Cambio climático

La UE aprueba la polémica ley de la naturaleza (y sin hundir la casa de Papá Noel)

La normativa pretende restaurar en 2030 al menos el 20% de los ecosistemas degradados del bloque europeo

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Un bosque talado con la práctica de tala masiva o tala zanja en Suecia.

BruselasDebía ser una ley más del plan ecologista de la Comisión Europea liderada por Ursula von der Leyen, pero la derecha y la extrema derecha la convirtieron en su caballo de batalla y la normativa de la restauración de la naturaleza ha terminado siendo una de las más polémicas de esta legislatura. Sin embargo, después de meses y meses de estiras y aflojas, el Consejo de la Unión Europea la ha aprobado definitivamente este lunes.

Os explicamos cómo se ha llegado hasta aquí y cuáles son los puntos clave de esta iniciativa.

¿Qué ha permitido que se haya aprobado finalmente?

Diferentes estados miembros bloqueaban la aprobación definitiva de la normativa, pero Austria ha cambiado de opinión en la víspera del Consejo de Medio Ambiente de la UE de este lunes. Con su sí se ha logrado la mayoría calificada y los Veintisiete la han ratificado.

Ahora bien, este cambio de posicionamiento ha provocado una gran crisis de gobierno en Viena. La ministra de Medio Ambiente austríaca, la ecologista Leonore Gewessler, ha votado a favor, pero sus socios de gobierno, los conservadores de ÖVP, se negaban por completo. Por eso, el canciller austríaco, el democristiano Karl Nehammer, ha dicho que denunciará a Gewessler por abuso de poder y ha dejado la continuidad del ejecutivo en el aire.

En cambio, la ministra ha salido a defender la iniciativa sin tapujos. "En 20 o 30 años, cuando enseñe la belleza de nuestro país a mis limpias y me pregunten qué hice yo, les contestaré que todo lo que pude para preservarla", ha dicho en declaraciones a los medios.

¿Por qué ha sido una ley tan polémica?

La medida la impulsó el entonces vicepresidente de la Comisión Europea y titular de la Agenda Verde, el socialdemócrata Frans Timmermans. En un principio, el Partido Popular Europeo (PPE) no se oponía y también contaba con el beneplácito de Von der Leyen.

Sin embargo, ante la fuerte oposición de la extrema derecha y la ola contraecologista creciente en la UE antes de las elecciones europeas, el presidente del PPE, Manfred Weber, inició una gran campaña contra la iniciativa para evitar que, según apuntaban las encuestas, se le escaparan más votos —sobre todo rurales— hacia la ultraderecha.

De hecho, el grupo europarlamentario del PPE la intentó hacer tropezar en distintas ocasiones en el Parlamento Europeo, aunque sin éxito. Por último, también se aprobó en la Eurocámara a finales del año pasado por una mayoría bastante estrecha: 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones. Los socialdemócratas, Los Verdes y la Izquierda lo celebraron como una gran victoria.

¿Qué pretende la medida?

La medida quiere restaurar al menos el 20% de las zonas terrestres y marinas de la Unión Europea en 2030 y todos los ecosistemas degradados en 2050. De este modo, el bloque comunitario pretende acercarse a los objetivos climáticos con los que se ha comprometido: reducir el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Para elevar la captación de carbono que realizan las masas vegetales, y para que la naturaleza sea más resistente a los impactos de la emergencia climática, es necesario restaurar los hábitats de bosques, prados y humedales que ahora están degradados.

De hecho, según los datos de la propia Comisión Europea, el 80% de los hábitats del continente europeo están dañados. De estos hábitats degradados, la normativa fija a restaurar el 30% en 2030, el 60% en 2040 y el 90% en 2050. Se quiere dar así cumplimiento ael acuerdo sobre biodiversidad aprobado por la ONU en 2022,conocido como el 30x30 o el tratado de Kunming-Montreal.

¿Qué tiene que ver Papá Noel?

La campaña del PPE contra la medida impulsada por Von der Leyen fue muy intensa y los conservadores publicaron diferentes mensajes alarmistas que, por ejemplo, aseguraban que la normativa haría desaparecer a la ciudad finlandesa de Rovaniemi, donde vive Papá Noel, porque "la convertiría toda en bosques y áreas naturales". "No eche a Papá Noel de su casa", clamaba un tuit desde la cuenta oficial del PPE, en la que se puede ver una foto retocada del entonces comisario socialdemócrata Frans Timmermans.

Aunque la normativa en ningún caso prevé echar a gente de su casa —tampoco a Papá Noel— ni vaciar ciudades, la campaña del PPE levantó mucha polvareda y se hizo famosa, al menos en la burbuja de las instituciones europeas de Bruselas. las.

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