La UE obvia las amenazas de Trump y Zelenski advierte que Europa puede caer a la irrelevancia
Los dirigentes comunitarios se instan a reforzar las relaciones con Estados Unidos y apuestan por el pragmatismo

Bruselas / LondresNo importa las amenazas de Donald Trump y la retahíla de medidas que ha aprobado en su primer día de mandato. La Unión Europea (UE) quiere evitar el choque frontal con la nueva administración republicana y se insta a reforzar las relaciones transatlánticas, así como a nuevos socios internacionales. Este posicionamiento se ha vuelto a constatar este martes en el discurso de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el Foro de Davos. Ha pasado casi de puntillas por el retorno del magnate neoyorquino, del que no ha mencionado ni su nombre, y se ha centrado en reivindicar la importancia de los vínculos culturales y comerciales entre el club europeo y la potencia estadounidense.
También ha obviado las amenazas del magnate neoyorquino sobre Groenlandia o la ofensiva reaccionaria del oligarca de X y Tesla, Elon Musk. El tono pacificador de Von der Leyen ha contrastado con el belicismo de Trump: la presidenta de la Comisión Europea se ha limitado a comprometerse a "proteger los intereses europeos y preservar los valores europeos". En ningún caso ha entrado a rebatir al líder republicano y, en cambio, ha subrayado que su "prioridad" es "discutir sobre los intereses comunes" con Washington. "Estamos preparados para negociar. Seremos pragmáticos", añadió.
Algo más firme se ha mostrado el canciller Olaf Scholz, que también ha intervenido en Davos este martes. El alemán, que dentro de un mes hace frente a unas elecciones avanzadas que le pueden descabalgar del poder, calificó de "indispensable" una estrecha cooperación entre Europa y EEUU para la paz y la seguridad del mundo. Pero también ha recordado que "los europeos deben relacionarse con la nueva administración republicana sin acostumbrarse a decirles lo que quieren oír", y sin que estén "al borde del ataque de nervios por cada tuit que se haga desde Estados Unidos, que no tiene por qué hacernos plantear dudas existenciales". Ante las amenazas de la guerra comercial de Trump, Scholz ha insistido en que "menos aranceles conllevaría una mayor competencia y precios más bajos: El aislamiento se hace a expensas de la prosperidad. Defenderemos el libre comercio", ha prometido.
La paz en Europa de la que ha hablado Scholz ha sido el tema central de la intervención del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que ha subido al escenario inmediatamente después de que terminara el canciller. Zelenski ha cogido el toro por los cuernos, recordando a la audiencia que Europa es débil y que el continente se arriesga a caer en la irrelevancia a menos que invierta mucho en su propia defensa, y que lo haga de forma mancomunada, una idea que también ha expresado el jefe de gobierno alemán. "Europa debe prepararse para la desvinculación de Estados Unidos de garantizar su seguridad" con el regreso de Donald Trump a Washington.
"¿El presidente Trump se fijará en Europa? ¿Verá que la OTAN es necesaria? Ni siquiera queda claro que los europeos tengan un sitio en cualquier mesa de negociación para poner fin a la guerra en Ucrania", ha añadido. Y mostrando complicidad con el nuevo presidente republicano, Zelenski apoyó la llamada de Trump para que los miembros de la OTAN gasten hasta el 5% del PIB en defensa, una idea sobre la que Olaf Scholz se mostró mucho más prudente. En lo que ambos coincidieron fue en la necesidad de impedir que Vladimir Putin imponga las condiciones de una hipotética paz.
Zelenski también ha aprovechado su alocución por puesto sobre la mesa algunas de las contradicciones de los europeos en cuanto a su relación con la Rusia de Putin. "No podemos comprar gas en Moscú al tiempo que esperamos que Estados Unidos nos defienda", remachó. El presidente ucraniano espera que este año se llegue a la paz, pero "una paz justa y con garantías de seguridad".
Diversificar a los aliados
El mensaje más directo que Von der Leyen ha enviado a Trump ha sido respecto a su compromiso con la agenda verde de la UE, que suma cada vez más detractores. Ha defendido el Acuerdo Climático de París, del que EEUU ha salido este mismo lunes por segunda vez. "Este pacto sigue siendo la mayor esperanza de toda la humanidad", ha remarcado la dirigente comunitaria.
Ante el discurso proteccionista que llega de EEUU y la amenaza que supone Trump, Von der Leyen ha defendido el libre comercio y la conveniencia de encontrar a nuevos aliados para depender menos de la potencia estadounidense. "El primer viaje de la nueva Comisión será a la India. Queremos ampliar la alianza estratégica con el país y la mayor democracia del mundo", ha anunciado. Además, como hizo la UE en el primer mandato de Trump, la presidenta de la Comisión Europea ha instado a mirar más hacia China y ha reivindicado los últimos acuerdos comerciales firmados con México y el Mercosur de las economías latinoamericanas.
Ahora bien, las relaciones de la UE y China no pasan por un buen momento, en plena guerra comercial. Bruselas ha abierto varias investigaciones al gigante asiático para subvencionar fuertemente su industria y priorizarla en detrimento de las empresas europeas, subiendo los aranceles a los coches eléctricos que se importan en el bloque comunitario. Y, por el otro lado, Pekín amenaza a la UE con incrementar las tasas de importación de productos europeos en China, como la carne de cerdo, los productos lácteos y algunas bebidas alcohólicas.
Además, a pesar de los deseos de Von der Leyen, la realidad es que las interdependencias de la UE con Estados Unidos son de una importancia absoluta. La propia Von der Leyen ha recordado que el club europeo compra el 50% del gas natural licuado que importa a EEUU, que las transacciones entre ambas potencias suponen un 30% del comercio mundial y, al mismo tiempo, que unos 3,5 millones de personas trabajan para empresas europeas en EE.UU. "En todo el mundo no hay dos economías tan integradas como las nuestras", constató Von der Leyen.