¿Qué implica que Ucrania pueda atacar territorio ruso con armas occidentales?

El cambio de política de Biden, que arrastrará a los aliados de la OTAN, es una "escalada" pero no será decisivo en la guerra

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Soldados ucranianos disparando un misil en la región de Donetsk.

Barcelona"Rusia está aprovechando el espacio aéreo ruso como santuario para atacar a la provincia de Járkov", decía hace pocas semanas un análisis del think tank estadounidense Institute for the Study of War (ISW) que hablaba del "espacio seguro de Putin" para referirse a las bases militares rusas cercanas a la frontera con Ucrania. La preocupación de estos analistas se ha ido extendiendo en los últimos días por los despachos de gobiernos e instituciones políticas hasta lograr un cambio de política del principal aliado de Kiiv, al que irán siguiendo a otros gobiernos de la OTAN. Ayer el gobierno de Estados Unidos le dio permiso al gobierno de Volodímir Zelenski para utilizar las armas que le suministra sobre territorio ruso, siempre que sea con objetivos militares. Como principal contribuyente de la OTAN y principal productor de armas, la luz verde de Estados Unidos es también un permiso para el resto de socios. Y enseguida ha quedado claro: Alemania se ha sumado al cambio de política un día después.

La decisión llega, de hecho, después de unos días de debate intenso sobre esta cuestión en el seno de la OTAN. El propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, sacó un mapa de bases militares rusas durante su rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz, el pasado miércoles, para argumentar: "Cómo explicar a los ucranianos que deben proteger todo lo que está alrededor de Járkov sin el derecho a atacar el lugar desde donde vienen los misiles?" El Reino Unido ya le había dado carta blanca a Kiiv para utilizar las armas que le suministra de la forma que quiera, pero el resto de principales aliados de la OTAN aún mantenían la prohibición de utilizarlas en territorio ruso, por miedo de una escalada. Con la ofensiva en Járkov, que Rusia lanzó el 10 de mayo desde sus bases en Belgorod y Kursk, principalmente, esto ha cambiado. ¿Pero qué supone en realidad este cambio?

"Es un escalón más en la escalada militar, lo que conlleva riesgos para los suministradores de armas, porque se están significando y están tomando parte de una manera muy clara y no se sabe cómo puede reaccionar [ Vladimir Putin]", apunta el analista del Centro Delàs de Estudios por la Pau Jordi Calvo. El productor y vendedor de las armas tiene derecho a imponer condiciones en su uso, y el analista admite que "es habitual" que permita ese uso contra enemigos terceros. El condicionante que han puesto Estados Unidos es "que exista una justificación militar [por el ataque en territorio ruso] y no se viole el derecho internacional", es decir, que no se ataquen zonas civiles. "La mala noticia, sin embargo, es que este movimiento nos hace ver que la guerra no va a menos sino que va a más, y que todo el mundo tiene asumido que será una guerra larga", añade.

De hecho, los analistas militares coinciden en que el impacto de ese cambio en el curso de la guerra será "importante" pero no decisivo, como apunta el presidente de la Sociedad de Estudios Militares, Pol Molas. La posibilidad de atacar a las bases militares rusas cercanas a la frontera "puede obligar a Rusia a retroceder al menos a 300 kilómetros de la frontera" (la prohibición de uso en territorio ruso se mantiene en los misiles de largo alcance ATACMS, que son los únicos que podrían llegar hasta allí), lo que haría perder capacidad operativa en el ejército ruso. También permitirá a Ucrania defenderse de las "bombas planeadoras" que Rusia les envía desde estas bases, "unas bombas con sistema guiado con GPS que han logrado una potencia de fuego importante", dice Molas.

Militares ucranianos cargando en un camión los restos de un proyectil ruso en Járkov.

La ofensiva rusa sobre Járkov continúa por el aire, pero "la terrestre está detenida", asegura Molas. Sin embargo, la presión en esta parte del frente ha obligado a Ucrania a desplazar hacia allí a hombres y recursos que se desvían del frente de Donetsk. Este ataque ruso en la zona de Járkov, dice, "depende mucho de la artillería, y si ahora el ejército ucraniano puede disparar contra los centros donde Rusia almacena la munición, Moscú tendrá muchos problemas".

No será la primera vez que Ucrania ataca territorio ruso

Sin embargo, no será la primera vez que Ucrania ataca territorio ruso. Ya lo ha hecho hasta ahora a través de drones sobre todo y con armamento de producción propia. "¿Escalada? Relativa, porque simplemente da carta de naturaleza a algo que ya estaba sucediendo, Ucrania ya estaba atacando territorio ruso", dice en este sentido Edu Farré, experto en estudios estratégicos y seguridad internacional. Farré está seguro, además, de que los aliados darán su permiso "con filtros y limitaciones" y habrá que ver si autorizan el uso de su armamento para atacar a infraestructura clave rusa, como por ejemplo el puente de Kertx, que une Crimea con Rusia. Sin embargo, explica que el único armamento capaz de destruir el puente desde distancia es un tipo de misil europeo, el Taurus, que Alemania mantiene vetado y no permite vender a Ucrania.

"Mientras los fondos estadounidenses de ayuda a Ucrania han sido bloqueados en el Congreso de EE.UU., Rusia ha estado movilizando efectivos y recursos económicos y ahora el momentum ha vuelto al bando ruso, que además en dos años de guerra ha podido depurar mucho su precisión", explica Farré, un contexto que explica el movimiento de los aliados de la OTAN para proveer a Kiiv de una nueva herramienta militar. El cambio Sin embargo, "no tendrá un impacto dramático en la guerra a corto plazo, pero sí a largo plazo", dice el analista, porque permitirá "ir degradando las capacidades rusas" concentradas cerca de la frontera con Ucrania.

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