Putin no está solo y lo demuestra rodeado de una veintena de líderes mundiales
Narendra Modi reclama al presidente ruso la paz con Ucrania y se ofrece a hacer de mediador
BarcelonaLa cumbre de los BRICS que ha comenzado este martes en la ciudad rusa de Kazán es una de las más significativas en las dos décadas de historia de este grupo de países. Al menos, de los últimos años, ya que es la primera después de la ampliación acordada el pasado año en Johannesburgo, que evidencia que los países del denominado Sur Global tienen cada vez más interés en aunar esfuerzos y ganar influencia política y económica. Además, el encuentro, en el que participan más de veinte jefes de estado y de gobierno, supone un impulso para Vladimir Putin, el anfitrión, que quiere enviar un mensaje claro a Occidente: Rusia no está aislada.
En los tres días de cumbre, Putin se saludará y en algunos casos se reunirá con más de veinte líderes mundiales. Destaca la presencia del presidente chino, Xi Jinping –con quien se reunirá por tercera vez este año–, y del primer ministro indio, Narendra Modi. Xi volvió a defender la "irrompible" amistad con Rusia pese a los "importantes cambios y turbulencias" que vive el mundo, mientras que Modi reiteró al presidente ruso su interés en ayudar a encontrar una solución pacífica a la guerra en Ucrania. "Hemos estado en contacto constante sobre el tema del conflicto en curso entre Rusia y Ucrania", ha dicho Modi, quien ha añadido que espera que la guerra se resuelva "por medios pacíficos" y que ha ofrecido el "apoyo" de la India en este proceso de restauración de la paz.
Entre los asistentes a Kazán también hay el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian; el de Bolivia, Luis Arce, e incluso ha confirmado su asistencia el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que tiene previsto reunirse con Putin por primera vez desde que comenzó la guerra en Ucrania. Un viaje que ha molestado a Kiiv, que le ha reprochado al máximo dirigente de la ONU que haya aceptado ir a Kazán, pero no fuera en la cumbre organizada por Ucrania en Suiza el pasado junio. El Kremlin ha descrito la cumbre de los BRICS como "uno de los mayores acontecimientos de política exterior que se han producido nunca" en Rusia.
Desde que lanzó la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, Putin ha organizado y ha participado en diversos eventos con líderes globales, siempre en suelo ruso o en países amigos, teniendo en cuenta que pesa sobre él una orden de arresto internacional. Y siempre con el objetivo de demostrar que, pese a los esfuerzos de Estados Unidos y la Unión Europea, el presidente ruso no está aislado, y que no es un par en todo el mundo. Este grupo en el que ocupa una posición destacada, además, está en pleno auge.
En 2006 nació el que se bautizó como BRIC (Brasil, Rusia, India y China), y cuatro años más tarde se sumó Suráfrica y la S en el acrónimo. El año pasado los líderes de estos países aprobaron la ampliación del blog a seis nuevos miembros: Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Arabia Saudí y Argentina. Los cuatro primeros ya forman parte, desde enero, de lo que ahora se llama BRICS+, mientras que Argentina declinó la invitación a unirse a ella y Arabia Saudí aún lo está valorando. Pero todo apunta a que este grupo seguirá creciendo. En la cola hay, según Rusia, una treintena de países que quieren unirse o establecer vínculos más estrechos con los BRICS. Entre los posibles candidatos se encuentra Turquía, miembro de la OTAN, la alianza militar del bloque occidental. De hecho, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también estará en la cumbre de Kazán.
"Para Putin es el escenario ideal, que le permite decir «Soy un gran líder y tengo muchos amigos» y enviar un mensaje a Occidente de que hay un contrapeso", apunta Anna Ayuso, investigadora senior del Cidob. "Es la demostración de que los tiempos han cambiado y que Occidente ya no domina el mundo, sino que existe una alternativa", añade. Los países que forman los BRICS+ representan al 46% de la población mundial y alrededor del 31% de la economía mundial, y se sitúan al nivel del G-7 o incluso lo superan.
La 'desdolarización', en el centro del debate
El encuentro en Kazán tiene, pues, un significado simbólico destacable para Putin, pero también sobre todo un objetivo práctico. Según varios expertos, uno de los temas centrales de la cumbre será más económico que político. "La desdolarización es el aspecto clave de la cumbre de los BRICS en Kazán", apuntó a X Agathe Demarais, analista de geoeconomía en el European Council on Foreign Relations (ECFR). Indicó que el dólar estadounidense sigue siendo la moneda dominante, con más de la mitad de las reservas mundiales de divisas, pero que "Moscú impulsa una plataforma de pago digital para evitar los canales financieros occidentales".
Como parte de las sanciones occidentales, Rusia ha sido expulsada del sistema de transacciones financieras Swift. "Los BRICS están intentando construir un mecanismo paralelo para ir sustituyendo poco a poco al dólar como divisa para las transacciones internacionales –indica Ayuso–, pero el problema es que no tienen ninguna moneda que pueda servir de referencia".
"El Tesoro de EEUU tiene un poder y una influencia enormes sobre el comercio mundial simplemente porque el dólar estadounidense es la moneda principal. El principal interés de Rusia es romper el dominio del dólar de EEUU", afirma en la BBC Chris Weafer, socio fundador de la consultora Macro-Advisory, especializada en la región de Eurasia.
En esta línea, Putin ha defendido este martes que los pagos en divisas nacionales "reducen los riesgos geopolíticos" para las economías de los BRICS y aumentan su independencia financiera. "Creo que todo el mundo verá avances importantes en este área cuando acabe la cumbre de Kazán", ha dicho el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Riabkov. Aunque también ha dejado claro que no hay que esperar "ningún gran salto adelante": "Hay un largo camino desde la transición paulatina de los pagos en monedas nacionales hasta la creación de una moneda única de los BRICS" .
Un grupo heterogéneo en expansión
La ampliación de los BRICS fue el gran tema de discusión de la cumbre del pasado año, pero Rusia descarta que la futura expansión del grupo esté sobre la mesa en la cumbre en Kazán. Según Moscú, hay una treintena de países que quieren unirse, pero el Kremlin ha dejado claro que no aceptará, al menos de momento, más países miembros, sino sólo estados asociados. Sin embargo, la ampliación añade retos a una agrupación de países que ya es muy heterogénea y que incluye naciones con conflictos abiertos, como China e India o Egipto y Etiopía.
"Donde sí coinciden todos los miembros de los BRICS+ es al haber sufrido la dominación occidental, bajo los efectos persistentes del colonialismo, el imperialismo o las sanciones. Es por eso que saben bien a qué se oponen: esencialmente, a el orden internacional liberal creado por Occidente y todo lo que depende", resume Jakkie Cilliers, director del programa African Futures and Innovation en un artículo de la última edición del Anuario Internacional Cidob.