El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, planteará a la UE el despliegue de una misión europea al paso de Rafah –en la frontera entre Gaza y Egipto– para apoyar a la Autoridad Nacional Palestina. España participaría con efectivos de la Guardia Civil. Albares ha señalado que la misión tendría el objetivo de "ayudar a controlar la entrada y salida de personas". Si prospera esta iniciativa, ha dicho, "la Guardia Civil estará presente en esa misión". Sin embargo, no ha concretado cuántos agentes podrían participar, pero sí ha insistido en que serían los necesarios.
Éxodo de palestinos hacia el norte de Gaza: "La gente sólo piensa en volver a casa, aunque esté destruida"
Israel reabre el paso de Netzarim, que divide la Franja, después de que la Yihad Islámica se comprometiera a liberar a una rehén civil antes del sábado
Barcelona"Hay decenas de tanques israelíes apostados en torno a la carretera que disparan para aterrar a los palestinos y obligarles a dar vuelta, pero la gente insiste en volver a sus ciudades, aunque saben que están destruidas", explica por WhatsApp en el AHORA el periodista Ibrahim Ibrahim. Habla desde el paso de Netzarim, que el ejército israelí abrió a principios de la guerra para separar a Gaza en dos partes: la mayoría de la población fue desplazada por los bombardeos en el lado sur.
Este lunes han podido empezar a volver a lo que queda de sus ciudades, después de 15 meses de ataques indiscriminados y destrucción. "El camino es muy penoso, no hay agua ni comida, ni carpas para descansar, y la gente camina bajo el sol una distancia de 8 kilómetros: hay niños, ancianos y enfermos", explica. "Caminan sin saber qué se encontrarán, qué queda de sus casas, pero la ilusión por volver supera las incertidumbres", añade. La población confía en que el frágil alto el fuego que forzó a Donald Trump hace diez días, que está todavía en la primera fase, puede ser el fin de esta guerra.
Desde que puso en marcha la ofensiva sobre Gaza, hace 15 meses, el ejército israelí obligó a la población de la Franja a moverse hacia el sur, mientras Estados Unidos presionaba al vecino Egipto para que se quedara los refugiados. Medio millón de gazatinos del norte se trasladaron a las ciudades del sur, donde se hallaron un infierno de hacinamiento, enfermedades, hambre y bombardeos que llevó a los tribunales internacionales a procesar al Estado de Israel por un crimen de genocidio. En los últimos meses Israel ha bombardeado aún más intensamente el norte, donde la ONU calcula que el 80% de las viviendas han sido destruidas, y no queda ningún hospital funcional.
Los palestinos vuelven a una tierra devastada donde las condiciones serán aún peores que en las precarias tiendas donde vivían hasta ahora. "El ejército israelí ha montado un operativo para inspeccionar todos los coches y solo dejan pasar 30 vehículos cada hora. De vez en cuando los soldados disparan sobre la cabeza de los refugiados para asustarles, pero están decididos a regresar a sus ciudades" , explica el periodista. Se han hecho colas de hasta cinco kilómetros de vehículos cargados con colchones, mantas, ancianos y criaturas.
Pese a la devastación, muchos palestinos viven el regreso con un sentimiento de victoria. "Contra lo que quería Netanyahu, [el exministro del Interior] Ben Gvir y el mundo entero, estamos volviendo", decía un joven al regresar a la ciudad de Gaza. Para el periodista palestino Tamer Almisshal, las imágenes de este lunes quedarán grabadas como un momento histórico: "Desde que los expulsaron de sus casas y tierras en 1948 [el año de la creación del Estado de Israel], es la primera vez que han podido volver, pese a la destrucción y el genocidio".
El acuerdo de alto el fuego entre Hamás e Israel, en vigor desde el 19 de enero, establecía que los gazatinos podrían cruzar la zona militar del paso de Netzarim y regresar desde este domingo al norte. Pero Israel no lo había permitido: alegaba que Hamás había incumplido el acuerdo al no haber liberado al rehén Arbel Yehud en el intercambio con presos de este fin de semana.
La apertura del paso llega después de que a última hora del domingo la Yihad Islámica Palestina afirmara que Yehud sería puesta en libertad antes del nuevo intercambio de rehenes por presos palestinos previsto para el próximo sábado. "Los mediadores han sido informados de que la prisionera será liberada antes del próximo sábado", dijo el portavoz del grupo, Muhammad al-Hajj Musa, en un comunicado, en el que destacaba la "gran flexibilidad" para que Israel permitiera el regreso de los palestinos al norte.
Las imágenes de palestinos abrazándose después de meses sin verse contrastan con la devastación a la que se dirigen todos los que vuelven a casa, oa lo que queda. Sin embargo, Hamás ha calificado la apertura del paso de Netzarim de victoria y de "declaración del fracaso y derrota de la ocupación" israelí y sus planes para desplazar a la población palestina de la Franja.
"Las escenas del retorno de las masas de nuestro pueblo a cuyas áreas fue forzado a marcharse [...] confirman su grandeza y su firmeza, pese al profundo dolor y la tragedia", ha dicho el grupo islamista en un comunicado. "Reconstruiremos nuestras casas ladrillo a ladrillo, pared a pared, y reviviremos todos los dulces recuerdos que tenemos del pasado", afirma otro de los testigos recogidos por Al Jazeera.
El gobierno gazatino calcula que la destrucción de Israel en el norte de la Franja supera el 90%, y que ciudades como Beit Lahia, donde 100.000 personas se han quedado sin casa, ya no son habitables. Por eso reclamó el envío urgente de 135.000 tiendas de campaña y caravanas para alojar a la población en la zona, para la que también pidió que se facilite el acceso a bienes básicos. Gaza se ha convertido en un territorio atravesado por 42 millones de toneladas de escombros, según datos de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
La autorización para cruzar hacia el norte la ha anunciado a través de X el portavoz en árabe del ejército israelí, Avichay Adraee, que ha fijado diversas condiciones para su regreso. "Transportar a militantes o armas a través de estas rutas al norte se considerará una violación del acuerdo", ha afirmado. También destacó la prohibición de dirigirse hacia territorio israelí y de acercarse al ejército oa la zona del cruce de Rafah y el corredor Filadelfia, en la frontera entre Gaza y Egipto, y advirtió contra la natación , la pesca, el buceo y la entrada al mar en los próximos días. Hay que tener en cuenta que dos palestinos fueron asesinados y otros quince más resultaron heridos este domingo después de que los soldados abrieran fuego contra una aglomeración de personas en el centro de Gaza que esperaban poder volver al norte.
Jordania y Egipto, contra la "limpieza" de Trump
El regreso de los palestinos a la zona más castigada de la Franja, además, llega después de que también este domingo el presidente de EEUU, Donald Trump, se alineara con los colonos judíos más radicales y sugiriera despejar la Franja de Gaza con el desplazamiento forzado de sus residentes en países de alrededor. El magnate aseguró que había pedido a Jordania y Egipto que aceptaran "un millón y medio de palestinos". "Simplemente tenemos que limpiar todo eso", dijo. En las últimas horas, ambos países rechazaron las palabras de Trump. "Nuestra postura ante la solución de ambos estados es firme, nunca cambia. Nuestro rechazo al desalojo [de los palestinos] es firme, nunca cambia", ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman al Safadi, mientras que el ministerio de Exteriores egipcio ha reafirmado la adhesión del país a "la solución política de la cuestión palestina", la cual pasa por "poner fin a la ocupación y devolver el territorio usurpado al pueblo palestino".