La amenaza de Biden abre una crisis entre el ejército y el gobierno de Israel

La ofensiva a Rafah se intensifica a pesar de la advertencia de que Estados Unidos detendrá los envíos de armas

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Un hombre mirando ayer desde un ventanal la operación israelí, por tierra y aire, contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.

BarcelonaLa amenaza de Joe Biden con detener los envíos de armas a Israel si avanza en la ofensiva militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, ha desatado una tormenta política en Israel y ha abierto una brecha entre el gobierno de Benjamin Netanyahu y los altos mandos del ejército, conscientes de la dependencia de Tel-Aviv de las armas de Washington para rellenar sus arsenales. Y, sin embargo, el primer ministro ha doblado la apuesta en un comunicado que ha difundido este jueves por la noche en las redes sociales. "Hoy somos mucho más fuertes. Estamos decididos y unidos para derrotar a nuestro enemigo y los que quieren destruirnos. Si tenemos que estar solos, estaremos solos. Lucharemos con uñas y dientes. Venceremos juntos".

En el rifirrafe para parecer más duro, este mediodía el ministro de Defensa, Yoav Gallant, también emitía un mensaje desafiante que, como principal destinatario, parecía tener Joe Biden. Porque Gallant se ha dirigido a los "enemigos y amigos" de su país, para asegurar que el ejército judío haría lo necesario para conseguir sus objetivos de guerra en Gaza. "El estado de Israel no se puede someter. Nos mantendremos fuertes, conseguiremos nuestros objetivos: golpearemos Hamás, golpearemos Hezbollah y conseguiremos la seguridad. No tenemos más remedio, no tenemos otro país. Haremos lo que sea necesario, y repito , lo que sea necesario, para defender a los ciudadanos de Israel, para eliminar las amenazas malvadas contra nosotros y para hacer frente a los que intentan destruirnos".

Un mensaje muy similar al que ha hecho llegar al ARA Ephraim Lapid, antiguo oficial de inteligencia y portavoz de las FDI: "Para Israel, la destrucción de Hamás es esencial, y Rafah forma parte. No podemos permitir que nuestros ciudadanos vivan a merced de Hamás (y del capricho de Hezbollah). EEUU es un aliado estratégico, pero la advertencia de Biden también va en contra de los intereses estadounidenses, ya que anima a Irán y Hezbollah a desestabilizar la región".

La lectura de buena parte de la prensa israelí, en cambio, era distinta. La mayoría de las cabeceras han entrado en pánico al oír las palabras de Biden y se han hecho eco del mensaje de varios oficiales de alto rango militar, que aseguran que una pausa en la llegada del armamento estadounidense podría afectar a la capacidad del ejército para mantener la guerra en ambos frentes: el de Gaza y el norteño, donde las tensiones con la milicia libanesa de Hezbollah son constantes desde el 7 de octubre.

"Los funcionarios de defensa están preocupados por el deterioro de las relaciones entre el gobierno israelí y la administración Biden y han advertido a sus jefes políticos de que esta crisis significa un cambio entre Israel y Estados Unidos. Oficiales superiores de las Fuerzas de Defensa de Israel han advertido al gobierno sobre las posibles consecuencias", afirma este jueves el diario israelí Haaretz.

Estados Unidos ha detenido los envíos de bombas y componentes de bombas pesadas para la aviación israelí, que se consideran municiones cruciales en caso de escalada del conflicto. Aunque afirman que detener estos envíos no afectará directamente a las operaciones militares en Gaza, creen que el impacto en el frente del norte puede ser significativo. Un alto oficial israelí defendió en el mismo diario la importancia de atender las advertencias estadounidenses, y afirmó que no tener en cuenta la decisión de detener los envíos de armas, que proviene del presidente Biden, podría conducir a una " situación compleja" para Israel.

Desde el punto de vista político, la reacción de los socios de gobierno de Netanyahu no se ha hecho esperar. El mensaje, en este caso, es bastante distinto al de los militares. Por ejemplo, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, se ha atrevido a decir en un tuit que Hamás ama a Biden. El comentario le ha valido críticas de la oposición y también del propio presidente de Israel, Isaac Herzog, que calificó el estirabot de “irresponsable e insultante”, y que llamó Biden “un gran amigo del Estado de 'Israel”.

Continúan los bombardeos en Rafah

Lo que no está claro es hasta qué punto Biden está dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias su amenaza. Como explica en el ARA Omar Ashour, profesor de estudios de seguridad del Doha Institute, "es una señal muy clara, pero hay una larga historia de desafíos de Israel en Estados Unidos: en junio de 1967 el presidente Johnson advirtió Israel que no atacaran porque Estados Unidos estaba empantanado en la Guerra de Vietnam y en seis días atacaron y derrotaron a tres ejércitos árabes". Por eso alerta de que lo que ha hecho Biden es "una señal muy clara, pero no sabemos qué impacto tendrá".

Sobre la situación militar en Gaza, Ashour advierte que "está pasando todo lo que supuestamente no iba a ocurrir: el despliegue de los tanques muy cerca de la frontera con Rafah, con seis brigadas y los ataques al centro de Gaza, es muy significativo. Lo que ha hecho Biden era necesario, pero quizá no sea suficiente". Y es que, en efecto, sobre el terreno, los ataques israelíes en la Franja han continuado indiscriminadamente.

Al menos 80.000 personas han huido de la ofensiva israelí en Rafah, la ciudad donde se habían refugiado 1,5 millones de palestinos, sabiendo que no hay lugar seguro. La ocupación del paso de Rafah ha cortado la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, y la OMS ha advertido de que los pocos hospitales que quedan en funcionamiento sólo tienen combustible para tres días.

"Los bombardeos se están intensificando estos últimos días y la gente aquí está agotada, cansada y desesperada", advierte Davide Musardo, responsable de salud mental de Médicos Sin Fronteras en Gaza.

Benjamin Netanyahu en una imagen reciente.

Pero la guerra parece que será larga. Lo admitía, incluso, Aviv Kochavi, jefe del estado mayor israelí hasta enero del año pasado, en un acto en Nueva York el miércoles por la noche: "No podremos conseguir una victoria total en meses. Olvídese- en, tardaremos años, muchos y muchos años".Todo un misil en la línea de flotación de la estrategia del gobierno de Netanyahu.Y añadía: "No es posible conseguir el regreso de los rehenes sin detener la guerra".

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