si muestran un test negativo. La discusión podría alargarse hasta medianoche, y no está claro si el gobierno será capaz de reunir una mayoría a favor de la medida.
Cada vez más adeptos
También Eslovenia (donde un 53% de la población tiene la pauta completa) ha planteado un confinamiento para los no inmunizados ante el aumento de los ingresos de pacientes con covid en los hospitales, que han tenido que recurrir al ejército para dar respuesta al colapso. "Necesitamos saber cuanto antes mejor si también podemos seguir este camino", ha afirmado el primer ministro, Janez Jansa. En Eslovenia, esta restricción solo se podrá introducir una vez el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la legalidad de otras medidas, como la obligatoriedad de mostrar el certificado covid para acceder a edificios públicos.
Otros países europeos han reintroducido en los últimos días medidas menos drásticas, pero que ya parecían enterradas. Es el caso de Dinamarca, donde a finales de agosto el gobierno decidió no prolongar la categorización del covid como una enfermedad "crítica para la sociedad", que era el mecanismo legal para imponer la mayoría de limitaciones y prohibiciones, al considerar que ya no eran necesarias visto el elevado porcentaje de población vacunada. Desde la semana pasada, vuelve a estar vigente la obligatoriedad de mostrar el certificado de vacunación, de recuperación o un test negativo para entrar en la mayoría de espacios públicos.
En Italia –donde ya es obligatorio enseñar el certificado covid para ir a trabajar–, desde este martes hay que mostrar el certificado sanitario en los medios de transporte, incluidos los taxis. Y en Grecia, desde comienzos de noviembre las personas no vacunadas tienen que presentar una prueba negativa para sentarse en las terrazas de bares y restaurantes, mientras que los espacios interiores están reservados para los inmunizados.