Péter Magyar, el político con aura de estrella del rock que desafía a Orbán

Un disidente de Fidesz se ha convertido en la esperanza de los húngaros hartos del primer ministro y acapara más de un 25% de intención de voto para las elecciones europeas

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Péter Magyar, un nuevo opositor húngaro que planta frente a Viktor Orbán.

Enviada especial a Szeged (Hungría)Una hora antes de que comience el mitin de Péter Magyar en Szeged ya hay cincuenta personas que esperan en la gran plaza de la catedral de esta ciudad del sur de Hungría para reservarse las primeras filas. Al pie de la escalinata se encuentra el escenario para la figura fulgurante de la política húngara: una simple furgoneta pickup con un micrófono en el remolque y dos banderas húngaras en la cabina, pintada también con los colores nacionales. Todo ello da la imagen de algo casero. Sin embargo, más tarde se percibe que la estrategia de Magyar, que en pocas semanas se ha erigido en la gran esperanza de los húngaros hartos de Viktor Orbán, no es de estar por casa, sino que está todo bien pensado y cuidado .

Para amenizar la espera suenan canciones húngaras muy populares –se deduce del hecho de que muchos de los asistentes las canturrean; más tarde las corearán blandiendo banderas y cirios–. La única canción que no es en húngaro es The final countdown, de Europe, que se siente en el momento en que Péter Magyar hace acto de presencia en la plaza, con su uniforme habitual: camisa y pantalón ajustados y zapatillas blancas. El hombre del momento todavía tarda unos minutos en poder subir al escenario, porque debe atravesar una muchedumbre de gente que le pide fotos constantemente. Magyar transmite un aura de estrella del rock o incluso de figura mesiánica.

"Es la nueva esperanza", dice Zoli, un hombre de 50 años que lleva una gran bandera húngara. En la plaza hay gente de todas las edades. Lo que tienen en común es que están hartos del primer ministro y de Fidesz, que controlan el país desde hace 14 años. "Estamos aquí para apoyarle y porque queremos que el gobierno actual vea que somos muchos", dice Marcell, que tiene 21 años y que está en la plaza principal de Szeged con toda la familia. "A mucha gente le gusta porque salió del gobierno de Fidesz", añade.

Míting del opositor húngaro Péter Magyar en Szeged, en el sur de Hungría, el 20 de mayo.

Un disidente con información privilegiada

Péter Magyar llevaba dos décadas militando en Fidesz, el partido de Orbán, y había sido funcionario de alto rango en varias empresas públicas, pero era un desconocido. Irrumpió de forma fulgurante en la escena política en febrero, a raíz de un escándalo por el indulto que concedió la presidenta del país, Katalin Novák, a un directivo de un centro de protección infantil condenado como cómplice en un caso de abusos sexuales a menores. Novák dimitió y también la ministra de Justicia, Judit Varga, que es la exmujer de Péter Magyar y que también era la cabeza de lista de Fidesz en las elecciones europeas.

Horas después, Magyar inició una campaña contra Orbán a través de las redes sociales, denunciando sobre todo la corrupción sistemática a los más altos niveles del gobierno, sacando provecho de información privilegiada de años cerca de los círculos de poder. En una entrevista en el canal independiente de YouTube Partizán, que le catapultó, justificó que había dado ese paso en el momento en que su exmujer había dimitido.

"Yo no quería convertirme en político, sólo quería denunciar lo que pasa. Pero el impulso de la gente ha tenido una gran influencia sobre mí. Al principio eran sólo varios cientos, pero después miles de personas me van pedir que creara un partido y que de algún modo desafiara al gobierno", relata Magyar en una entrevista en el ARA.

Péter Magyar, la nueva esperanza para los húngaros hartos de Viktor Orbán

Desde ese momento, la popularidad de Magyar no ha parado de subir como la espuma, y ​​lo ha aprovechado para fundar un nuevo partido, Tisza. A falta de sólo dos meses para las elecciones al Parlamento Europeo, la comisión electoral húngara registró la formación para concurrir tanto a las europeas como a las municipales, que en Hungría se celebran el mismo día. Según los sondeos, en este poco tiempo el partido de Magyar labró una intención de voto de entre un 25% y un 30% y podría obtener seis diputados de los 21 que aporta el país centroeuropeo a la Eurocámara, con la intención de unirse al Partido Popular Europeo. Fidesz, que ahora forma parte del grupo de no adscritos, podría pasar de los 12 eurodiputados actuales a 10, que quisiera incorporar a los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) de Giorgia Meloni y Vox.

"Nuestro partido tiene un mes de vida. Si obtenemos uno o dos eurodiputados ya será una gran sorpresa y un gran éxito", dice Magyar, que defiende un discurso europeísta y atlantista. Destaca el alto apoyo que le otorgan las encuestas, pero alerta de que en Hungría "no existe una democracia normal, sino un régimen híbrido". "[Fidesz] tiene el aparato de propaganda y se gasta una cantidad enorme de dinero en propaganda", dice, y añade que todavía quedan varios días hasta las elecciones "y nadie sabe lo que puede pasar". "Están asustados, y si un perro está asustado te puede morder y hacerte daño", dice.

El politólogo Péter Krekó, director del think tank Political Capital, afirma que la ola de popularidad de Magyar "no tiene precedentes", al menos desde el comienzo del segundo período de Orbán en el poder, en el 2010. "Y él es mucho mejor a la hora de movilizar a la gente, es como un imán", dice, al tiempo que destaca que lo hace sin gastarse ni un forín en publicidad política. Esto no quiere decir que Magyar no salga en los carteles electorales que se ven en las ciudades y carreteras húngaras: sale en los grandes pósters que Fidesz u otras organizaciones cercanas han hecho para señalar a los presuntos enemigos de Hungría, junto con George Soros y los líderes de la oposición de izquierdas.

Un cartel electoral en Budapest que dice "Stop guerra: el 9 de junio, sólo Fidesz", con el rostro de Péter Magyar, George Soros y dos opositores de izquierdas.

Batalla de populistas

"Ha sacudido la política húngara, y parece que puede atraer a abstencionistas y nuevos votantes", añade el politólogo, que cree que también puede atraer a parte del electorado de Fidesz. "Orbán aplica la retórica de Trump, por ejemplo, cuando dice que debemos huir del establishment corrupto de Bruselas, y Péter Magyar utiliza esta retórica contra Orbán. Así que, finalmente, hay un populista que puede desafiar a Orbán en su campo", resume.

Magyar, que Krekó coloca en el centroderecha del espectro político húngaro, explota algunos de los aspectos principales de la retórica de Orbán, como el nacionalismo. Su apellido le juega a favor: magyar en húngaro significa, precisamente, húngaro. El mitin de Szeged lo abre recitando un discurso de Kossuth Lajos, el líder de la revolución de 1848 en Hungría contra el dominio austríaco. "¡El pueblo de Szeged, el orgullo de mi nación, el pilar de mi pobre país traicionado! Me inclino a ti con profundo respeto", recita Magyar ante los miles de personas que se han congregado en la plaza de la catedral .

Míting de Péter Magyar en Szeged el 20 de mayo.
El opositor húngaro Péter Magyar en un acto en Debrecen, en el este de Hungría, el 5 de mayo.

Krekó remarca la gran cantidad de gente en el acto de Szeged, aunque apunta que es tradicionalmente un feudo de la oposición. El gran éxito para Magyar fueron las 10.000 personas que se reunieron a principios de mayo en Debrecen, "probablemente la ciudad más pro Fidesz que te puedes imaginar", dice el analista.

"Todo el mundo en Hungría está sorprendido, no había ocurrido algo igual tras el cambio de régimen [socialista]", afirma Magyar. "La gente está harta de la corrupción, de las mentiras, de la propaganda", añade. Y lamenta que los húngaros no se han beneficiado de la entrada en la UE como sus vecinos: "Entramos en el 2004 y éramos el candidato líder, junto a Chequia, y ahora somos uno de los más pobres y el más corrupto".

Entre los asistentes al mitin en Szeged, algunos se muestran algo escépticos debido a que Magyar fuera hasta hace nada un miembro destacado de Fidesz. "Mi credibilidad la decidirá la gente", dice el opositor. Apunta a las elecciones europeas como el primer gran hito. Él encabeza la lista de Tisza en la Eurocámara, pero no pretende aceptar el acta de diputado, sino que seguirá cultivando el apoyo a Hungría. El gran objetivo son las elecciones generales de 2026.

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